La distinta participación del sujeto en la acción del verbo es la que establece la diferencia entre las voces activa y media:
en la voz activa, el sujeto es simple agente de la acción;
en la voz media, el sujeto es agente, pero la acción, además, repercute de nuevo sobre él (algo parecido al uso reflexivo o al de interés.
Por el contrario, en la voz pasiva el sujeto se desvincula de la acción verbal y se convierte en paciente, en receptor de la misma. Con un verbo pasivo la acción descansa sobre otro elemento de la oración: el complemento agente. El complemento agente se expresa de dos modos:
si el sustantivo designa un nombre de persona o cosa personificada, se expresa en genitivo precedido de la preposición ὑπό:
ὁ κοῦρος ὑπὸ τοῦ ἀδελφοῦ κόπτεται, "el joven es golpeado por su hermano".
si el sustantivo designa un nombre de cosa, se expresa en dativo sin preposición:
ὁ κοῦρος τῷ λίθῳ κόπτεται, "el joven es golpeado por la piedra".