Nuevos Twits subidos el 2025-20-26
¿Y qué tengo que hacer?
¿Buscarme un valedor poderoso, un buen amo,
y al igual que la hiedra que se enrosca sibilina a un ramo,
buscar en casa ajena protección y refuerzo,
para trepar con artimañas, en vez de con esfuerzo?
No, gracias.
¿Ser esclavo, como tantos lo son,
de algún hombre importante?
¿Servirle de bufón
adulando con vileza los cuernos de algún cabestro
por temor a que me lance un gesto siniestro?
No, gracias.
¿Desayunar cada mañana un sapo,
llevar el pecho hundido de arrastrarme y
la ropa hecha un harapo de tanto arrodillarme con aire servicial?
¿Sobrevivir a expensas de mi espina dorsal?
No, gracias.
¿Adular el talento de los canelos,
vivir atemorizado por infames libelos
y repetir sin tregua: “Señores, soy un loro,
quiero ver mi nombre en letras de oro”?
No, gracias.
¿Arrastrarme de salón en salón
hasta verme perdido en mi propia ambición?
¿O navegar con remos hechos de madrigales
y, por viento, el suspiro de doncellas banales?
No, gracias.
¿Publicar, no por mérito, sino por mi dinero?
Muchas gracias, no quiero.
¿Hacerme nombrar papa en esas chirigotas
que en los cafés celebran, reunidos, los idiotas?
No, gracias.
¿Desvivirme para forjarme un nombre
que tenga de endiosado lo que no tiene de hombre?
No, gracias.
¿Afiliarme a un club de marionetas?
¿Querer a toda costa salir en las gacetas
y decirme a mí mismo: no hay nada que me importe
con tal de que mi ingenio se cotice en la Corte?
No, gracias.
¿Ser miedoso? ¿Calculador? ¿Cobarde?
¿Tener con mil visitas vanas ocupada la tarde?
¿Utilizar mi pluma para escribir falacias?
No gracias. No, gracias. No gracias.
Cantar, soñar en cambio.
Estar solo, ser libre.
Que mis ojos destellen y mi garganta vibre.
Ponerme, si me place, el sombrero del revés.
Batirme por capricho o hacerme un entremés.
Trabajar sin afán de gloria o fortuna.
Imaginar que marcho a conquistar la luna.
No escribir nunca nada que no nazca de mí mismo
y contentarme, modesto, con lo que salga.
¡Ah, mi pequeño amigo,
que te basten las flores, las frutas y las hojas,
siempre que en tu jardín sea donde las recojas!
Sólo al que vale reconocer los méritos y
no pagar jamás por favores pretéritos.
Y si por suerte un día logras la gloria así,
no habrás de darle al César lo que él no te dio a ti.
Que a tu mérito debas tu ventura, no a la medra,
y en resumen, que haciendo lo que no hace la hiedra,
aun cuando te faltare la robustez del roble,
lo que pierdas de grande, no te falte de noble.
Edmond Rostand
“Cyrano de Bergerac”
La mayoría de las fotografías son láminas del gran maestro y pintor de batallas @DalmauFerrer.
La adaptación del monólogo de la obra de Edmond Rostand está sacada, con pequeños matices míos, de un formidable articulo del CN Federico Aznar (@ieee_es) titulado “Reflexiones sobre el liderazgo estratégico militar del S. XXI. Aspectos del liderazgo estratégico: cualidades (I).