LA MENTE ES EL SUFRIMiENTO, NO EL MUNDO

Una vez un hombre acudió a Buda y le dijo... debió de haber sido un reformador social, un revolucionario. Le dijo a Buda, "El mundo está sumido en el sufrimiento. Estoy de acuerdo contigo". Buda nunca dijo que el mundo estuviera sumido en el sufrimiento. Buda dice, "Tú eres tu sufrimiento", no el mundo. La vida es el sufrimiento, no el mundo. El hombre es el sufrimiento, no el mundo. La mente es el sufrimiento, no el mundo. Pero este revolucionario le dijo, "El mundo está sumido en el dolor. Estoy de acuerdo contigo. Ahora dime exactamente qué es lo que puedo hacer. Tengo una profunda compasión y deseo servir a la Humanidad."

El servicio debió de haber sido su lema. Buda le miró y permaneció en silencio. Ananda, un discípulo de Buda, le dijo, "Este hombre parece ser sincero. Guíalo. ¿Por qué guardas silencio?" Entonces Buda le dijo a aquel revolucionario, "Quieres servir al mundo, pero ¿dónde estás tú? No veo a nadie en tu interior. Miro en ti y no hay nadie. No posees ningún centro y, a menos que poseas un centro, todo lo que hagas creará más daño". Todos tus reformadores sociales, todos tus revolucionarios, tus líderes, son los grandes engendradores de sufrimiento, los traficantes de sufrimiento. El mundo sería mejor si no existieran los líderes. Ellos no pueden ayudar. Han de hacer algo porque el mundo está sumido en el sufrimiento. Y al no estar centrados, hagan lo que hagan, creará más sufrimiento. La compasión sola no servirá, el servicio a solas no servirá. La compasión proveniente de un ser centrado es algo totalmente distinto. La compasión proveniente de una multitud es dañina. Esa compasión es un veneno