Wisława Szymborska
El beso de un soldado desconocido

Tan mordido por las balas

que lo humano me es ajeno,

salvo el tiempo al que le falto,

como un soplo, tiempo cálido,

transcurro. La dicha del combate

más allá de mí. Combatir por esa dicha,

el sueño de las puertas derribadas,

todo ante vosotros. Firmes, amigos.


El camino —gris nostalgia—

estalla en sauces llorones.

La madre enviará aún dos, tres

cartas, cuatro escribirá.

Antes de que anulen la distancia

como cometas cansadas,

albergaré en una pequeña herida

el mundo, ese mundo tan grande.


Mal epitafio, poetas,

para llorar la muerte de un héroe.

Vuestro poema lo apenaría

como cualquier muerte ajena.


No era su intención ser héroe,

¡pétreas muchachas!,

cuando con la mano de ayer

entre bromas un beso os mandaba.


Wisława Szymborska de Canción negra (1944-1948) [1914]

Trad. Abel Murcia y Katarzyna Mołoniewicz