El Paleolítico inferior

El proceso de hominización

LA PRIMERA DIETA DE LA HUMANIDAD.

Hace unos dos millones de años el antecesor del australopithecus (mono del sur) experimentó un cambio permanente pasando de andar a cuatro patas a mantenerse erguido. La dieta de estos homínidos era escasa y carente de interés: recolectaban sus alimentos, no eran cazadores y desde su posición de cuatro patas podían encontrar bayas, frutas, nueces, tallos, raíces, bulbos, insectos y larvas, gusanos, huevos de pájaros, reptiles y pequeños mamíferos.

Parece ser que la disminución paulatina de sus colmillos, sus defensas naturales, le hicieron evolucionar hacia otras formas defensivas como el erguirse y blandir un "arma": estaca, palo, quijada... Probablemente, estos homínidos se vieron obligados a apoyarse solamente en sus patas traseras para poder utilizar las manos y llevar a cabo algún proceso alimenticio: alcanzar frutos pendentes de las ramas colgantes, arrancar las cortezas de los árboles para descubrir insectos...

No cabe duda de que una vez erguido el australopithecus amplió extraordinariamente su dieta. En lugar de recolectar sólo alimentos, comenzó a cazar. Los homínidos erguidos podían matar a sus presas rompiéndolas el cráneo con grandes piedras, o podía golpearlas con los huesos de otros animales o apuñalarlas con afilados cuernos. Sus presas principales eran antílopes, caballos, jirafas, etc. 

La Pebble Culture es una de las formas utilizadas para denominar a las industrias humanas más remotas de la Prehistoria africana (que es la más antigua del mundo). Recibe este apodo por uno de los yacimientos donde estas industrias se encontraron (la Garganta de Olduvai en Tanzania) e indica cuándo comienza la Edad de Piedra, dentro del Paleolítico Inferior (que también incluye la posterior cultura denominada Achelense).

En estas épocas se nos presenta como un parásito de la naturaleza, su economía es destructora ya que se dedica a la caza y la pesca, coge los frutos, recolecta las plantas comestibles y no se preocupa de su reproducción, por lo que se ve obligado a desplazarse con frecuencia cuando agota los alimentos de un lugar; es nómada.

El paso de una dieta profundamente vegetariana a otra básicamente carnívora tuvo profundas consecuencias. Se le agudizó y perfeccionó el sentido de la vista para descubrir a sus víctimas; aprendió a correr más velozmente para atraparlas y también comenzó a pensar más deprisa. Apareció la especialización de la actividad cotidiana y la necesidad del lenguaje: aparecieron grupos humanos más organizados. Mientras los hombres se dedicaban a la caza, las mujeres recolectaban alimentos de origen vegetal: raíces, tubérculos, frutos silvestres y demás con lo que se compensaba la dieta exclusivamente a base de carne. La continua percepción de los fenómenos naturales condujo muy pronto al descubrimiento de las leyes que regulan el ciclo biológico de las especies y a la conclusión de que todas las plantas, tras el letargo invernal, vuelven a germinar en primavera y a fructificar hacia el verano.

El reparto de la presa acabó por convertirse en costumbre y rito. Incluso en las sociedades cazadoras de nuestros días, cada uno recibe una parte predeterminada de la pieza en función de la posición y el papel social dentro del grupo, sin discusiones; siendo la mejor parte para los jefes.

No podemos olvidar que la experimentación dietética provocaría la muerte por envenenamiento de numerosos grupos humanos; así, la humanidad aprendió a reconocer las exquisiteces venenosas de la naturaleza, y quizás la observación cuidadosa de lo que comían otros animales les ayudó a discernir los diferentes alimentos nocivos.

Tres hachas bifaces, trabajadas por las dos caras de la cultura achelense.

