¿Cómo sabes que una palabra castellana es masculina o femenina? Seguro que no tienes dudas porque gran parte de los masculinos acaban en –o y gran parte de los femeninos en -a. Veamos algunas oraciones en castellano:Al leer un texto cualquiera, no necesitas pensar de qué género son las palabras, simplemente lo entiendes; por ejemplo, "el niño mala noche pasó", comprendes fácilmente que "el niño" (una persona muy joven de sexo masculino) estuvo enfermo ("pasó mala noche") y en ningún momento piensas que el niño es un malvado, ¿por qué? porque el adjetivo "mala" no comparte el género con el sustantivo "niño". Las terminaciones te ayudan y son fáciles de reconocer. Razona del mismo modo en griego: ὁ ἄνθρωπος καλὴν γῆν οἰκεῖ. Los masculinos griegos suelen acabar en -o y los femeninos en -α o en -η, que es una variante que no tenemos en castellano. Así debes reconocer que el adjetivo καλὴν no puede ir con el sustantivo ἄνθρωπος porque no comparten género, no concuerdan. Además tanto el castellano como el griego tienen una palabra que se usa frecuentemente y que presenta a los sustantivos en la oración, el artículo. El artículo siempre va en el mismo género y número que el sustantivo: "el niño", "ὁ ἄνθρωπος". Si has entendido esto, pasamos al siguiente paso.Este es el funcionamiento en líneas generales; pero las lenguas no siguen reglas matemáticas y siempre hay excepciones.Observa estas otras oraciones en castellano: "el dentista es bueno"; o "se ha roto la mano derecha". ¿Qué pasa con eso de que los masculinos castellanos acaban en o y los femeninos en a? Pues que es una norma general, y que la mayoría de las palabras la siguen. Pero no todas. Igual sucede con el griego: La primera declinación comprende mayoritariamente palabras de género femenino. Pero también tiene un pequeño grupo de palabras masculinas, que tienen algunas características especiales: nominativo con -ς y genitivo en -ου. En la segunda declinación, la mayor parte de las palabras son masculinas (nominativo en -ος) o neutras (nominativo en -ον). Pero como sucedía en la 1.ª declinación existe un grupito de palabras que acaba en -ος y que son de género femenino (ἡ νῆσος). Sin embargo, y a diferencia de lo que sucedía en la 1.ª declinación, no hay diferencia morfológica (de forma) entre masculinos y femeninos, son exactamente iguales (igual que "mano" y "mono"). Y entonces, ¿cómo sabemos su género? Porque como en castellano el griego utiliza el artículo. Así "la mano" es femenino y "el mono" es masculino; ὁ ἄνθρωπος es masculino y ἡ νῆσος es femenino. En la tercera declinación existen palabras de los tres géneros; el artículo nos ayudará a reconocerlas.