Los iberos o íberos fue como llamaron los antiguos escritores griegos a las gentes del levante y sur de la Península Ibérica para distinguirlos de los pueblos del interior, cuya cultura y costumbres eran diferentes. De estos pueblos escribieron Hecateo de Mileto, Heródoto, Estrabón o Rufo Festo Avieno, citándolos con estos nombres, al menos desde el siglo VI a. C.: elisices, sordones, ceretanos, airenosinos, andosinos, bergistanos, ausetanos, indigetes, castelani, lacetanos, layetanos, cossetanos, ilergetas, iacetanos, suessetanos, sedetanos, ilercavones, edetanos, contestanos, oretanos, bastetanos y turdetanos.
Para mayor conocimiento consultar la pàgina de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Iberos
Es interesante revisar los principales estadios culturales de etapas anteriores que servirán de sustrato para la evolución posterior de los pueblos peninsulares que nos interesan:
En el neolítico final, eneolítico o calcolítico: desde el III milenio al comienzo del II. La utilización de los primeros metales: oro, plata y cobre. El yacimiento característico de este periodo es el de Los Millares (Almería) a principios del III milenio a.C: Es un poblado fortificado con silos para guardar grano y hornos para la metalurgia del cobre. Sus más de cuatro hectáreas podían albergar un millar de personas; con enterramiento en “Tholos” (grandes sepulcros de corredor y cámara circular, construidos con mampostería seca cuya cubierta se hace de falsa bóveda obtenida por aproximación de hiladas.), representación de ídolos y placas grabadas. Casas redondas de adobes y cubiertas con ramas.
En zonas más evolucionadas se introduce la metalurgia que será acompañada del megalitismo (grandes piedras): menhires, dólmenes y crónlech; los mejores ejemplos de enterramientos megalíticos son la Cueva de Menga en Antequera y las de falsa cúpula de la necrópolis de Los Millares. Aparece el vaso campaniforme hacia su estadio final (-2000).
En la edad del Bronce. Bronce antiguo (1900-1600 a.C), medio (1600-1250 a.C) y final (1250-900 aC). La Cultura de los Millares vendrá sustituida por la de El Argar (1800-1100 aC): Almería, Murcia y Málaga. Características generales del mundo argárico.
- Se ocupa un mismo hábitat, un mismo espacio para el poblado y para la necrópolis.
- Los emplazamientos de los poblados son defensivos, se desarrollan en alturas.
- Se eligen para los poblados zonas agrícolas y sobre todo zonas mineras o también zonas de tránsito.
- Los poblados por lo general está fuertemente defendidos por murallas y torres.
- las viviendas son de planta rectangular o cuadrada, con divisiones internas.
- Se produce un cierto tipo de urbanismo.
- Los enterramientos:
1. son realizados en cista, caja de piedra, o en fosa.
2. el cadáver en posición fetal, contraída.
3. En todos los elementos anteriores hay una perduración del vaso campaniforme.
4. Posteriormente aparece un enterramiento, que en estos momentos es muy frecuente en el Mediterráneo Oriental, el enterramiento en pithoi, (que es una tinaja muy grande) con la misma posición fetal y todo el ajuar.
Al final del II milenio se desarrolla en Baleares la cultura talaiótica: grandes poblados amurallados con monumentos ciclópeos y claras relaciones con las culturas griegas del Egeo: Tres tipos de construcciones representativas:
- Talaiots: torres de planta circular y de aparente función defensiva.
- Navetas: construcciones con forma de nave invertida que sirven de enterramientos colectivos.
- Taulas: grandes estructuras verticales con una gran losa pétrea superior horizontal.
La Edad del Hierro: la época prerromana, la llegada de los pueblos colonizadores durante el I milenio aC
· Aparecen las primeras referencias escritas de la Península, hechas por griegos y romanos.
· Llegan de Europa las primeras oleadas de pueblos indoeuropeos que introducen el hierro: los Celtas.
· Se establecen en las costas mediterráneas colonias fenicias, griegas y cartaginesas.
