UD 7. Estados de conciencia

¿Qué es el psicoanálisis?
Un recorrido por la vida y las ideas de Sigmund Freud, desde su nacimiento en Viena – en la segunda mitad del siglo XIX- pasando por su carrera como médico, sus primeros viajes a las partes desconocidas del psiquismo, y la evolución gradual de sus teorías sobre el inconsciente, los sueños y la sexualidad.

El descubrimiento de lo inconsciente

El estudio de los procesos mentales plantea grandes dificultades. La única vía está en el estudio de la conciencia y el pensamiento. Aunque se plantea otro problema, la mente es algo mucho más amplia de lo que nos parece pues sólo somos conscientes de una pequeña parte. El resto es lo que denominamos el inconsciente. Pero, ¿cómo podemos saber que existe un aspecto inconsciente, si se caracteriza porque no nos damos cuenta de él y escapa a nuestro conocimiento? Sigmund Freud (1.856-1.939) plantea algo inquietante: ¿hay algo en mi mente que yo ignoro? ¿Afecta a mi comportamiento y elude a mi control? ¿En qué se basa Freud para defender la existencia de lo inconsciente?

Curiosamente en la observación, pero no en la experiencia reflexiva simple que tenemos de nuestro propio conocimiento. Freud se había percatado de una serie de hechos que resultaban inexplicables si no se admitía la existencia de procesos inconscientes en nuestro pensamiento y que, si embargo, resultaban perfectamente comprensibles con esa hipótesis. Las situaciones en las que esto se pone de relieve las encontró Freud en la sugestión posthipnótica, en los sueños, la histeria, las bromas y los actos fallidos.

Entre los actos fallidos, los más conocidos son los “lapsus linguae”, aquellas ocasiones en que confundimos una palabra o un nombre por otro. A estas situaciones no le damos importancia y no buscamos ninguna explicación más compleja que la de un despiste. Sin embargo, es fácil constatar que normalmente lo que ocurre es que tenemos nuestra mente en otra cosa y que ese pensamiento más fuerte y profundo se revela, se nos escapa y sale a la conciencia. Así puede interpretarse, por ejemplo, lo que ocurrió cuando un político que pretendía decir “deberíamos cobrar menos”, proclamó “deberíamos robar menos”. Otro tipo frecuente de acto fallido consiste en ir a un lugar a buscar algo y olvidar lo que pretendíamos encontrar...

Componentes del psiquismo humano.

A lo largo de su vida Freud estableció dos modelos para comprender la mente humana. En el modelo topográfico habla de tres niveles de conciencia:

a) Consciente: percepciones, recuerdos y pensamientos que están presentes en la conciencia en cada momento. Son objeto de nuestra percepción.

b) Preconsciente: compuesto por recuerdos que no forman parte de los pensamientos actuales, pero que pueden traerse al consciente. Es como un fichero al que recurrir cuando necesitamos recordar nombres de personas, relaciones, términos, operaciones, etc.

c) Inconsciente: contiene todos los recuerdos, impulsos, deseos y elementos que se ignoran en el presente. Parte de este material inconsciente nunca formó parte de la conciencia, pero otra gran parte está formada por experiencias que causaron tanta ansiedad que fueron expulsadas de ella. Es la zona más profunda de la mente humana.

Entre estos niveles hay conflicto. Los elementos del inconsciente resultan inaceptables o amenazadores para el sujeto desde el punto de vista ético, pero influyen en nuestro comportamiento sin que seamos conscientes de ello. Otras veces, quieren penetrar en la conciencia, pero entre el preconsciente y el consciente existe una especie de barrera o censura cuya función es reprimirlos e impedir su entrada. No obstante, algo de este material reprimido puede llegar a ser consciente cuando la censura baja la guardia, (durante el sueño o momentos de fatiga.)

Mediante la interpretación de los sueños o de los actos fallidos se puede llegar a conocer la naturaleza de los conflictos internos.

A partir de 1.920, Freud formula un nuevo modelo de psiquismo humano, el modelo estructural.

Según este modelo, en el individuo se produce un conflicto entre los impulsos biológicos (agresivos - Tanatos y de búsqueda de placer - Eros), y las limitaciones sociales que los coartan tales como las exigencias de la realidad exterior y las restricciones morales. La conducta humana, y la personalidad, serían el resultado del esfuerzo por resolver este conflicto básico: expresar los impulsos de modo que puedan satisfacerse sin acarrear culpa o castigo. Según este modelo Freud concibe el psiquismo humano como una estructura compuesta de tres instancias psíquicas o componentes, a modo de personalidades o “personajes”, que entran en conflicto, y cuyas relaciones dan lugar a las características de la vida psíquica del sujeto.

