UD 10. La sexualidad

¿Qué es la sexualidad?

La Organización Mundial de la Salud define la sexualidad como aquella “dimensión humana en la que se integran elementos corporales, psicológicos, afectivos, intelectuales, éticos y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor”.

Algunas de las características de la sexualidad son:

- Todo nuestro cuerpo y no solo una parte de él, es sexuado.

- Somos sexuados, es decir, con intereses y conductas sexuales en todas las edades.

- La sexualidad no se reduce sólo a la reproducción sino que también es una forma privilegiada de disfrutar y obtener placer.

- La sexualidad es un importante factor de equilibrio en el individuo y repercute en todos los aspectos de la personalidad.

Aunque la sexualidad ha preocupado y ocupado siempre al ser humano hasta finales del siglo XIX no comenzó a ser estudiada de un modo científico. Hasta entonces era un tema “prohibido” (tabú) para quienes no quisieran ser tachados de obscenos o de inmorales. Durante siglos la sexualidad ha sido calificada como uno de los instintos más vergonzosos del género humano, algo de lo que era mejor no hablar, sobre todo, en el caso de las mujeres.

Entre los primeros investigadores de la sexualidad destacan:

- Havelock Ellis (1.859-1.939) sus investigaciones ayudaron a eliminar muchos prejuicios en materia sexual. Aportaciones: las mujeres sienten las mismas necesidades y apetitos que los hombres, sin que ello las convierta en lujuriosas o moralmente descarriladas; y que muchos trastornos sexuales no se deben a causas orgánicas sino psicológicas.

- La obra de Sigmund Freud (1.856-1.939) ejerció una gran influencia en la evolución del pensamiento occidental acerca de la sexualidad. Para Freud la sexualidad es uno de los aspectos más relevantes en la estructuración de la personalidad, las relaciones interpersonales, la salud y la enfermedad. Este autor considera que una excesiva represión de la sexualidad tiene efectos perniciosos sobre el equilibrio psicológico. Como los deseos sexuales deben armonizarse con la estructura social, el conflicto entre aquellos y ésta hace que el individuo tenga que controlar y reprimir sus impulsos. En ocasiones, esa represión, que aísla el deseo en el inconsciente, puede llegar a generar trastornos histéricos. Entre las aportaciones de Freud a la consideración de la sexualidad destacamos:

- Desvela la existencia de una sexualidad infantil que es precursora de la sexualidad adulta, destruyendo el tópico de que la sexualidad comienza en la pubertad.

- Habla abiertamente de la masturbación y de las fantasías sexuales.

-Considera que algunas experiencias sexuales traumáticas, y otros aspectos y conductas sexuales, de la infancia, están en el origen de muchas patologías neuróticas aparecidas en la edad adulta.

-Descubre la sexualidad como motivación primaria biopsicológica de la conducta y establece el concepto de líbido (pulsión sexual).

- Alfred Kinsey (1.894-1.956) Su gran aportación fue el hecho de que la sexualidad también se puede investigar desde un punto de vista estadístico y científico. Algunos de sus informes provocaron un enorme escándalo social debido a las cifras que arrojaban de infidelidad, homosexualidad o prácticas sexuales que hasta entonces eran consideradas como minoritarias.

- W.H. Masters y V.E. Johnson (ginecólogo y psicóloga) En sus análisis de casos y recogida de datos se centraron en el estudio de la reacción corporal durante los episodios sexuales, distinguiendo varias fases en la respuesta sexual: deseo, excitación, meseta (aumento de la presión sanguínea y los ritmos respiratorio y cardiaco), orgasmo y resolución (retorno gradual al estado de reposo).

Aspectos neurofisiológicos de la sexualidad.

Los activadores de la conducta sexual implican a diferentes sistemas neurofisiológicos del cuerpo humano: los sentidos que captan estímulos, el tálamo e hipotálamo que libera citoxina (hormona del amor) para que la hipófisis la vierta en el torrente sanguíneo, ordenando a las glándulas suprarrenales, testículos y ovarios, que comiencen la producción de hormonas (testosterona en el hombre y estrógeno en la mujer), esenciales para que se encienda la libido pues elevan la excitación y refuerzan el circuito emocional del cerebro. La adrenalina, hormona de las glándulas suprarrenales, pone en marcha el proceso dinámico del enamoramiento. En milésimas de segundos se difunde a través de la sangre, favoreciendo la irrigación del corazón y el cerebro.

Determinadas zonas del cuerpo humano son muy sensibles y proporcionan un mayor nivel de placer: son las zonas erógenas. Entre éstas, las principales son la cara interna del cuello, las orejas, la boca, los labios, los senos, la cara interna de los muslos y los órganos genitales y sus zonas cercanas.

