Wisława Szymborska
Apuntes
En el primer escaparate
yace una piedra.
Vemos sobre ella
una tenue grieta.
Obra de la casualidad,
como dicen algunos.
En el segundo escaparate,
parte de un hueso frontal.
Difícil determinar….
si animal o humano.
Un hueso como otro.
Sigamos adelante.
Aquí no hay nada.
Quedó solamente
un viejo parecido
de la chispa que salta de la piedra
con la estrella.
Desplegado desde hace siglos
el espacio de comparación
se ha conservado en buen estado.
Es él
quien nos arrancó del interior de la especie,
quien nos sacó del círculo del sueño
anterior a la palabra sueño
en el que lo que está vivo
nace para siempre
y muere sin muerte.
Es él
quien convirtió nuestra cabeza en humana
de la chispa a la estrella,
de una a varias,
de cada una de ellas a todas ellas,
de la sien a la sien
y abrió en nosotros
lo que no tiene párpados.
De la piedra
voló al cielo.
El palo se ramificó
en matorral de extremos.
La serpiente se llevó el aguijón
del ovillo de sus causas.
El tiempo dio vueltas
en los anillos de los árboles.
En el eco se multiplicó
el aullido del despertado.
En el primer escaparate
yace una piedra.
En el segundo escaparate
parte de un hueso frontal.
Dejamos de pertenecer a los animales.
Quién dejará de pertenecer a nosotros.
Por qué similitud.
Comparación de qué con qué.