INSTRUMENTOS DE CONOCIMIENTO.
La experiencia.
Decía Kant que todo conocimiento comienza con la experiencia. Esto no siempre se ha aceptado porque en muchas ocasiones se ha pensado que nacemos con conocimientos innatos. En todo caso, esta discusión no nos afecta mucho para lo que vamos a ver, porque todos podemos aceptar que conocemos cosas de un modo inmediato a través de la experiencia que nos ofrece los sentidos externos e interno: huelo una flor, veo un paisaje o siento hambre. La experiencia entendida de este modo simple me da noticias del mundo y de mí mismo y me permite tener un conocimiento.
Sin embargo la experiencia conlleva una serie de problemas que no son de fácil solución y que analizaremos cuando enfrentemos los temas sobre la realidad. Para los curiosos ahí va uno: ciertas drogas, situaciones, etc. me pueden producir visiones y experiencias que tienen un carácter meramente subjetivo. Y sin recurrir a ello, muchas veces los sentidos me engañan: creo conocer a alguien por la calle y al saludarlo me doy cuenta de que me había equivocado.
La reflexión.
Ahora bien, no siempre podemos tener experiencia directa de las cosas y además las experiencias que tenemos nos pueden ofrecer una información que no está contenida en el momento inmediato. Esto es fácil de entender: yo no tengo experiencia directa de lo que me ocurriría si un camión pasase por encima de mí. Sin embargo, sí que tengo experiencia de un camión en movimiento, de objetos pesados y de distintos objetos impactando. De todas estas experiencias puedo deducir nuevos conocimientos de manera aproximada, lo suficiente para que no se me ocurra hacer la prueba de ver que pasa cuando me atropella un camión. Que nadie piense que esto es algo sencillo y natural, un niño es incapaz de hacer esta deducción y corre el riesgo de no apartarse cuando viene un vehículo. La reflexión sobre mis propias experiencias es fuente, por lo tanto, de nuevos conocimientos.
El experimento:
Un tipo especial de experiencia es aquella en la que el sujeto controla la misma experiencia, sus variables, su mecánica, incluso provoca algo que por sí mismo no habría sucedido. Esta forma de experiencia que está sometida a unas condiciones ideales es a lo que llamamos experimento. Precisamente en este tipo de experiencia lo que se busca es la reflexión posterior sobre el proceso y los resultados obtenidos. El experimento no se puede separar, por lo tanto, de la reflexión.
Aún así hay cosas de las que yo no tengo experiencia y, sin embargo, tengo de ellas un cierto tipo de conocimiento: no he estado en el Tibet, pero sí que tengo conocimientos sobre él. ¿Cómo? A través de las experiencias de otros que me han sido transmitidas de alguna forma. Aquí tenemos un buen número de problemas que derivan del medio: si alguien me transmite una experiencia u otro tipo de conocimiento lo tiene que realizar por algún medio: imágenes. textos, explicaciones, etc. El medio es lo que me permite captar su información, pero en algunas ocasiones puede ser fuente de malentendidos.
Analizar qué tipos de medios hay, cómo se comportan e interactúan, es bastante complejo, no lo podemos hacer de forma exhaustiva, pero sí revisar aquellas formas de transmisión de conocimientos que consideramos más decisivas en nuestro aprendizaje: la comunicación verbal, por imágenes y la escrita.
La comunicación verbal.
Aunque el gesto ha podido ser anterior a la palabra, en el punto de evolución en que está la especie humana, se puede afirmar que es la forma genuina de comunicación. Se produce cuando al menos dos sujetos establecen un intercambio de información mediante palabras. Este intercambio puede producirse de diversos modos: desde el sermón en el que uno tiene la palabra y el resto solamente escucha (el entrenador que sale a rueda de prensa, dice lo que quiere y al final se levanta y dice: sin preguntas), hasta el diálogo donde a través de aportaciones mutuas se va avanzando en contenidos a lo largo de la conversación. Forma intermedia sería la explicación con preguntas y aclaraciones al final.
Rápidamente un matiz: aunque la comunicación verbal es fundamentalmente verbal, no es solo verbal. Según las circunstancias interferirán otros componentes que modificarán o completarán más o menos el sentido de lo hablado: gestos, contextos, tonos, volúmenes, etc. En gran medida la comunicación verbal estará condicionada por el modo en que se produzca esta comunicación. No es lo mismo una conversación presencial que a distancia. No es lo mismo ver al orador que oírlo por la radio, por ejemplo. En ambos casos oyes lo mismo, pero cuando ves directamente al orador sus gestos apoyan o refutan lo que dicen, su actitud te avisa si lo que está diciendo es interesante o trivial. Observa las siguientes conversaciones:
1. Por teléfono:
Ring, ring, riiiiiingggg
-Dígame ¿quién es?