· Se desarrollan las culturas indígenas de Tartessos (Baja Andalucía) y de los pueblos íberos.
Las colonizaciones. Deseo de controlar el comercio y extracción de minerales de la Península.
· Fenicios. Desde el 1100 aC según textos escritos y siglo VIII según restos arqueológicos fundan ciudades en el litoral mediterráneo y sudatlántico. Los principales asentamientos están en la costa andaluza:
- Gadir (Cádiz), la colonia más antigua e importante. Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera (Adra)
- Se les adjudica la introducción de la elaboración del vino, del tinte púrpura y de la escritura en la península.
· Los griegos intentan controlar el comercio peninsular a partir del siglo VII. Son derrotados por los cartagineses en el año 535 aC y quedan relegados a su asentamiento principal: Emporion (Ampurias) en la Costa Brava, Cataluña. Su nombre significa “mercado”. Fue fundada en el 575 aC por colonos griegos de Focea (Asia Menor, actualmente Turquía) y estuvo bien conectada con la otra colonia griega del mediterráneo occidental Massalia (Marsella, S de Francia). Parece ser que convirtieron la acrópolis íbera de Arce (Sagunto) en una colonia griega que más tarde será aliada de Roma.
· Cartago. Fundada por los fenicios en el norte de África (Túnez) durante el siglo IX, desde donde inició una política expansionista. La colonización de la Península comenzó en el siglo VII aC y sus principales fundaciones fueron Eivissa (Ibiza) y Cartago Nova, Cartagena (Murcia). En el siglo III aC llegó a controlar todo el litoral mediterráneo al sur del Ebro. Son conocidos con el nombre de púnicos. Fueron los principales contendientes con Roma en el contexto de las llamadas Guerras Púnicas.
Empujados por la codicia de los metales preciosos, fenicios, griegos, cartagineses y romanos llegaron a las costas de Iberia, trayéndonos como presentes invaluables el olivo, la vid y diversas artes de cultivo desconocidas por los primitivos habitantes de la península.
Cerámica de la Alcúdia d'Elx, en el que vemos entre otros animales a los famosos kyniklos o conejos tan abundantes en la Península.
Cubierta de espesos y extensos bosque la península ofrecía cotos inagotables en los que se cazaban diversas variedades de animales: grandes gallináceas de vuelo lento y pesado a las que denominamos avutardas, cabras montesas y especialmente pequeñas liebrecillas, cuyo nombre ibérico era "kyniklos", que se encontraban a centenares por todos lados, infestando campos y devorando cosechas. Estos "cuniculi" desconocidos para los pueblos invasores eran muy sabrosos, especialmente cuando se les sacaba del vientre de su madre o estaban en período de lactancia. Para su caza se ayudaban de la "viverra" o hurón indígena.
El Guerrer de Moixent, s. V aC
Poblado de Azaila, en la provincia de Zaragoza.
Poblado de El Puntal dels Llops, en Olocau, Valencia.
En estas expediciones de caza los forasteros acabaron estableciendo contacto con los pueblos ibéricos y gustaron de sus guisos rudimentarios, condimentados según técnicas heredadas de sus antepasados, que empleaban como excipiente la grasa de cerdo. El historiador romano Strabón describe las costumbres de los ariscos montañeses de la región del Duero, los aguerridos lusitanos, y se hace lenguas de su sobriedad y valentía. Vaso de la doma, procedente del Tossal de Sant Miquel en Llíria
Se alimentaban principalmente de carne de macho cabrío, sacrificado con un complicado ritual. La comida se acompañaba con unas tortas cocidas a las brasas y confeccionadas con bellotas secas, trituradas y molidas, que semejaban una especie de pan duro y correoso, pero que podían conservar durante mucho tiempo.
La Dama d'Elx, encontrada en el poblado de La Alcudia d'Elx. Data entre los siglos V y IV a. C. Mide 56 cm de altura y tiene en su espalda una cavidad casi esférica de 18 cm de diámetro y 16 de profundidad, que posiblemente servía, para introducir reliquias, objetos sagrados o cenizas como ofrendas al difunto.