Cabaña temporal de ramas en Terra Amata, cerca de Niza (Francia). Pudo ser un asentamiento de primavera, tiene casi 400.000 años de antigüedad. Corresponde al homo heidelbergensis. Es un antepasado directo del Hombre de Neandertal en Europa; aún cuando es muy similar a los Homo sapiens arcaicos encontrados en África, como  Homo rhodesiensis y Homo sapiens idaltu; se sabe hoy que H. heidelbergensis no fue antepasado directo de los humanos modernos. Entre Homo antecessor, cuyos fósiles se han hallado en las colinas de Atapuerca (España), y los H. neanderthalensis, existió esta especie (H. heidelbergensis). Presenta en general caracteres intermedios entre H. erectus /Ergaster y el H. sapiens, incluido un torus occipital hendido 

 

Al largo período de formación del género homo lo hemos llamado Paleolítico (paleo=antiguo, lítico=piedra) y el más antiguo es el paleolítico inferior, período que duró aproximadamente desde hace 2,5 millones de años, coincidiendo con la aparición de las primeras herramientas creadas por homínidos, hasta hace 120.000 años.

Hace 3 millones de años el clima debía de ser mucho más húmedo que el actual, produciéndose sequías de duración variable. Durante estos períodos húmedos, la fauna era muy abundante. Es en esa época que aparecen los primeros grupos humanos, con el Australopithecus y el Homo habilis.

Los datos de hábitat y modos de vida de los Australopithecus son imprecisos, aunque cabe suponer que se desarrollaría su existencia en las orillas de los lagos, donde tenían mejor asegurada su subsistencia.

Con respecto al Homo habilis, podemos diferenciar tres tipos de hábitat:

Aparecen junto al Homo habilis las primeras estructuras habitables, compuestas por una acumulación circular de piedras, sobre las que posiblemente se situarían unas ramas.

El modo de subsistencia del Homo habilis era una dieta a base de tubérculos, raíces y bayas, en general no diferiría de los demás homínidos.

Homo Habilis

Australopithecus Afarensis

LUCY, LA PRIMERA MUJER

Lucy (AL 288-1) es el esqueleto fosilizado casi completo de un homínido perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüedad, descubierto por el estadounidense Donald Johanson el 24 de noviembre de 1974 a 159 km de Adís Abeba, Etiopía.

Se trata del esqueleto de una hembra de alrededor de 1 metro de altura, de aproximadamente 27 kg de peso (en vida), de unos 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas) y que al parecer tuvo hijos, aunque no se sabe cuántos. Dotada de un cráneo minúsculo, comparable al de un chimpancé, Lucy andaba sobre sus miembros posteriores, signo formal de una evolución hacia la hominización. La capacidad bípeda de Lucy puede deducirse de la forma de su pelvis, así como también de la articulación de la rodilla.

El nombre Lucy proviene de la canción «Lucy in the sky with diamonds» del conjunto musical The Beatles, que escuchaban los miembros del grupo investigador la noche posterior al hallazgo.

LAS PRIMERAS PISADAS HUMANAS

Molde de las huellas de un Australopithecus afarensis en Laetoli, Tanzania. Museo de Laetoli. Cortesia GIRlintheCAFE. FlickrLas líneas de huellas de homínidos, descubiertas en 1976-1977 por Mary Leakey, Richard Hay y su equipo, están preservadas en ceniza de una erupción del volcán Sadiman, a 20 km de allí. La lluvia liviana convirtió una capa de 15 cm de grueso en Tufa (Toba Calcárea) sin destruir las impresiones dejadas por los pies de todos los animales que caminaron por allí. Con el transcurso de años y siglos fueron cubiertas por otros depósitos de cenizas.

Las huellas homínidas fueron producidas por tres individuos, uno caminando sobre las huellas de otro, haciendo que la pistas originales fueran difíciles de encontrar. Todas ellas van en la misma dirección. Pueden haber sido producidas por un grupo, aunque no hay evidencias a favor de que era un grupo familiar visitando el abrevadero juntos. Un estudio de los pasos indica que caminaban tranquilos, como paseando. La importancia de estas huellas es que demuestran que esos homínidos caminaban erectos habitualmente. Los pies no tienen el dedo gordo móvil como los simios, en cambio tienen un arco típico de los humanos modernos.

EL HOMO ANTECESSOR, EL PRIMER EUROPEO.

