UD 9: La transformación estética

1. Introducción

La concepción moderna de creatividad comienza a delimitarse en el siglo XIX asociada al mundo de la creación artística. Inicialmente, el creativo es el artista, pero en el siglo XX este término irrumpe con fuerza en todos los órdenes sociales. La creatividad no solo es cosa de los artistas, sino también de científicos, políticos, profesores.

En nuestros días, la creatividad reclama su sitio como elemento esencial que debe formar parte de nuestra personalidad. Se nos anima y se nos impulsa a ser creativos en nuestra forma de divertirnos, de relacionarnos con los demás, de trabajar, de estudiar. Ante esta situación, surge una pregunta inevitable:

¿Es educable la creatividad o se nace con esa capacidad?

Al mismo tiempo, y dada la asociación histórica establecida entre creación y arte, reflexionaremos sobre la creación artística desde el punto de vista de la estética.

Actividad 1: Responde en tu cuaderno

¿Qué relación guarda la creatividad con la libertad?

Actividad 2: Actividad grupal. Debate.

Junto con la creatividad, en la actualidad se nos anima a ser emprendedores. ¿Qué relación mantienen entre sí la creatividad y el emprendimiento?

2. La creatividad

El término creatividad es polisémico, es decir, posee diferentes acepciones, que dependen del contexto en que sea utilizado. Así, podemos aplicar el término creatividad a una persona (por ser creativa en muchas facetas de su vida), a un proceso (por ejemplo, un método de estudio) o al resultado final (por ejemplo, un poema).

Creatividad es un término multidimensional, es decir, que hace referencia a los diferentes elementos que forman parte del mismo. Supongamos, por ejemplo, que un alumno o una alumna hace un dibujo que es considerado como creativo. Ahora bien, ¿es creativo el alumno, el proceso utilizado a la hora de realizarlo, el dibujo en sí?

Persona, proceso y resultado constituyen los principales factores que hay que tener en cuenta a la hora de definir un término tan complejo como el de creatividad. Por tanto, propondremos para su estudio tres definiciones que reflejan los matices expuestos.

Estas definiciones son las formuladas por Guilford, Murray y Flanagan, psicólogos estadounidenses del siglo XX estudiosos de la creatividad.

Guilford define creatividad en función de las características que son propias del sujeto creativo, como el conjunto de aptitudes propias de una persona creativa: fluidez, flexibilidad, originalidad.

Murray incide en el proceso creativo como dimensión definitoria del término; este debe ser original y valioso, y es el que posibilita que el resultado sea, a su vez, nuevo y meritorio.

Flanagan centra su atención reflexiva en el producto final, que es creativo porque, esencialmente, es novedoso. Lo novedoso, por serlo, se aleja de lo convencional, de lo establecido y de lo previsible.

Actividad 3: Responde en tu cuaderno

¿Puede ser creativo un producto sin serlo el creador del mismo?

¿Puede una persona ser creativa sin utilizar un procedimiento destinado a tal fin?

3. Persona creativa, pensamiento creativo

La definición de Guilford se centra en el denominado pensamiento divergente como elemento clave de una personalidad creativa.

Analizar las características de este tipo de pensamiento nos obliga, en primer lugar, a dilucidar qué se entiende por pensamiento convergente, tipo de pensamiento diametralmente opuesto al mencionado.

Para el pensamiento divergente, la respuesta puede ser múltiple y, por tanto, también lo serán los procedimientos que den lugar a las mismas.

El ejemplo propuesto constituye la aplicación práctica de una técnica creativa propia del pensamiento divergente que es conocida con el nombre de técnica de revisión de supuestos e inversión.

Guilford concreta en tres las características propias del pensamiento divergente. Estas características son las siguientes: fluidez, flexibilidad y originalidad.

Actividad 4 y 5

RETO 1: Quitar solo tres cerillas para conseguir el número cuatro. Las cerillas no se pueden mover. Tenéis 5 minutos antes de que explote la bomba.

RETO 2. Depositar el agua de los dos vasos en el cubo teniendo en cuenta que es necesario poder diferenciar qué agua pertenece a cada vaso. No se pueden meter los vasos dentro del cubo, solo el agua.


4. Fases de la creatividad

El proceso creativo, pese a estar condicionado por el tipo de producto resultante, se caracteriza por poseer una serie de fases que son comunes a todo proceso con independencia de que el resultado final que se pretenda sea una pieza musical, una escultura, un trabajo para clase o una jugada de ajedrez ingeniosa. Henri Poincaré concretó en cuatro las fases de dicho proceso.

Fase de preparación, fase de incubación, fase de iluminación, fase de verificación.

