Wisława Szymborska

Sueño

El mío caído, el mío reducido a polvo, el mío tierra,

adoptando la forma que tiene en la fotografía:

con la sombra de una hoja en la cara, con una concha de

mar en la mano,

se dirige hacia mi sueño.

 

Vaga por oscuridades desde nunca apagadas,

por vacíos abiertos hacia sí para siempre,

por siete veces siete veces siete silencios.

 

Aparece en la parte interior de mis párpados,

en ese único mundo que le es accesible.

Le late el corazón atravesado por una bala.

Se desata de sus cabellos el primer viento.

 

Empieza a existir una pradera entre nosotros.

Se acercan volando los cielos con sus nubes y sus pájaros,

en el horizonte estallan las montañas en silencio

y el río corre río abajo en busca del mar.

 

Se ve ya tan lejos, tan lejos,

que día y noche se vuelven simultáneos

y todas las estaciones del año se sienten al mismo tiempo.

 

Una luna de cuatro fases abre su abanico,

se arremolinan copos de nieve y mariposas

y caen los frutos de un árbol en flor.

 

Nos acercamos el uno al otro. No sé si llorando,

o acaso sonriendo. Un paso más

y escucharemos juntos tu concha marina,

y en ella, qué murmullo de miles de orquestas,

qué marcha nupcial la nuestra.


Wislawa Szymborska de Sal [1962]

Trad.  Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia