Quien llama la Divina Voluntad en sus actos,


y quien hace las obras buenas sin la Divina Voluntad



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De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 34-9 (1-2) Mayo 20, 1936

 

"Diferencia que hay entre quien llama la Divina Voluntad en sus actos, y entre quien hace las obras buenas sin Ella"


 

(1) Mi pobre mente continúa girando en los actos de la Divina Voluntad, y pensaba entre mí: “Cuál es la diferencia de quien llama la Divina Voluntad en sus actos, y de aquellos que hacen las obras buenas y no la llaman, no le dan el primer lugar en sus actos”. Y mi dulce Jesús haciéndome su breve visita me ha dicho: 

(2) “Hija mía, no hay comparación entre uno y otro, el primero con llamar mi Voluntad en sus actos se despoja de lo que es humano, y forma el vacío en su querer humano dónde dar el lugar a mi Voluntad; Esta embellece, santifica, forma su luz en aquel vacío, después pronuncia su Fiat Creante y llama a vida su obrar divino en el humano, y la criatura no sólo participa, sino queda propietaria del acto divino, el cual posee la Potencia, la Inmensidad, la Santidad y el valor Divino que no se agota jamás. Por eso, en quien vive en nuestro Querer Nosotros miramos y encontramos a Nosotros mismos y a nuestros actos que nos honran y nos hacen corona. En cambio aquellos que hacen las obras buenas, pero no animados por nuestro Querer, Nosotros no nos encontramos a Nosotros mismos, sino al acto finito de la criatura, y como Nosotros no sabemos tener nada del bien que ellas hacen donde no participen nuestros actos, les damos el mérito como pago; el pago no es propiedad que puede siempre producir, por eso simboliza a aquellos que viven al día, que si bien viven trabajosamente del salario que tienen, pero no se hacen jamás ricos, sienten siempre la necesidad de que les sea pagado su trabajo para vivir, y si no trabajan hay peligro de morir de hambre, esto es, de no sentir la saciedad del bien, la vida de las virtudes, sino la escuálida miseria de las pasiones. 

En cambio para quien vive en nuestro Querer todo es abundancia, Nosotros le decimos: Toma lo que quieras, y cuanto más puedas tomar, más ponemos a tu disposición nuestras riquezas, nuestra luz, nuestra santidad, nuestro amor, porque lo que es nuestro es tuyo, y lo que es tuyo es nuestro, no queda otra cosa que vivir y obrar juntos”.