POR QUÉ ESTÁS TAN INTERESADO O INTERESADA EN SALIR
Todo el mundo está interesado en salir; nadie está interesado en entrar, porque en el momento en que te planteas entrar, te acuerdas de muchas cosas que tienes ahí escondidas. Fuiste tú y nadie más que tú quien las acalló, por eso sabes perfectamente que la ira, el odio, el sexo, la codicia y la envidia están ahí... Hay miles de cosas hirviendo y borboteando que en cualquier momento pueden explotar. Es mejor salir que entrar; es mejor evadirse a cualquier parte y has probado muchas maneras de hacerlo.
Las gentes quieren mantenerse ocupadas, y si no tienen nada que hacer, buscarán una cosa u otra en que entretenerse. Puede que se pongan a releer el mismo periódico. Si la primera vez sólo había tonterías, ¿por qué has de leerlo de nuevo? No tienes nada que hacer, pero te gustaría hacer algo porque cada vez que estás sin hacer nada, de repente la energía empieza a volverse hacia dentro; sólo se quedará fuera si tiene algo a que aferrarse.
Cuando estás inactivo y solo, sientes desasosiego. Te gustaría ir al club, al teatro o simplemente a pasear por el mercado para mantenerte ocupado. Al menos pasear, ver las tiendas, mirar los escaparates o hablar con la gente de cosas absolutamente intranscendentes, pues ni tú necesitas hablar ni ellos escuchar; pero la gente no para de hablar sin saber por qué; buscan algo donde aferrarse.
La gente se mantiene ocupada aunque no tenga nada que hacer, y tal vez diga que le gustaría descansar; pero nadie quiere descansar porque entonces el descanso se convierte automáticamente en meditación y empiezas a volverte hacia dentro. Empiezas a desplazarte hacia tu núcleo interno y el miedo se apodera de ti. Te asustas, y por eso vas al mercado o al club; te haces miembro del Rotary Club o del Lions Club -hay miles de estupideces a tu alrededor para perder el tiempo con ellas.
Haz algo, y si no encuentras nada que hacer o ser un rotario es difícil o no eres lo bastante rico para ir al restaurante, puedes ir a la iglesia, la mezquita o el templo, que por lo menos son gratis. Allí puedes cantar: «Haré Krishna, Haré Rama» y mantenerte ocupado. O puedes escuchar a un estúpido sacerdote repitiendo las mismas cosas una y otra vez; pero al menos estás ocupado. Mantente ocupado. Sigue proyectándote hacia fuera y aférrate a algo externo, pues si no te aferras, de repente la energía empieza a dirigirse hacia dentro.