Libro de Cielo
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 13-1 (3) Mayo 1, 1921
“Yo siento en el alma que vive en mi Querer el eco de mi poder, de mi amor, de mi santidad”
(3) “Hija mía, mi Voluntad contiene la potencia creadora, y así como mi Voluntad dio vida a todas las cosas, así también tiene el poder para destruirlas. Ahora, el alma que vive en mi Querer tiene también el poder de dar vida al bien y muerte al mal, en su inmensidad se encuentra en el pasado, y donde hay vacíos de mi gloria, ofensas no reparadas, amor que no me fue dado, ella llena los vacíos de mi gloria, me hace las reparaciones más bellas y me da amor por todos. En mi Querer se difunde al presente, se extiende a los siglos futuros, y por doquier y por todos me da lo que la Creación me debe. Yo siento en el alma que vive en mi Querer el eco de mi poder, de mi amor, de mi santidad; en todos mis actos oigo el eco de los suyos, corre dondequiera, delante, atrás y hasta dentro de Mí; dondequiera que está mi Querer está el suyo, conforme se multiplican mis actos así se multiplican los suyos. Sólo la voluntad humana pone la desarmonía entre criatura y Creador, un solo acto de voluntad humana pone el desorden entre el Cielo y la tierra, arroja desemejanza entre Creador y criatura; en cambio para quien vive en mi Querer todo es armonía, sus cosas y las mías armonizan juntas, Yo estoy con ella en la tierra y ella está Conmigo en el Cielo; uno es el interés, una es la vida, una es la Voluntad. Mira la Creación, porque en nada se ha apartado de mi Voluntad, el cielo es siempre azul y estrellado, el sol está lleno de luz y calor, toda la Creación está en perfecta armonía, una cosa es sostén de la otra, es siempre bella, fresca, joven, jamás envejece ni pierde ni un rasgo de su belleza, más bien parece que cada día surge más majestuosa, dando un dulce encanto a todas las criaturas. Tal habría sido el hombre si no se hubiera sustraído de mi Querer, y así son las almas que viven en Él, son los nuevos cielos, los nuevos soles, la nueva tierra toda florida, más multiformes en belleza y en encanto”.
Fiat Divina Voluntad