La sexualidad está muy asociada a la capacidad de reproducción, pero como hemos visto antes, es mucho más que eso, pues la capacidad reproductiva se limita a un determinado periodo: en el caso de las mujeres, a un lapso comprendido entre los 11/15 y los 45/50 años. Por otra parte, la ingeniería humana es capaz de llevar a cabo la reproducción al margen de las relaciones sexuales mediante la fecundación artificial y la fecundación “in vitro”.

Dimensión psicológica de la sexualidad.

La sexualidad humana puede ser considerada desde una perspectiva biológica, pero, en el contexto de las relaciones humanas, eso está lejos de agotar todas las consideraciones científicas pues no somos un animal más, nuestra mente no permanece al margen de lo que ocurre en nuestro cuerpo, y la fisiología no es el único factor que condiciona la sexualidad.

La sexualidad humana supera el aspecto instintivo (biológico), el mecanicismo y las épocas de celo que observamos en los animales, entrando en juego elementos afectivos, comunicativos y de relación. Su finalidad no se limita a la mera reproducción, sino que desempeña un papel fundamental en la elección de pareja y en la posterior relación con ella, pues un buen entendimiento en el aspecto sexual refleja también un buen entendimiento en otros aspectos de la vida en pareja y contribuye a consolidar una relación estable y satisfactoria. La sexualidad juega un papel muy importante en las relaciones humanas, por ello, debe ir acompañada de un cuidadoso respeto hacia el otro y hacia su libertad.

El ser humano es capaz de enfocar la sexualidad de modos muy diversos que van desde las patologías más traumáticas (neurosis histérica o el sadismo de los violadores) hasta la sublimación de mayor reconocimiento cultural (arte).

Nuestra sociedad es cada vez más consciente de la importancia de preservar y respetar la libertad sexual de las personas, y por ello, existe también una mayor sensibilización frente a todo tipo de abusos sexuales (acoso, violación, abuso de menores, etc.)

Actividades.

  • Lectura y comentario de texto sobre la dimensión psicológica de la sexualidad:

  • “La sexualidad vivida satisfactoriamente hace más fácil la comprensión de los demás, la eliminación de la rigidez y el moralismo. Es también una fuente de equilibrio y armonía para la persona. Es, en definitiva, una fuente de amor a la vida, de biofilia, de actitud positiva ante sí mismo, los demás y las cosas”. (F. López: Para comprender la sexualidad)

  • ¿Qué debemos entender por libertad sexual?

La vivencia de la sexualidad en el ser humano. La conducta sexual.

La vivencia de la sexualidad adopta diversas formas, actitudes y enfoques:

- La masturbación: es la estimulación de los órganos genitales o de zonas erógenas para proporcionar goce sexual. Es una práctica muy frecuente en la adolescencia, pero se produce en todas las edades de la vida.

- La heterosexualidad es la relación sexual entre personas de distinto sexo (un hombre y una mujer). Es la conducta sexual más habitual.

- La homosexualidad es la relación sexual entre personas del mismo sexo (dos hombres o dos mujeres). Puede ser ocasional, bisexual o absoluta (preferencial). Se estima que es una opción sexual elegida de manera exclusiva por un porcentaje de la población adulta que estaría en torno al 5 %. Deben desterrarse para siempre los calificativos de “enfermedad”, “perversión” o “desviación” para esta conducta sexual.

- Se habla de bisexualidad cuando se dan relaciones sexuales con personas del mismo sexo y de diferente sexo. Sobre el 5 % de la población tiene algunas características bisexuales.

- Otras manifestaciones sexuales minoritarias serían el travestismo (tendencia a imitar comportamientos y formas de vestir del sexo opuesto); transexualismo (adquirir caracteres sexuales del sexo opuesto); sadomasoquismo (obtener placer sexual infligiendo o recibiendo castigos como golpes, azotes o malos tratos); fetichismo (el objeto sexual de placer es sustituido por determinadas prendas de vestir u objetos materiales de las personas por las que se siente atracción); voyeurismo (el placer se obtiene contemplando escenas eróticas en las que no se interviene); exhibicionismo (el placer se obtiene exhibiendo los atributos sexuales a otras personas).

La sexualidad en la adolescencia.

Al llegar la adolescencia, el organismo humano alcanza la madurez sexual fisiológica pero, como el ser humano no es solamente fisiología animal, aún no ha llegado la maduración psicológica y afectiva que hacen propiamente humano el ejercicio pleno de la sexualidad. Los adolescentes deben afrontar el reto de conocer y dominar su sexualidad, sin represiones de tipo puritano, aunque sin caer en el capricho irresponsable. Deben aprender a enfocar su sexualidad para que pueda ser vivida de una manera plena y gratificante, fundamentada en el afecto, la responsabilidad y el respeto mutuo.