Los pueblos de la costa explotaban las riquezas del mar, existiendo importantes factorías de salazón, provistas de antiguas almadrabas (consiste en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa cerca de la costa), en las que preparaban salmueras de gran calidad y fama: las de Sexi (Almuñecar), Abdera (Adra), Cartago Spartaria (Cartagena) y Gadir (Cádiz). Del atún y otros pescados, como la caballa, se preparaba una especie de pasta, llamada "garos o garum", muy preciada que era exportada en grandes cantidades, primero a Atenas y luego a la Roma imperial. Podía tomarse solo o diluido con agua, otras veces se aromatizaba con vino, aceite e incluso vinagre. El fabricado en Cartagena alcanzaba en el mercado gran cotización. Su olor característico era nauseabundo y provocó las sátiras de algunos poetas clásicos como Marcial.
Los cereales eran conocidos de muy antiguo antes de la llegada de los romanos, produciéndose grandes cosechas. Su cebada era considerada como la de mejor calidad del mundo, llegándose a obtener hasta dos cosechas anuales. Existen razones para suponer que fueron los Iberos quienes adoptaron el cultivo del trigo, ya que los Celtas eran eminentemente ganaderos, los cuales lo importaban de las regiones meridionales de la península.
La Dama de Baza.
Fue encontrada el 22 de septiembre de 1970 por el arqueólogo Francisco José Presedo Velo en el Cerro del Santuario, necrópolis de la antigua Basti (Baza), en la provincia de Granada.
Estaba dentro de una cámara funeraria de 2,60 m² y 1,80 m de profundidad, donde había además un ánfora púnica que se comunicaba con la superficie por medio de un embudo, a través del cual seguramente se hacían desde el exterior, libaciones como ofrendas líquidas. Esto indica que se profesaba culto a la persona allí enterrada.
Dama de Cabezo Lucero del yacimiento de Cabezo Lucero entre Guardamar del Segura y Rojales, Alicante
Vajilla domestica del Castellet de Bernabe, cerca de Edeta (Llíria)
Reconstrucción de una alfareria íbera
Con las técnicas aprendidas de los colonizadores, los hispanos aumentaron el rendimiento de su agricultura, modificaron sus útiles de labranza, adoptaron el arado romano y llegaron a inventar el cedazo y el tamiz de lino. Los ibéricos preparaban una cerveza por fermentación de los cereales; Orosio cita esta bebida al hablar de la caída de Numancia diciendo: "... por medio del fuego se extraen el jugo del grano de cebada previamente humedecido; lo dejan secar y después de reducirlo a harina lo mezclan con jugo fresco que luego hacen fermentar, lo que le da un sabor áspero y al beberla se siente un calor embriagador".
Armas íberas, en primer término la famosa Falcata.
Part del vas dels guerrers, procedent del Tossal de sant Miquel de Llíria (antiga Edeta), segles III-II aC, Museu de Prehistòria de València.
Collarets del tresor ibèric de Xàbia, segle IV - II aC. reproducció al Museu Soler Blasco de Xàbia, l'original es troba al Museu Arqueològic Nacional de Madrid.
Otra de las fuentes de riqueza fue el aceite. El olivo silvestre o acebuche ya era conocido en nuestra tierra desde tiempo inmemorial y algunos pueblos meridionales extraían aceite de su fruto. Pero se sabe que el olivo cultivado no existía en la Península en el año 173 de la fundación de Roma (753 ane, por tanto nos estamos refiriendo al siglo VI), siendo probable que fuera importado por los griegos. Con el tiempo se produjeron grandes cosechas de aceitunas de las que se obtenía un aceite de calidad insuperable que era llevado a Roma en cantidades enormes.Cerámica con ave, caballo y humano, procedente de l'Alcudia d'Elx
La vid fue introducida en Iberia por los púnicos, hacia el siglo VI a. C., y su cultivo se extendió rápidamente de forma que en pocos años las zonas oriental y meridional de la península se habían convertido en exportadoras de vino. La elaboración de los vinos era bastante cuidadosa para lo que se acostumbraba en aquella época. Se utilizaban técnicas importadas por los griegos, que alteraban el sabor del vino con la adición de ciertas sustancias, tales como agua de mar, resinas, determinadas hierbas y en algunas ocasiones se sometían a la acción del humo. Con preferencia se empleaba la resina, producto que comunicaba al vino un gusto que extrañaba al probarlo por primera vez, pero que después, al acostumbrarse, gustaba.
