Hernando de Pulgar
¿1430 - 1493?
Los claros varones de España o Los claros varones despaña, incluso Claros varones de Castilla son los títulos con los que se ha publicado esta obra de Hernado de Pulgar (o Fernán o Fernando de Pulgar, incluso del Pulgar) secretario y cronista de los Reyes Católicos. Aunque hay alguna publicación en que sus Letras aparecen aparte (en la Biblioteca virtual Cervantes,) normalmente estas aparecen publicadas en conjunto con aquella obra. Y es de estas Letras de las que queremos hablar.
Las letras de Hernando se dirigen a diferentes personalidades del momento y establecen distintos tipos de reflexión. No son escritos para leerse de golpe, sino para ir leyendo cortos fragmentos y saboreando un pensamiento, atrevido y novedoso que parece que está dando por cerrada la Edad Media y que apunta a un tiempo que todavía tardará mucho en prevalecer en Europa. Las divagaciones de Hernando presuponen un yo, pero no un yo/alma medieval, ni un yo/pensamiento cartesiano que llenará la modernidad. El yo de las Letras es un yo material y físico, que se preocupa por la felicidad, la salud y el bienvivir. Esto explica que las descripciones de "los claros varones de España" sean un análisis detallado de rasgos físicos íntimamente unidos a rasgos de carácter y a las propias obras. Pero no solo eso, al acercarse a los sujetos colectivos Hernando pone en cuestión la herencia de sangre y toma posiciones muy delicadas frente a la antigua nobleza y en defensa de los conversos judaizantes, que le causarán no pocos problemas. En la obra de Hernando, constantemente, se respira un anticipo de la tesis XI sobre Feuerbach de Marx: (de origen judío, posiblemente como también lo era el propio Hernando de Pulgar) : "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo."
Como ejemplo de esta afirmación y del pragmático pensamiento que murió apenas nacido y que podría habernos determinado otra España queden estas citas:
"Assi que para las enfermedades que vienen con la vejez hallo que es mejor yr al Phisico remediador, que al Philosopho consolador."
(Letra i, Sobre los males de la vejez)
"Bien es, señor, que tengays deuoción en los milagros de alguna casa de oración, segun lo aconseja el cuñado. Pero junto con ella no dexeys de encomèndaros a la casa de la moneda de la Curuña, o a otra semejante. Porque entiendo que allí se hacen los miragros por que vos aueys de ser libre.".
(Letra viii, del obispo de Tuy que estaua preso. Esta cita y la anterior son del ejemplar de 1543, cortesía de google)