Hoy es un día de silencio, porque la Palabra se ha silenciado.
Ya ha dicho todo, entregado todo.
Acompañemos este silencio de Jesús, con María.
La que permaneció a su lado, aún en la noche y en la ausencia.
Custodiando la "pequeña esperanza " en sus ojos y en su corazón.
Hoy, en esta historia, depende de nosotros mantener la llama de la esperanza, de la confianza aún en la noche, aún en lo que no se entiende.
En esa esperanza, simbolizada en la luz de una vela, caben todos los pequeños gestos de amor y entrega cotidianos y escondidos, cada acto de bien en favor de otro...cabe el deseo y el impulso de seguir creyendo en la vida, y en su fecundidad.
En silencio, con María, y con otros, porque solos no podemos, encendiendo una velita , esperamos confiados en la fuerza de la Vida y del amor...
en la entraña de la oscuridad.
Pero el Amor hace no haciendo.
Continúa en el acto de amar,
aunque se oculta a nuestra mirada.
que resistan este abajamiento.
Si el Amor calla y desciende
no cabe más que permanecer ahí..."