Actividades

Trabajo en grupo. Investigación acerca de las necesidades de información de los adolescentes actuales con respecto a la sexualidad. Puesta en común.

Enumera los riesgos más frecuentes de la sexualidad en la adolescencia y sus causas.

¿Qué retos debe afrontar el adolescente con respecto a la sexualidad?

Las enfermedades de transmisión sexual. (E.T.S.)

Las E.T.S. son aquellas que se propagan de manera preferente a través de la relación o el contacto sexual. Las puertas de entrada más habituales de los gérmenes patógenos (bacterias, virus o protozoos) se encuentran en los genitales (pene, vulva, cuello del útero, etc.), aunque según la práctica sexual de cada individuo o pareja, pueden convertirse en puertas de entrada de gérmenes los labios, la boca, la faringe, las manos, el recto, etc.

Las principales enfermedades de transmisión sexual son la sífilis, la gonococia (gonorrea o blenorragia), el herpes genital, la verruga genital, la hepatitis B y el SIDA.

Actividad

Investiga sobre algunas enfermedades de transmisión sexual. Realiza una presentación. Exposición en clase.

¿Cómo se pueden afrontar y evitar las E.T.S.?

Aspectos socioculturales de la sexualidad.

El comportamiento sexual está condicionado en parte por los factores socioculturales en el que se desarrolla el individuo. Los roles asignados a hombres y mujeres en función del sexo marcan formas de comportamiento diferentes a la hora de afrontar la sexualidad. Por otra parte, el puritanismo del siglo XIX conformó una actitud represiva o prohibitiva con respecto a la sexualidad, produciéndose una castración cultural pues se consideraba a la sexualidad sólo como un bien productivo, es decir, destinado a la procreación. En la década de 1.960 se produce una corriente de permisividad que hizo vivir la sexualidad como una reivindicación y una liberación.

Después, con el desarrollo de la sociedad de consumo, la sexualidad, al igual que otros aspectos de la vida humana, ha sido manipulada para ponerse al servicio de los intereses económicos, produciéndose una comercialización del sexo, es decir, el sexo como objeto de consumo (pornografía, etc.)

Desde la psicología clínica se viene observando en los últimos años una tendencia a la práctica del sexo desligado de todo compromiso emocional o enamoramiento. Es lo que podríamos denominar el “sexo sin compromiso”, utilizado como un mero objeto de consumo en relaciones despersonalizadas y fugaces que se entablan únicamente con un objetivo sexual. Estos comportamientos pueden desembocar en problemas de adicción y otros trastornos psicológicos (frustración, sentirse tratado como un objeto,...)

Hemos de tener en cuenta que la sexualidad bien integrada en una relación interpersonal plena basada en el afecto y el reconocimiento de uno mismo y del otro como personas, se convierte en fuente de riqueza y satisfacción, mientras que, por el contrario, su uso inadecuado puede conducir a importantes sufrimientos.

Las disfunciones sexuales.

Se habla de disfunciones sexuales cuando se produce un funcionamiento sexual escaso, inadecuado o insatisfactorio. Las disfunciones sexuales más frecuentes son en los hombres, la impotencia, la eyaculación precoz y la falta de interés sexual; en las mujeres, la falta de deseo o de excitación sexual, la falta de orgasmo y el vaginismo.

A menudo estas disfunciones ocasionan un gran sufrimiento a quienes las padecen y entonces conviene acudir a especialistas. Algunas tienen origen orgánico y requieren de la ayuda de un tratamiento médico (farmacológico), pero otras, tienen causa psicológica (educación sexual inapropiada, falta de autoestima o temor al fracaso) y frecuentemente pueden ser subsanadas mediante un tratamiento psicológico.


Actividades

  • ¿Tú crees que la mayoría de personas con disfunciones sexuales acuden a especialistas para solucionar el problema? Reflexiona sobre esta cuestión y comenta tu punto de vista en clase.

  • AMPLIACIÓN Y DESARROLLO. Las parafilias.

  • AAMPLIACIÓN –DESARROLLO. Trabajo en grupo. Diseña y aplica un estudio sobre la conducta sexual en los jóvenes.

  • Debate en clase: ¿Qué opináis sobre el reconocimiento legal de las parejas de hecho? ¿Y de la legalización del matrimonio de personas del mismos sexo?

  • ¿Tú crees que es necesaria una educación sexual desde la infancia? Razona la respuesta.

  • ¿Qué tipo de educación sexual darías a tus hijos e hijas? Ver algunos folletos sobre Educación sexual.

  • Debate. La prostitución: ¿regulación o prohibición?