Wisława Szymborska

Poema en honor

Había una vez. Inventó el cero.

En un país incierto. Bajo una estrella

hoy probablemente oscura. Entre fechas

por las que quién juraría. Sin nombre

ni siquiera cuestionable. Sin dejar

bajo su cero ningún pensamiento profundo

sobre la vida, que es como. Ni una leyenda

de que cierto día a una rosa cortada

le agregó un cero y la ató en un ramillete.

Que cuando tenía que morir se fue al desierto

en un camello de cien jorobas. Que se quedó dormido

a la sombra de la palma que se había llevado. Que se despertará

cuando ya todo esté contado

hasta un grano de arena. Qué clase de hombre.

Por la grieta entre el hecho y lo inventado

se escapó nuestra atención. Resistente

a cada sino. Se sacude

cada aspecto que le doy.

Se le adhirió el silencio sin que la voz dejara cicatriz.

La ausencia tomó forma de horizonte.

El cero se escribe solo.


Wislawa Szymborska de Sal [1962]

Trad.  Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia