Wisława Szymborska

Retrato

Si los elegidos de los dioses mueren jóvenes,

¿qué hacer con el resto de la vida?

La vejez es un abismo

ya que la juventud es la cima.

 

Yo no me muevo de aquí.

Aunque sea de una pierna seguiré siendo joven.

Me aferro al aire

con una especie de bigotes de ratón.

En esta posición vuelvo a nacer constantemente.

No conozco otro truco.

 

Pero siempre serán yo:

los guantes mágicos,

el cotillón en cruz de la primera mascarada,

el falsete de los manifiestos juveniles,

el rostro del sueño de la costurera con el crupier,

los ojos arrancados que me gustaba pintar

esparciéndolos como garbanzos desde la vaina,

porque ante este espectáculo temblaban los muslos muertos

de la rana pública.

 

Sorpréndase también ustedes.

Sorpréndase hasta cien toneles de Diógenes,

que le gano en ideas.

Conjuren

un eterno comienzo.

Esto que tengo en los dedos

son arañas que mojo en la tinta

y arrojo al lienzo.

De nuevo estoy en el mundo.

Florece un nuevo ombligo

en el vientre del artista.


Wislawa Szymborska de Sal [1962]

Trad.  Gerardo Beltrán