Wisława Szymborska

El Resto

Ofelia cantó sus desquiciadas canciones

y salió corriendo de la escena, inquieta:

que si se le quema el vestido, que si sobre los hombros

le cae el cabello de la forma adecuada.

 

Para verdadero colmo, se lava las cejas

de esa negra desesperación y - como auténtica hija de Polonio -

cuenta las hojas que han arrancado a su cabello, para mayor seguridad.

Ofelia, que a ti y a mí nos perdone Dinamarca:

moriré con alas, sobreviviré con prácticas garras.

Non omnis moriar de amor 


Wislawa Szymborska de Sal [1962]

Trad.  Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia