Miércoles 23 de septiembre

Fecha de publicación: Sep 23, 2015 9:33:27 AM

Ἑλλὰς ἔστι χώρα ἐν τῇ Εὐρώπᾳ. Πελοπόννησος ἔστι χώρᾳ ἐν τῇ Ἑλλάδι. ἐν τῷ Πελοποννήσῳ εἰσιν πολλαὶ πόλεις. ἡ Ἀττικὴ ἔστι χώρα ἐν τῇ Ἑλλάδι. Ἀθῆναι ἔστι πόλις ἐν τῇ Ἀττικῇ. Κρήτη ἔστι νῆσος ἐν τῇ θάλαττα τῆς Ἑλλάδος.  ἢ πόλις ἐν τῇ Κρήτῃ ἔστι Κνωσσός. Κόρινθος καὶ Σπάρτη καὶ Δελφοί εἰσὶ πόλεις. Κρήτη καὶ Λέσβος εἰσὶ νῆσοι. αἱ νῆσοι εἰσιν ἐν τῇ θαλάττῃ. Μίνως ἔστι βασιλεὺς ἐν κνωσσῴ. ἐν  Κνωσσῳ ἔστι λαβυρινθος καὶ ἐν τῷ λαβυρινθω οἰκεῖ ὁ μινοταύρος.   

LINGUA GRAECA PER SE ILLUSTRATA . MAPA de GRECIA

Poetas e historiadores de la Antigüedad, desde Homero hasta nuestros días, habían dicho que la primera civilización griega había nacido, no en Micenas, o sea en el continente, sino en la isla de Creta, y que había tenido el máximo florecimiento en tiempos del rey Minos, doce o trece siglos antes de Jesucristo. Minos, contaban, había tenido varias mujeres que habían intentado en vano darle un heredero: de sus entrañas no nacían más que serpientes y alacranes.

Tan sólo Pasifae, por fin, logró darle hijos normales, entre ellos Fedra y la rubia Ariadna. Desgraciadamente, Minos ofendió al dios Poseidón, quien se vengó haciendo que Pasifae se enamorase de un toro, pese a ser éste un animal sagrado. A satisfacer ésta su pasión la ayudó un ingeniero llamado Dédalo, llegado a la isla procedente de Atenas, de donde tuvo que huir por haber matado por celos a un sobrino suyo. De aquel connubio nació el Minotauro, extraño animal, mitad hombre y mitad toro. Y a Minos le bastó con mirarle para comprender con quién su mujer le había engañado.

Ordenó entonces a Dédalo que construyese el Laberinto para alojar en él al monstruo, pero dentro dejó prisioneros también al constructor con su hijo Ícaro. No era posible encontrar el camino para salir de aquel intrincamiento de corredores y galerías. Pero Dédalo, hombre de infinitos recursos, construyó para sí y para su chico unas alas de cera, con las que ambos huyeron elevándose en el cielo. Ebrio de vuelo, Ícaro olvidó la recomendación de su padre de no acercarse demasiado al sol: la cera se derritió, y él se precipitó al mar. No obstante su tremendo dolor, Dédalo aterrizó en Sicilia, adonde llevó las primeras nociones de la Técnica. 

Mientras, en el Laberinto seguía girando el Minotauro, exigiendo cada año siete muchachas y siete jóvenes para comérselos. Minos se los hacía entregar por los pueblos vencidos por las guerras. Se los reclamó también a Egeo, rey de Atenas. El hijo de éste, Teseo, por bien que príncipe heredero, pidió formar parte de aquéllos, con el propósito de matar al monstruo, desembarcó en Creta con las demás víctimas y, antes de internarse en el Laberinto, sobornó a Ariadna, la cual le entregó un ovillo de hilo para que, desenrollándolo, le permitiera volver a encontrar el camino de salida. El valeroso joven logró su intento, salió afuera y, fiel a la promesa que le había hecho, se casó con ella y se la llevó. Pero en Naxos la abandonó dormida en la playa y prosiguió el viaje solo con sus compañeros.