Para traducir no sólo hay que conocer el significado de las palabras, sino también observar la terminación de cada una de ellas. Recuerda que el griego es una lengua flexiva, es decir, cambia la terminación de las palabras según la función que desempeñen.
Un ejemplo en castellano.Si hay un joven gritando en la calle y queremos decirle algo, tenemos dos opciones: si es un joven masculino diremos: "¡niño, no grites!". Pero si es una joven femenina diremos: "¡niña, no grites!". Y si son varios jóvenes diremos: "¡niños, no gritéis!", o "¡niñas no gritéis!", según el sexo de quienes griten. Pues bien, esas terminaciones que te he marcado en azul son las desinencias que el castellano usa para distinguir el género y el número. El griego añade a esa distinción la función que desempeña en la oración.
Otro ejemplo."El niño corre", ὁ κοῦρος τρέχει; o sin son varios, οἱ κοῦροι τρέχουσιν.
Y si fuera una niña tendríamos que cambiar la terminación para adaptarnos al género, como en castellano: ἡ κόρη τρέχει y si es plural: αἱ κόραι τρέχουσιν. Con estas modificaciones el griego representa también la función sintáctica, además del género y del número: en las anteriores oraciones hablamos de niños y niñas como sujetos de la oración.
Y si fueran complemento directo ¿qué cambios se introducirían?- "Veo al niño": ὁρῶ τὸν κοῦρον, en acusativo porque este es el caso, la marca, que debe tomar la palabra para indicar el complemento directo; como es un sustantivo masculino en –ο pertenece a la 2.ª declinación, cuya terminación de acusativo singular es -ον. - Si fuera una niña a quien veo: ὁρῶ τὴν κόρην; este sustantivo en –η es de la 1.ª declinación y su acusativo es -ην.
Y así con todas las funciones y casos.
En este cuadro verás las funciones que corresponden a cada caso, sólo tienes que ir aplicando la terminación correspondiente a cada caso y a cada declinación.