Estas fases poseen una serie de peculiaridades que deben respetarse para favorecer la creatividad del proceso y, por tanto, la creatividad en su conjunto.

La propuesta de Poincaré es conocida como proceso intuitivo o insight.

Marie Curie y Poincaré conversando en la Conferencia Solvay de 1911.

Actividad 6: Responde en tu cuaderno

¿Qué tipo de pensamiento ejercitamos en nuestro estudio?

¿Y a la hora de preparar un examen?

¿Propicia la escuela el pensamiento divergente?

¿Supone el uso del pensamiento divergente la anulación del pensamiento convergente? Justifica la respuesta.

Actividad 7: Actividad grupal

Aplicad los criterios de fluidez, flexibilidad y originalidad a alguna cuestión de actualidad que requiera, para su solución, de una propuesta creativa.

5. Obstáculos a la creatividad

¿Cuáles son los principales obstáculos que impiden o dificultan que podamos ser creativos? Centraremos la respuesta a este interrogante relacionado creatividad con lo que se entiende en psicología por zona de confort.

Supongamos el caso de un joven que todos los fines de semana hace el mismo plan de diversión con sus amigos. Él no se aburre con ese plan, pero tampoco le aporta nada especial. Simplemente, se deja llevar por la rutina y es incapaz de innovar en su ocio. Nos encontramos ante una situación de zona de confort perjudicial para el que la experimenta. A este joven se le puede aplicar el refrán que afirma que «más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer». Estar atrapados en nuestra vida cotidiana por esa zona de confort constituye uno de los mayores obstáculos para que los jóvenes puedan y sepan adentrarse en entornos creativos y puedan desarrollar una mentalidad creativa.

REFLEXIONES PARA AFIANZAR LA ZONA DE CREATIVIDAD

1. Delimitar nuestra zona de confort con el objetivo de clarificar sus aspectos positivos y aquellos otros que nos impiden crecer como personas.

2. Identificar cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestra personalidad. Generalmente, es más eficaz potenciar nuestros aspectos positivos que luchar por disminuir aquellos que no lo son. Supongamos que consideramos nuestra capacidad de sacrificio como un punto fuerte de nuestra forma de ser y al mismo tiempo que nuestra timidez nos limita; si potenciamos esa capacidad de sacrifico ayudando a otras personas, conseguiremos que nuestra timidez vaya disminuyendo. Planteamos, así, una lucha personal positiva y sensata.

3. Diversificar los intereses y las relaciones personales. La zona de confort nos inclina a divertirnos de la misma manera y a relacionarnos con las mismas personas.

4. Ensayar nuevas soluciones ante problemas que se presentan de manera continuada. Einstein escribió: «Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Supongamos que siempre obtenemos una nota insatisfactoria en una asignatura. La persona creativa analizará qué debería cambiar —y no esperar a que lo hagan otros— para invertir ese orden de sucesos.

5. Reconocer el valor de la imaginación en los procesos creativos y fomentarla. La imaginación es una facultad cognoscitiva del ser humano que le permite superar las barreras espacio-temporales y trasladarse así, desde su interior, a otros lugares y a otros tiempos. La imaginación, por tanto, cumple diferentes funciones.

Funciones de la imaginación:

Compensatoria. Usamos la imaginación de manera compensatoria cuando, aburridos, nos imaginamos y situamos en lugares más agradables.

Lúdica. La imaginación tiene una función lúdica: se activa para dar rienda suelta al disfrute que puede provocarnos un juego.

Crítica y utópica. La imaginación se vuelve crítica —contra todo aquello que nos parece injusto— y utópica —cuando ideamos un mundo en el que reina esa justicia que falta.

Creadora. La imaginación creadora, que es la que nos interesa aquí, no busca un resultado concreto; imagina por imaginar, para posibilitar el acto creador: es propia de artistas y científicos, que gracias a ella vislumbran aspectos de la realidad que pasan desapercibidos para el resto. ¿Cómo fomentar la imaginación creadora? La respuesta nos lleva a otros interrogantes: ¿realizamos actividades que no tengan, en apariencia, una utilidad práctica? ¿Nos gusta observar un atardecer? ¿Leer por el solo gusto de leer? ¿Pasear por el mero hecho de pasear? ¿Reflexionar, aunque no encontremos respuestas claras y precisas? Si la respuesta es no, deberíamos revisar nuestro concepto de utilidad para potenciar con ese tipo de actividades, en apariencia inútiles, nuestra actividad creadora.

Actividad 8 Actividad TIC

Actividad grupal. Realizad un anuncio publicitario en formato digital aplicando las fases descritas por Poincaré.

Ud 9. La creatividad

Recursos didácticos

Presentación de la UD