JESUSITO DE MI VIDA, ¡JESÚS, QUÉ VIDA LLEVO! CAPÍTULO 4

JESUSITO DE MI VIDA, ¡JESÚS, QUÉ VIDA LLEVO! CAPÍTULO 4

Desde que volvió de su permiso mi jefe italiano —si, ese permiso que yo no tengo—, ya no utilizo el MOVCON. Ahora nos movemos en la "macchina", un Toyota Land Cruiser que tiene aquí a su disposición.

Ganamos flexibilidad e independencia y, por qué no, seguridad. Antes de salir, chequeamos en el ordenador las amenazas en Kabul y el estado de las rutas. Por supuesto, seguimos llevando el chaleco, la pistola con dos cargadores y, ahora sí, el fusil con cuatro cargadores.

Él, además, lleva una bolsa con otros cuatro cargadores más. El muy cachondo me dice, "lo siento, no son compatibles con tu HK". A lo que yo le respondo "Giuseppe, don't worry, tu eres más grande, cuando te agujereen el culo no tendré problemas ni de armamento ni de munición".

Vamos enlazados por radio con la central del MOVCON por si hubiera algún problema. La verdad es que si, con lo que llevamos encima y disciplina de fuego, no somos capaces de aguantar en una situación de emergencia hasta que llegue la caballería, es que la cosa esta muy malita…

En el coche, una pashmina por los hombros para tapar el uniforme. Giuseppe esta cabreado conmigo porque la mía es rojiblanca y canta mucho. ¡Me lo dice él, que parece una mesa camilla con la suya! "Admiraba mucho a Arafat…", digo con sorna. Se pone de los nervios. Y en marcha.

Sí, creemos que es más seguro que el MOVCON. Discreta, sin horario ni rutas fijas. En caso de emboscada, yo sé cómo tiro y él es el jefe de tiradores en la unidad de carabinieri equivalente a la UEI de la Guardia Civil. No creo que los chavales del MOVCON lo vayan a hacer mejor.

Pero hace dos días probé una tercera opción. En nuestro HQ de SOF tenemos tres vehículos, también blindados, con conductores y escoltas normalmente australianos. No funcionan como el MOVCON, sino independientes.

El trayecto que hice fue por una carretera principalmente de tierra, con unos baches enormes y continuos, el tráfico de la M-30 y la variedad de vehículos de un tiovivo —incluido el burro, la bicicleta, el carrito, la “fragoneta”, el motocarro, el colega de los tickets…—.

En cuanto sales de KAIA ves que no, que no es de 2 carriles, que es una highway de 5 carriles en cada dirección. Se adelanta por donde se puede, se evitan los baches haciendo zig-zag, los coches paran para subir o bajar gente y todos cruzan sin problemas por donde les apetece...

Y en medio, mi Toyota conducido por Mad Max y su inglés incomprensible, muerto de risa —aquí todo el mundo se descojona cuando coge un coche— mientras pasábamos entre un jingle truck y un tipo en moto, con media familia encima, a punto de sumergirse en uno de los baches.

Yo, impasible el ademán, apretando el esfínter un poquitito más de la cuenta, también sonrío y le digo a Cocodrilo Dandee: "Hurry up, buddy, we're late…", que para eso soy heredero de los que “todo lo sufren en cualquier asalto, sólo no sufren que les hablen alto…”

Hoy ha sido un suboficial británico que se llama Chris el que me ha traído por la "autopista" que os cuento, con una conducción que ni Carlos Saiz. De estatura media, cuarenta tacos largos, barba poblada y barriguilla incipiente, es un profesional de cojones.

Después de repetir "say again" mil veces, le pregunté que de dónde era. "Glasgow, sir. I know I’ve a strong accent". "Strong? cabronazo, si no hay forma de entenderte jodido escocés. Se reía. Acabamos hablando de sus vacaciones en Benidorm, de los del Celtic y de los Rangers.

Ya empiezo a reconocer a los "tough but wise guys" del lugar y este es uno de ellos. No los de Hollywood, que por KAIA hay muchos, de esos vestidos en “Coronel Tapioca”, que llevan 2 pistolas, 3 machetes y las Oakley de espejo, pero se giñan al oír el “incoming” de la alarma.

A los buenos, nada más tienes que verles cuando se preparan para salir o cómo llevan el equipo. Cómo se colocan el fusil, las gafas balísticas, los guantes de combate y se ponen a conducir. Sí, con gorra de béisbol y barriguilla, pero transmiten experiencia por todos sus poros.

Sinceramente, prefiero moverme con mi tribu. La sensación que da ir con los tipos "más cabrones del valle" no es comparable con la que dan los chavalitos del MOVCON. Mejor coche sí, pero ya está. Yo con mi siciliano, el jodido escocés y los ozzies de la "cúpula del trueno".

La verdad es que sí estoy haciendo "amiguetes" o, por lo menos, hay mucha gente que me llama Pedro, que para estos tipos de boca retorcida es jodido de narices. Deben de pensar: "Mira este cabroncete bajito… Tiene gracia, el jodido español…"

WEB DE PEDRO SEBASTIÁN DE ERICE LLANO

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