Tapa d'arqueta ibèrica "Dama del Teler", Museu Arqueològic Municipal d'Alcoi.
Kalathos del arado
Por las condiciones climáticas, determinadas regiones de la península han sido siempre grandes productoras de frutas. Los higos, muy apreciados por los griegos, se producían de la mejor calidad en las frondosas higueras de Andalucía (Bética) y de Valencia (Edetania); donde existían factorías que los preparaban para su exportación, desecándolos al sol, prensándolos y envasándolos en cajas de madera o cestos de esparto. Otros frutos muy apreciados eran las cerezas lusitanas. Las peras eran denominadas por su lugar de origen: saguntinas ... La granada fue importada por los cartagineses. En los confines de Emérita, en la Lusitania, se cosechaban unas aceitunas dulces, escaso y raro fruto que se dejaba secar al sol, hoy son completamente desconocidas.
Escritura íbera sobre placas de plomo.
Cálato y tapadera íberos de Azaila (M.A.N. Inv.1943-69-587)
Escultura ibérica. Conjunto arqueológico del Tossal de Manises, antigua ciudad ibero-cartaginesa-romana de "Akra-Leuke" o "Lucentum", en Alicante
Los primitivos fruticultores realizaron importantes ensayos de híbridos en la Bética, injertando ciruelo sobre pie de manzano con lo que obtuvieron la "molina", que fue muy solicitada. También se injertaron yemas de ciruelo sobre pie de almendro, lo que dio origen a la ciruela "amigdalina", cuyo hueso contenía en su interior una verdadera almendra.Desde el punto de vista gastronómico, fue muy importante el legado que nos hicieron griegos, cartagineses y romanos, de alimentos hasta entonces desconocidos y de técnicas de condimentación que se fueron sedimentando en nuestra tierra y pasaron a formar parte del acervo de nuestra cultura.
Enterramiento infantil del Castellet de Bernabe, Llíria.
Reconstrucción del Castellet de Bernabe
Casa ibérica con escaleras en el yacimiento de Castellet de Bernabé
Reconstrucción del almacén de la casa ibérica; se ve un molino de mano. La Bastida de les Alcusses de Moixent.
Timiaterio ibero (candelabro). Fundición en bronce a la cera perdida, fechada en el siglo VI a.C. (Edad de Hierro II). Hallado en 1903 en la necrópolis de Les Ferreres de Calaceite (Provincia de Teruel, Aragón, España).
Guerrero llamado "de la doble armadura". Reproducción del hallazgo procedente del yacimiento arqueológico del Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén, España). Escultura ibérica del siglo V a. C. El original está esculpido en piedra arenisca blanca de grano fino conocida como "piedra de Santiago de Calatrava". El yacimiento fue hallado en 1975. Se expone en el Museo Arqueológico de Jaén. Representa a un guerrero aristocrático en combate.
L'Esfinx d'Agost. Obra ibera procedent d'Agost (Alacantí, País Valencià), esculpida en pedra calcària a fins del segle VI aC (Edat de Ferro II)
Sillar que representa a un jinete ibero vestido con túnica corta, que empuña una espada recta de antenas y sujeta las riendas de un caballo enjaezado. Es parte del Conjunto A de las Esculturas de Osuna.
Instrumental agrícola procedente de La Bastida de les Alcusses de Moixent.
La Bastida de les Alcusses
Guerrero armado con falcata y escudo oval. Obra íbera, parte de las llamadas Esculturas de Osuna.
Guerrero sonando una trompa. Obra íbera, parte de las llamadas Esculturas de Osuna.
Altorrelieve ibero de un acróbata, relacionado con juegos fúnebres. La pieza es parte del Conjunto B de las Esculturas de Osuna.