18.- Hno. BERTAUD PIERRE
Théokréde Brioude
1892 + 25 IX 1915
Teokrede nació en Lafarre, en el Puy. Fue iniciado en los principios de la vida religiosas por sus maestros. Este Hermano entró al Noviciado Menor de Lembecq cuando tenía quince años. Hizo su noviciado en Bettange y regresó al Escolasticado de Lembecq para prepararse para su apostolado en tierras lejanas, para lo cual estudia español.
El Hermano Bertaud Pierre fue enviado en la primavera de 1910 a México, iniciando su labor educativa en Zacatecas, donde permaneció hasta la Pascua de 1914. Profesor de la clase de los chiquitos, donde obtuvo un éxito total.
Cuando el Señor Obispo pidió una nueva escuela en uno de los barrios más pobres de la ciudad, el Hermano Bertaud fue encargado de la clase de los medianos, realizando un trabajo admirable. Los sacerdotes del seminario, que eran los capellanes de la escuela, quedaron maravillados de la buena conducta de los alumnos y de los resultados obtenidos al fin del año.
Nuestro Hermano amaba realmente a los niños pobres y se sentía feliz de estar encargado de ellos; en la comunidad era notable por hacer reinar el buen espíritu y su amor al estudio. Tenía la reputación de que cualquiera que criticara en una conversación le molestaba, se quedaba en silencio o bien, se alejaba, muchas veces salió en defensa de los ausentes. Muy apegado a la comunidad, pagó con su sacrificio, así como lo pagaron todos, en especial el querido Hermano Director, cuando en vacaciones de Pascua de 1914 fue cambiado por necesidades administrativas y la comunidad de Zacatecas perdió a uno de sus miembros. Enviado a la escuela de San Juan Bautista de La Salle, de Querétaro, como maestro de la segunda clase y encargado del canto, se entregó por entero a sus nuevas funciones y triunfó sin dificultad. Desgraciadamente los acontecimientos se precipitaron, los revolucionarios después de tomar Zacatecas, amenazaron con tomar Querétaro. Nuestro Hermano decidido y valeroso quería quedarse en su puesto hasta el final. Una vez fueron advertidos por los maestros de la ciudad, de que tuvieran cuidado porque los Hermanos de la escuela gratuita podrían s expulsados del país, también a los del Liceo les pasaron la misr advertencia, a causa del delito de enseñar el catecismo. Y así Llevados a la frontera del Norte, nuestro Hermano con varios otros embarcaron para ir a Francia, en defensa de la patria. En el ejército, nuestro Hermano se comporta como un verdade Hermano; supo juntar admirablemente sus deberes religiosos, como atestiguan algunos extractos de su fiel correspondencia con I Superiores: Recen por mí, escribió, con el fin de que en este tiempo prueba me conserve como un fiel Hermano de las Escuelas Cristianas muy apegado a mi hermosa vocación. Espero en Dios que me conser con el fin de que pueda, después de mi servicio, entregarme a salvación de las almas y hacer el bien a los más chicos.
"Mañana, escribe un poco más tarde nuestro Hermano, regresamos e huida de no sé dónde, ¡pero toda la tierra es del Señor! Que yo esté aq o allá, yo quiero permanecer fiel a mis ejercicios espirituales. Para examen particular durante la cuaresma yo tomaré el tema de qt habíamos hablado, la mortificación en unión a los sufrimientos c Nuestro Señor. Si me hubiera quedado en México, en noviembi hubiera hecho mis votos trienales, eso no va a ser posible, pero sigo cc mi petición, hagan favor de decirme qué debo hacer." "el seis de febrero yo debo irme a trincheras. Yo sé que el Santísimo es. en la iglesia del sector que me asignaron, usted puede adivinar cuál es r deseo. Nuestro Señor no ha querido que pase ocho días lejos de templo sin recibirlo en la santa Comunión. En los primeros días de jun de 1915, escribió: "Como la había previsto, celebré la fiesta de Santísima Trinidad en las trincheras, esto no impidió la renovación mis votos en un momento especial de recogimiento y mucho fervc escogí el momento propicio para estar solo, todo me faltak únicamente tenía mi buena voluntad. Después de haber hecho oración vocal y la meditación, la comunión espiritual, arreglé, bien q mal, un altar rudimentario, delante del cual yo pronuncié la be fórmula, entonando después, interiormente, el Tedeum y el Magnífic ¡Estaba feliz!
"No tengo dificultades con el caporal del ejército, me preocupo por corregir las blasfemias y palabras groseras, he notado progreso. Acabo de convencer a dos que tenía miedo al agua bendita; gracias a Dios ya he logrado que vayan a Misa y a la bendición los domingos. ¡Qué diferencia de nuestros antiguos alumnos de los que no lo son!
El 12 de septiembre de 1915, el Hermano Bertaud Pierre escribe aún: "siguiendo las indicaciones que hay en una de las hojas que me han enviado, comencé un pequeño retiro con mucho fervor, sobre todo porque sin tardar tenemos que avanzar hacia el frente de batalla" y el 23: "Muy de mañana dejé el campo de batalla y me dirigí a Suippes, en las Ardenas, donde pude comulgar. Les vuelvo a escribir después del ataque, si algo me pasara ya los había advertido, por favor tengan una intención por mí en la oración" fueron las últimas palabras escritas.
Poco tiempo después, el Hermano Visitador recibió la carta siguiente: "Yo fui encargado por mi Caporal de avisarle en caso de accidente y tengo el dolor de decirle que ha muerto valientemente en apoyo de una ametralladora. Una cosa le puedo decir y que será de consuelo, es que los 24 que fuimos a Sommes todos nos confesamos y comulgamos juntos."
Agregamos que, desde el 8 de octubre, el Hermano Bertaud Pierre fue nombrado en el orden del día por este motivo glorioso: "La brillante conducta de su batallón ante el fuego enemigo, donde fue herido y muerto en acción."