En oraciones con el verbo copulativo y cuando no está presente el atributo, el dativo en función de complemento indirecto puede tener un matiz semántico de posesión, es el dativo posesivo: En este uso el dativo designa algo que mantiene una estrecha vinculación con el sujeto, hasta el punto que se entiende como una relación de pertenencia:αὐτοῖς εἷς ὀφθαλμὸς ἦν, literalmente es "para ellos hay un ojo"
Existe una traducción más adecuada: la palabra que se flexiona en dativo (αὐτοῖς) pasa a ser el sujeto de la oración en castellano: "ellos tienen un ojo".Algunos ejemplos: