Hemos considerado la Filosofía como una actividad racional y crítica que reflexiona a partir de los materiales que ofrecen la ciencia, la sociedad, la cultura…etc., por lo tanto sus temas son dados por el momento histórico del filósofo. Teniendo en cuenta el desarrollo histórico e íntimamente ligado a él, es ahora el momento de considerar estos temas que han preocupado a la Filosofía.
En la Antigüedad, los primeros desarrollos científicos tuvieron que ver con la medición de la tierra y el desarrollo de la agricultura y el comercio; la geometría, la aritmética y la astronomía están a la base de los primeros problemas filosófico. ¿Cuál es la naturaleza de las cosas? ¿De qué están hechas? La Filosofía nace como reflexión sobre la Naturaleza. La profundización sobre las mediciones y el desarrollo de los cálculos matemáticos llevarán a los filósofos a reflexionar sobre los números y las entidades abstractas. El desarrollo de esta problemática llevará al surgimiento de la Metafísica, disciplina que trata de dar cuenta del mundo físico apelando a unas entidades (ideas, sustancias, etc.) que ya no parecen pertenecer al mundo físico. En paralelo a estas reflexiones, el crecimiento de las ciudades y la mayor complejidad de la vida en la polis, llevara a la reflexión sobre la mejor forma de gobernar esta misma polis, es decir la Política y a regular la acción humana, la Ética.
Durante la Edad Media toda la cultura, y también la vida social y política, queda unida a la Iglesia, primero a los monasterios y luego a las catedrales hasta terminar en la creación de las universidades. Dios es el creador, Él ha dictado las leyes naturales y las sociales. Toda la reflexión filosófica parte de este supuesto y viene determinada por él. Temas centrales serán la relación entre la Razón y la Fe, y entre la autoridad política y la religiosa (la cruz y la espada). La Teología se convierte en la disciplina reina. Y para interpretar bien las escrituras la Escolástica desarrollará la Lógica.
El Renacimiento es el paso de la Edad Media a la Edad Moderna. El acento deja de estar en Dios y pasa el hombre a ser el centro de reflexión. Pero el hombre es un ser que se equivoca, ya no hay la seguridad que da la omnisciencia divina. La Filosofía en la modernidad se convierte en la búsqueda del método que de seguridad, la disciplina especial es ahora la Teoría del conocimiento. Al mismo tiempo hay que buscar un orden nuevo de organizar la sociedad y que a diferencia del medieval no se fundamente en la divinidad. Los nuevos modelos Políticos desembocarán en la Revolución francesa.
La Edad Contemporánea es hija del optimismo de los logros de la Edad Moderna. Los desarrollos en las ciencias y en la sociedad llevan a la idea de un progreso indefinido cuyos protagonista es el hombre. La Filosofía ya no solamente prescinde de Dios sino que ahora es claramente atea. El futuro del hombre no está en los cielos, sino en una nueva sociedad. Nace la Sociología como tal, y la Historia cobra un nuevo protagonismo en la reflexión filosófica.
Pero la II Guerra viene a demostrarnos que el progreso no tiene por qué ser para bien. Los campos nazis demuestran que la ciencia no sirve solamente para salvar al hombre, sino también para hacer matanzas científicas y sistemáticas. El momento actual olvida el optimismo y entra en una gran crisis: social, política, de valores, ecológica… La Filosofía se fragmenta y aparecen los profetas de la muerte del sujeto y de la muerte de la Filosofía. Al mismo tiempo la tecnología avanza hasta convertir el planeta en la Aldea Global. El poder de destrucción es casi absoluto, como también puede ser casi absoluto el poder de salvación, pero el hombre sigue insistiendo en anclarse en aquel. La Filosofía tiene que enfrentarse a los perrotes, guardianes del poder fáctico, y apenas tiene respiro. Sin embargo ahora es absolutamente importante una labor de análisis crítico de la realidad. Del éxito de esta misión depende en gran parte el porvenir de todos.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA