Ganamos el primer premio del Festival de Cine No Violento

Fecha de publicación: Oct 07, 2013 10:56:20 AM

El pasado 2 de octubre el IES Salvador Allende recibió el premio al mejor documental educativo en el I Festival Internacional de Cine de la No Violencia Activa, FICNOVA. La ceremonia se desarrolló en el Espacio Joven “La Plaza”. Al día siguiente acudimos a la UNED donde participamos en otro acto patrocinado, entre otros, por Mundo sin Guerras y la UNED. Allí nuestros alumnos participaron en un interesante debate sobre la violencia, el racismo y la discriminación de la mujer.         [Ver el documental]     Hemos recibido este premio por un montaje sobre la obra Lisístrata: la deshace-ejércitos, que representamos el año pasado.     Desde aquí queremos agradecer la colaboración de todos aquellos que nos han ayudado, en la difícil coyuntura que atravesamos, a llevar a cabo este proyecto. En especial a los profesores, el equipo directivo y todos los alumnos que participan, año tras año, en los montajes de teatro realizados por el Departamento de Cultura Clásica.     También queremos resaltar la importancia de la educación en valores y el fomento de la participación de nuestras alumnas y alumnos en proyectos educativos.   Durante el curso académico 2012 – 2013 el Departamento de Cultura Clásica del IES Salvador Allende llevó a cabo la experiencia de realizar un montaje teatral sobre la obra Lisístrata del autor griego Aristófanes. En este corto explicamos brevemente el argumento de esta obra, lo que ha supuesto este proyecto para nuestros alumnos y la posible explotación didáctica del texto en la E.S.O. En dicha explicación se mezclan extractos de algunas de las escenas más representativas de la obra precedidas de explicaciones del profesor responsable y fotos y comentarios de los alumnos participantes en la misma. 

    La obra comienza con Lisístrata en escena. Ha citado a las mujeres de Atenas, Esparta, Beocia, etc. Para comunicarles su plan. Deben negarles a maridos y amantes toda relación sexual hasta que acepten que sean ellas las que lleven los asuntos de la ciudad y, en especial, lo relativo a la guerra. Las mujeres se refugian en la Acrópolis de Atenas donde se guardaba el tesoro de la ciudad. Los hombres intentan tomarla por la fuerza pero se ven obligados a desistir. Se producen algunos forcejeos y flaquean los ánimos por ambas partes. Finalmente los embajadores ateniense y espartano se presentan ante Lisístrata. Ésta, acompañada por Conciliación, consigue hacerles entrar en razón. Todo acaba en una gran fiesta a la que se invita a todo el mundo. 

Al principio de la obra las mujeres piensan en las consecuencias de su decisión, Aristófanes nos habla de la resistencia pasiva anticipándose unos siglos a Gandhi y otros precursores de la no-violencia. Además las ideas que aparecen sobre el sexo hubieran sido una herejía muchos siglos después. 

Aparecen todo tipo de tácticas de resistencia pacífica. Como se muestra en esa metáfora de “apagar su fuego” echándoles agua. 

Otro aspecto esencial de la resistencia contra la violencia es la solidaridad. Aquí se escenifica como las mujeres, gracias a su solidaridad, repelen el ataque de los hombres armados. Resulta especialmente interesante la llamada de Lisístrata a las mujeres de toda condición y clase social. 

En la siguiente escena veremos cómo se hacen algunas conexiones interesantes: guerras y conflictos son una excusa de algunos gobernantes para enriquecerse y conseguir mayor poder. La guerra es un pretexto. Para vivir seguros y mantener la paz no es necesaria. Aquí se desmonta otro de los tópicos del imperialismo occidental. 

Lisístrata nos explica con un curioso símil cuál debe ser la forma de resolver los conflictos. Se trata de hacer lo mismo que cuando se teje un vestido: Desenredar los hilos. Analizar el problema. Negociar. Aislar y separar a los aprovechados y oportunistas. Por último la integración: ciudadanos y no ciudadanos, aquellos que tienen deudas, los extranjeros que viven en la ciudad… 

La parábola tiene un final redondo: con esos hilos se teje un vestido para el pueblo. ¿Quiénes provocan la violencia en este caso? Los hombres ¿Quiénes la sufren? Las mujeres. 

Por último. La guerra no tiene sentido. ¿Por qué luchan entre sí pueblos que tienen las mismas costumbres, las mismas creencias? Entonces no es una cuestión de valores.