-Hola Pepito, soy Juanito ¿vas a salir hoy de casa?
……..
2. Por teléfono
La, lalala. Lala
-Hola Juanito ¿qué quieres?
-Hola Pepito ¿dónde estás?
La diferencia entre 1 y 2 es el tipo de teléfono. El 1 es un fijo antiguo, el 2 es un móvil. Cuando llamo a un fijo se a quién llamo y dónde está mi interlocutor, junto al teléfono al que llamo, si no, no podría cogerlo. Yo tengo la información, en cambio él no sabe quien le llama. En el caso 2 la información está invertida: él ve que le llama mi número y sale mi nombre en su teléfono, además suena el himno del Sporting que es con lo que me identifica. Aquí soy yo el que tiene menos información: no se si está en casa o ya ha salido.
Las imágenes.
Los griegos bajo el término Logos significaron tanto la palabra como la razón. Y la verdad es que palabra y razón están íntimamente unidas. La imagen visual, por el contrario, nos comunica de una manera mucho más directa. Esto justifica el dicho de que una imagen vale más que mil palabras. Pero también estamos más indefensos frente a ella. Los publicistas buscan una imagen, un logotipo, que condense su campaña. Si además la asocian con un buen lema, un eslogan, tienen asegurados las ventas, los votos o lo que vayan buscando. Este poder de las imágenes es lo que ha justificado repetidas veces el poder idiotizador que tiene la televisión.
Comunicación escrita.
Y si la comunicación verbal es la más genuina de nuestra especie, la escrita es la más definitiva: lo escrito, escrito está. Ya se sabe, las palabras las lleva el viento, pero lo escrito, queda. Y sin embargo lo escrito tiene muchas más limitaciones que cualquier otra forma. A lo largo de la historia la escritura ha sido patrimonio de unos pocos, y, aunque ahora apenas haya analfabetos en España, sigue habiendo mucha gente que no se entera de lo que lee. Y si la lectura tiene un poco de complicación, mucho peor. Pero además, aparte de las dificultades propias de la formación personal de cada uno, limitaciones que son de tipo subjetivo, hay dificultades que provienen del mismo escrito, limitaciones objetivas. Hay que tener en cuenta que al leer no contamos con el apoyo visual que me indica lo que el hablante me quiere decir. Unos ejemplos:
1. Eres tonto.
2. Eres muy listo.
¿Qué quiero decir con 1 y con 2? En principio todo parece que en 1 insulto y en 2 alabo, pero es mucho más complejo.
1. Eres tonto.
Puede significar insulto, para fastidiar, sin que de verdad yo crea que lo eres.
Puede ser cariñoso.
Puede ser meramente descriptivo, es así y no hay más.
Puede ser un reproche a una forma de actuar no adecuada, sin que por ello seas realmente tonto…
2. Eres listo
Puede ser una alabanza.
Puede ser irónico
Puede significar todo lo contrario, que eres tonto.
Puede ser que esté intentado comprarte emocionalmente…
En realidad estas no son más que unas pocas posibilidades, porque la gama de significados puede ser mucho más extensa. En una discusión se sabe normalmente si están insultando o no por los gestos, los tonos, las actitudes corporales…, pero en un escrito mi contexto es mucho más limitado y en algunos casos casi nulo. Es verdad que tenemos posibilidades de subrayar lo dicho, poner entre exclamaciones, en negrita, pero ¿cómo mido con una exclamación el grado de ansiedad, de enfado o de sorpresa que intento expresar?
Y, a pesar de todas sus limitaciones el texto escrito me ofrece unas posibilidades extraordinarias a la hora de transmitir conocimientos: puedo parar de leer, repetir la línea, buscar, anotar, reflexionar… se puede disponer de una distancia que ningún otro medio me permite.
Las Wiki
Estos instrumentos de transmisión de conocimientos tradicionales quedan matizados por las nuevas tecnologías (ya vimos el ejemplo del móvil) especial importancia tiene la llamada Web 2.0. Como estamos en Filosofía nos es imposible detenernos en este momento en sus diversas y cambiantes modalidades, pero sí vamos a hacer referencia a las Wiki, como instrumento poderosísimo de transmisión colectiva de información con unas características muy especiales: es capaz de aunar la imagen con el texto, se construye colectivamente y guarda memoria, esto es muy importante, de cada uno de sus momentos.