a) El ELLO: es la región de los instintos, los impulsos físicos y psicológicos, “un caos, un caldero de excitación latente”, que existe desde el nacimiento y es inconsciente. En el ELLO rige el principio del placer, los impulsos que lo forman tienden a una satisfacción inmediata. A lo largo de toda la vida el ser humano no deja de sentir la influencia de estos impulsos difíciles de controlar, y que no se atienen a ninguna norma social ni moral. Existen dos tipos de impulsos (pulsiones, instintos): EROS o vida (hambre, sed, sueño, afecto, colaboración, ternura, unir, deseo de placer o libido, deseo sexual, amor, amistad...) y TANATOS o muerte, impulso a retornar a un estado de quietud preorgánico (agresividad, destrucción, dominio, odio, aniquilar, competir, posesión, violencia...) (YO QUIERO / ME APETECE)

b) El YO: está formado por nuestras percepciones conscientes, nuestros pensamientos, juicios y recuerdos. Es la parte más racional del psiquismo. El YO se desarrolla mediante el contacto con el mundo real pues el sujeto se da cuenta de las limitaciones que la realidad impone al cumplimiento de los deseos (enfrentamiento deseos – realidad.) El YO está gobernado por el principio de realidad que busca la adaptación al mundo externo (realismo práctico.) Las tareas más importantes del YO son la autoconservación del individuo, la adaptación a la realidad y el control de las tensiones internas, marcando metas y aspiraciones. El YO hace de mediador entre los impulsos del ello y las exigencias del SUPERYO. Mediante la represión y la transformación de los impulsos en conductas socialmente aceptables, el YO intenta satisfacer al SUPERYO.

c) El SUPERYO: representa los valores que los padres y otros componentes de la sociedad comunican al niño como pautas ideales de conducta. Es el “peso de la cultura”: imposiciones y prohibiciones, normas morales, leyes, etc. interiorizadas a modo de autoridad. En el SUPERYO rige el principio del deber. Es la instancia represora, soporte de prohibiciones y obligaciones, una especie de censura que inspira el sentimiento neurótico de mala conciencia, culpabilidad y de autocastigo. La tarea del SUPERYO es señalar al YO como debe actuar, es decir, actúa como conciencia moral y como ideal para premiar la propia conducta. Las demandas del SUPERYO se oponen a menudo a las de ELLO, entonces el YO lucha para reconciliarlos, media entre las demandas del ELLO, las exigencias del SUPERYO y las limitaciones del mundo externo. El SUPERYO evalúa (juzga), critica y sanciona (premia o castiga.) Si el YO no cumple las exigencias del SUPERYO, aparecen los sentimientos de culpa. (YO DEBO)

La represión y la sublimación.

Las teorías de Freud levantaron una gran polémica en su época por considerar que cuestionaban los criterios morales vigentes. Después han sido objeto de minuciosas críticas que ponen en duda muchos de sus aspectos y se muestran escépticas con algunas explicaciones que el psicoanálisis hace del psiquismo humano.

Uno de los aspectos de la teoría freudiana que más oposición encontró es lo relativo a la sexualidad. Según Freud, el impulso que más nos vemos obligados a reprimir es el deseo sexual (represión). Por este motivo, buena parte de nuestro inconsciente oculta impulsos amorosos que mantenemos

ocultos incluso a nuestros propios ojos. Nuestros deseos más profundos a menudo resultan incompatibles con la necesaria armonía social, de modo que llegamos a negarnos su misma existencia. ¿Por qué se produce la represión?

En lo inconsciente, lo que domina es el principio del placer; en lo consciente, el de realidad. Nuestro ELLO tiene deseos que busca satisfacer sin preocuparse de si es posible o no. El YO, por censura del ELLO, se ve obligado a frenar - reprimir todo aquello que resulta incompatible con nuestro entorno. La subordinación del principio del placer al principio de realidad se produce mediante el proceso psíquico denominado sublimación, en el que los deseos insatisfechos reconvierten su energía en algo útil o productivo, en algo moral y socialmente reconocido (arte, deporte, juego, literatura, etc.)

No obstante, la represión y la sublimación ocultan o transforman (canalizan) el deseo - impulso, pero no lo eliminan, y cuando este impulso es suficientemente poderoso termina encontrando un modo de salir a la luz y origina síntomas de neurosis y otras enfermedades.

Ocurre así en ocasiones, algunas enfermedades son el resultado de la necesidad de atenciones: el progenitor que pasa la vida velando por los demás, y un día descubre que cuando está enfermo es el centro de atención y encuentra colaboración en sus tareas habituales, puede recurrir a una somatización o trastornos de carácter histérico (dolores reumáticos, gripes, diarreas, jaquecas,...) que, aunque son vividos como físicos, tienen un origen mental; y por tanto los malestares pueden ser de carácter psicosomático.

Los sueños, la asociación libre y la terapia psicoanalista.

