DE LA RELAJACION A LA MEDITACION

Es posible poner un interruptor en la mente para apagarla cuando no se la necesite. Es útil en dos sentidos: porque te proporcionará una paz, un silencio, que nunca antes habías conocido, y un conocimiento que, por causa de la mente charlatana, no ha sido posible. Te ha mantenido siempre ocupado. Y en segundo lugar, porque también le dará descanso a la mente. Y si podemos darle un descanso a la mente, será más capaz de hacer las cosas más eficientemente, más inteligentemente.

Así que te beneficiarás por ambos lados (por el lado de la mente y por el lado del ser); sólo tienes que aprender cómo parar el funcionamiento de la mente, cómo decirle: «Ya es suficiente; ahora vete a dormir. Yo estoy despierto, no te preocupes.» Utiliza la mente cuando la necesites, y entonces estará fresca, joven, llena de energía y gracia. Entonces todo lo que digas no será tan sólo huesos secos; estará lleno de vida, lleno de autoridad, lleno de verdad, sinceridad, y tiene un enorme significado. Puedes estar utilizando las mismas palabras, pero ahora la mente ha recogido tanto poder descansando que cada palabra que utiliza se convierte en fuego, se convierte en poder.

Lo que en el mundo se conoce como carisma es simplemente una mente que sabe cómo relajarse y dejar que la energía se recupere, así que cuando habla es poesía, cuando habla es evangelio, cuando habla no necesita dar evidencia o lógica alguna; tan sólo su propia energía es suficiente para influir en la gente. Y la gente siempre ha sabido que hay algo... aunque nunca haya sido capaz de concretar lo que ha llamado carisma.

Quizá sea yo quien por primera vez te esté diciendo qué es el carisma, porque yo lo sé por mi propia experiencia. Una mente que trabaje día y noche tiene que estar débil, apática, inexpresiva, arrastrándose de alguna manera. Como mucho, es utilitaria; te puede servir para comprar verduras. Pero no da para más. Así que millones de personas que podrían ser carismáticas se mantienen pobres, inexpresivas, sin ninguna autoridad, sin ningún poder.

Si es posible dejar la mente en silencio y utilizarla solamente cuando se la necesite (y lo es), entonces vuelve con una fuerza impetuosa. Ha reunido tanta energía que cada palabra pronunciada va directamente a tu corazón. La gente piensa que esas mentes de personalidades carismáticas son hipnóticas; no es así. En realidad son tan poderosas, tan frescas... siempre es primavera. Esto en lo que concierne a la mente.

En lo concerniente al ser, el silencio abre un nuevo universo de eternidad, de inmortalidad, de todo lo que puedas imaginar como felicidad, bendición; de ahí mi insistencia en que la meditación es la religión esencial, la única religión. No se necesita nada más. Todo lo demás es ritual no esencial.

La meditación es justamente la esencia, la mismísima esencia. No puedes restarle nada. Y te proporciona ambos mundos. Te da el otro mundo (el divino, el mundo de divinidad) y también te da este mundo. Así que entonces no eres pobre.