Una vez sucedió:
Ramakrishna estaba cruzando el Ganges en una pequeña embarcación con unos pocos de sus discípulos. De repente, en el medio del río, comenzó a gritar, «¿por qué me están pegando?»
Los discípulos estaban intrigados. Le dijeron: «Paramahansa Deva, ¿qué estás diciendo? ¿Nosotros, pegándote?»
Y Ramakrishna dijo: «¡Miren!» Descubrió su espalda y había en ella marcas como si alguien lo hubiera golpeado fuertemente con un palo. Estaba saliendo sangre.
Los discípulos estaban intrigados –¿qué había sucedido? Y entonces Ramakrishna señaló la otra orilla: había algunas personas golpeando a otra. Cuando llegaron a la otra orilla, se acercaron a la persona, le descubrieron la espalda ¡y las marcas eran exactamente iguales a las de la espalda de Ramakrishna! ¡Sin ninguna diferencia, exactamente las mismas! Ramakrishna se volvió uno con la persona a la que estaban golpeando. No era un observador, no estaba separado; se hizo uno con lo observado.
Éste es el significado de la palabra «empatía» en inglés. El poeta conoce la «simpatía», el místico conoce la «empatía». Cuando el místico canta es un sabor totalmente diferente, una belleza diferente, porque no es una vislumbre lejana de la verdad –él está dentro de la verdad, en su mismo centro.