Homo antecessor es una especie extinta perteneciente al género Homo, considerada la especie homínida más antigua de Europa y probable ancestro de la línea Homo heidelbergensis - H. neanderthalensis. Vivió hace unos 800 000 años (Calabriense, Pleistoceno temprano). Eran individuos altos, fuertes, con rostro de rasgos arcaicos y cerebro más pequeño que el del hombre actual, y con menos circunvoluciones cerebrales.La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca, y que datan de hace al menos 900 000 años, según mediciones paleomagnéticas.

Los homininos que utilizaron Gran Dolina como campamento cazaban y consumían individuos de otros grupos de manera recurrente, incluyendo esta conducta en su sistema cultural. Los homininos consumidos eran sobre todo individuos inmaduros, entre los que se encuentran varios niños, "lo que indica el consumo de individuos relacionados con un menor riesgo para el agresor durante su captura". La 'caza' se podría haber producido en un intento de proteger el territorio de grupos de vecinos o de nuevos grupos entrantes en la misma zona. "En el momento del asalto, los atacados probablemente pudieron ser pocos individuos, incluidos niños y adolescentes, acompañados de machos y hembras adultos", señala la científica. La distribución de edades de los homininos canibalizados es similar a los perfiles de edad que se observan en el canibalismo asociado con la agresión intergrupal en los chimpancés.Según los investigadores, el canibalismo se realizó entre sociedades productivas, estructuradas y jerárquicas, y con cargas simbólicas muy complejas, que poseían mitos en las que el canibalismo se incluía dentro de su concepción del mundo.

Su alimentación: A pesar de la gran variedad elementos vegetales que conformaban su dieta, antecessor practicaba el canibalismo. Aportaron a la cueva muchos restos de animales,a seis congéneres,y los frutos del almez. También trabajaron la madera, quizá para hacer utensilios. Fueron acertados cazadores de varios tipos de cérvidos, équidos y grandes bóvidos,y carroñearon despojos de grandes ungulados como mamuts o rinocerontes. Allí curtieron pieles y comieron la carne y médula de animales y personas sin distinción.

LOS ALIMENTOS TRANSFORMADOS: EL SER HUMANO DE PEQUÍN

Parece ser que el sucesor del australopithecus (entre ellos el sinanthropus pekinensis) fue quien descubrió el asado de los alimentos. Parece evidente que el primer conocimiento que nuestros primeros antepasados tuvieron del fuego se debió a catástrofes naturales, incendios provocados por las fuerzas de la naturaleza, tanto rayos como volcanes. Pero podemos afirmar que su dominio de deriva de una más de las casualidades que se han dado a través de la historia y que el ingenio humano ha podido controlar para su beneficio: en el proceso de fabricación de sus útiles de piedra, el choque incorrecto de una piedra con otra hizo saltar una chispa sobre el lecho de hojas secas donde dormía, produciéndose una llama. Quizás fue así como se consiguió dominar el fuego. 

El dominio del fuego que se utilizó en principio para luchar contra el frío, se transformó en la primera y más rudimentaria habilidad culinaria: el asado, echando la carne directamente sobre las brasas. 

Trozos del cráneo del Homo Antecessor

Con la cocción de los alimentos se matan las bacterias que puedan contener y se frena el proceso de descomposición. Una carne guisada se puede conservar unos días, y lo que es más importante: se rompen los tejidos y se consigue unos alimentos menos duros.

El suelo de las cuevas de los antiguos habitantes de la China, estaba cubierto de huesos verdaderamente formidables: tigres, búfalos, rinocerontes, elefantes prehistóricos, caballos salvajes, gacelas y avestruces.

Puedes leer el muy interesante artículo en el enlace siguiente: La cocina influyó en la evolución humana. Puedes descargártelo o leer en linea desde el documento que tienes colgado al final de la página.

El Hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis) es una subespecie de Homo erectus propia de China. Su nombre alude a que sus restos fósiles se descubrieron al suroeste de Pekín, en una cueva de la localidad de Zhoukoudian. Los restos fueron encontrados entre 1921 y 1937 y datan de hace entre 250.000 y 500.000 años. Es especialmente popular porque en el momento de su descubrimiento fue considerado el primer "eslabón perdido" que justificaba la teoría de la evolución.

El yacimiento de Zhoukoudian fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1987.