Según Freud, la misión del sueño es proporcionar descanso, pero cuando dormimos, el YO reduce su vigilancia y deja que afloren en el consciente nuestros deseos ocultos. Los sueños por tanto representan básicamente el cumplimiento de anhelos, son la realización disfrazada de deseos reprimidos. Así, por ejemplo, cuando tenemos sed soñamos que estamos bebiendo, de manera que tiende a desaparecer el estímulo y se evita que nos despertemos. Cuando el sueño realiza un deseo que resulta inadmisible o repugnante moralmente, se desencadena angustia: la pesadilla consigue así criticar el sueño como si el soñador no lo considerara propio, desmarcándose de él.

El psicoanálisis utiliza la interpretación de los sueños o de los actos fallidos para poder llegar a conocer la naturaleza de los conflictos internos. Uno de los objetivos del psicoanálisis consiste en traer a la conciencia el material inconsciente para que el individuo lo afronte, en vez de que influye en su conducta sin que él lo advierta.

En la interpretación de los sueños, Freud distingue entre su contenido manifiesto (el mensaje tal como se presenta) y el latente (significado más profundo.) Esta terapia consiste en analizar los sueños con la ayuda del paciente, para hacer posible encontrar pistas que indiquen cuales son los problemas reprimidos y dónde se encuentra su origen.

Otra técnica psicoanalista utilizada por Freud y modificada después por Jung es la asociación libre: el analista sugiere al paciente que se deja llevar por las ocurrencias espontáneas y vaya narrando todo lo que se le ocurre, sin juzgar, ni criticar; pudiera ser que el paciente se bloquee ante determinados asuntos o caiga en reiteración sobre otros, dando pistas al analista para descubrir el origen del conflicto.

El paciente, más allá de buscar la causa de su trastorno (diagnóstico), confía en que el psicoanalista disponga de una técnica que permita la solución del problema. Freud, junto a Breuer, utilizó la hipnosis, pero resulto ineficaz pues no era aplicable a todos los casos ni lograba la profundidad necesaria; además, los cambios logrados por sugestión hipnótica eran transitorios y los síntomas reaparecían al cabo de un tiempo.

Freud elaboró una estrategia terapéutica mejor: el análisis. Esta técnica, basada en una relación afectiva entre el médico y el paciente, consiste en remontar hasta el origen del trauma y resolverlo. Se trata de “hacer consciente lo inconsciente”, pero esta técnica exige cautela, deseo de curación y la madurez necesaria para afrontar aquello que, en un momento dado, se enquistó, originando después el conflicto con diferentes manifestaciones. El psicoanálisis busca las represiones y suprimirlas mediante un juicio que aceptase o condenase definitivamente lo excluido por la represión. La ventaja de esta terapia es que va al origen del mal y a la raíz del problema, pero tiene el inconveniente de que puede prolongarse durante años.

Las teorías de Freud han levantado controversia, pero en parte son aceptadas por la psicología porque han favorecido una mentalidad más abierta y comprensiva con la sexualidad humana para entender a las personas y por la importancia de las experiencias de la infancia para el desarrollo posterior de la personalidad.

Los grados de conciencia y la conciencia patólógica.

Según J. Delay y P. Pichot, en el ser humano se pueden dar los siguientes grados de conciencia: vigilancia excesiva, vigilancia atenta, vigilancia relajada, ensoñación, sueño ligero, sueño profundo y estado de coma.

El ser humano plenamente consciente es un ser que se autoposee, valora, analiza, sintetiza, elige desde la responsabilidad y se autorregula con equilibrio. La conciencia humana vive dos posibilidades: la conciencia ordinaria y la conciencia patológica.

La conciencia patológica se caracteriza por alteraciones graves, entidades noxólógicas que abarcan desde la neurosis a la idiocia, pasando por la histeria, la psicosis y las demencias, y que producen desestructuración de la conciencia.

La sintomatología de la conciencia patólógica es muy diversa: somnolencia, confusión, sopor, obnubilación, coma, estados crepusculares y alteraciones del propio cuerpo (ansiedad, estados tóxico-infecciosos, anorexia mental, psicosis infantil...)


Actividades

¿Cómo valoras el papel que Freud asigna al impulso sexual en su concepción del psiquismo humano?

Distingue entre proceso patológico psicosomático y somatopsíquico. Ejemplos.

Una de obra de Freud lleva por título, “el malestar en la cultura”. Describe el significado de tal expresión teniendo en cuenta las teorías de Freud.

¿En qué consiste la terapia del Psicoanálisis? ¿Qué técnicas utiliza Freud y el Psicoanálisis en sus diagnósticos?

¿Por qué motivos descartó Freud la hipnosis como método terapéutico?

¿Qué otra técnica terapéutica desarrolló Freud?

¿Qué ventajas e inconvenientes presenta el análisis?

TRABAJO EN GRUPO. Película “Pasión secreta”. Puesta en común.

AMPLIACIÓN Y DESARROLLO. Trabajo en grupo: Investigación. ¿Cómo afectan determinadas drogas a la conciencia? Exponer en clase.