8.- HERMANO NANTUIN LÉONCE
Léonce Casimir Domeizel
1869 + 10 may 1910
"Este Hermano procedía del centro de Francia, entró al Noviciado Menor de Vals y a los 18 años pasó al Noviciado del Puy, donde recibió con el santo hábito el nombre de Hermano Nantuin Léonce; terminado su noviciado va a París para estudiar su escolástico en la Capital Francesa.
Luego de su Escolasticado trabaja en diversas escuelas de París. Dotado de viva
inteligencia y gran habilidad manual se entregaba a los demás, "vivía para
los otros como las almas grandes" Cuando se cerró su escuela a causa de
las leyes sectarias contra las congregaciones de enseñanza, el Hermano Léonce
pidió expatriarse y en el Noviciado Misionero aprendió los principios de la
lengua española, para embarcarse después para México.
Llegó en 1908, en un grupo comandado por el Hermano Adelin Joseph, la mayoría de los cuales iban a fundar Monterrey. El Hermano Nantuin Léonce fue destinado al
orfanatorio de Saltillo, donde pasó sus primeros seis meses de apostolado en
México; de ahí fue enviado a Querétaro como profesor de la Escuela gratuita de
San Juan Bautista de la Salle. Nuestro Hermano se mostró un dechado de virtudes
humanas de franqueza, lealtad, amor al trabajo y alegría, siempre con el canto
en los labios; sus virtudes apostólicas de entrega total a sus alumnos, y a la
comunidad. Pero las virtudes espirituales dominaban su vida con un gran espíritu de fe, reflejado en su espíritu de oración, su amor a la Eucaristía, su humildad y su tierna devoción a María Santísima y a San José.
Su salud comenzó a tener altibajos, presentía su fin al escribir: "Me voy, no tengo fuerzas, el día de mi muerte no está lejos, pero hice el sacrificio de mi patria, de mis padres, no tengo nada más que esperar la recompensa. Que la voluntad de Dios se
haga." Es el eco de San Pablo. Efectivamente, en abril se sintió más fatigado y con dolores de cabeza; pronto los doctores diagnosticaron lapresencia de un tifo terrible. Seis días después, el 10 de mayo de 1910, iba a recibir la recompensa por su vida de consagrado a Dios. Tenía 42 años.