Salviares, esplegares y tomillares calcícolas
Asociación Lino diferentis-Salvietum lavandulaefoliae, incluida en el Hábitat 4090. Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga
Se originan de la degradación de los encinares y coscojares y se mezclan con estos. Es una de las comunidades más extendidas por nuestro territorio. Está compuesta sobre todo por caméfitos, matas leñosas de porte menor al metro, que con frecuencia sobrepasan el 60 % de cobertura; con ellos se hallan algunos fanerófitos de corta talla (romero, aulaga, coscoja, etc.). Los geófitos y gramíneas vivaces son bastante más escasos. La asociación es rica en especies. Predominan las labiadas melíferas: salvias, romero, tomillos, espliego, etc.
En los lugares más pastoreados, aparece el tomillar de Thymus zygis y Thymus vulgaris
El espliego, Lavandula latifolia, es una de las especies más característica de estas formaciones pero, sorprendentemente está ausente al norte del Jarama (en Rivas-Vaciamadrid, Ciempozuelos, Martín de la Vega, Valdemoro). Al sur de este, desde la misma Arganda, e incluido el propio Martín de la Vega, aparece y se hace progresivamente más frecuente conforme vamos al este, remontando el valle del Tajuña. Está distribuido por toda la Alcarria desde los 600 m de altitud hasta los 1.100 m. En el sur de Madrid se presenta entre los 650 y 800m. Ocupa sobre todo las laderas de los cerros calizos y enclaves no cultivados de las parameras. Prefiere los suelos rendsiniformes y xerorendsinas calizas, e incluso los margoso-yesíferos o los suelos pardos calizos mediterráneos. En esta formación también merece destacarse la gran abundancia de Aphyllanthes monspeliensis, ausente en los mismos lugares, así como la presencia de Arrrenatherum album
Por razones altitudinales hay algunas especies amantes del frío que no están presentes y que se ven sólo en el extremo este de la comarca, lindando con Guadalajara. Sin embargo de este grupo hay dos que nos sorprenden precisamente con su presencia hacia la zona occidental del valle del Tajuña, si bien escasa, Achillea odorata y el elemento de paramera Juniperus thurifera . En Rivas (Piul), Valdemoro (El Espartal) y otros puntos aparecen ejemplares sueltos. Junto a estos ya son varias las repoblaciones que emplean esta especie en la zona.
Las otras especies que caracterizan a esta formación son todas matas leñosas. Son la Aulaga (Genista scorpius), Salvia (Salvia lavandulifolia) y el lino silvestre (Linum suffruticosum) que solo se hace notar por su bella y masiva floración blanca en mayo, la esparraguera (Asparagus acutifolius), el asperón (Lithodora fruticosa), Teucrium capitatum y dos matas que cuando aparecen son indicadoras de termicidad, la Coronita (Coronilla minima) y la borlita de seda (Staehelina dubia).
En la imagen superior con flor morada, matorral de salvia lavandulifolia. Con flores rosa, Hedysarum boveanum.
Acompañando, especies de coscojares y encinares: Ephedra distachya y Colutea arborescens hispanica
En la foto superior, matorral de Linum suffruticosum en flor. Como se ve estos matorrales contactan frecuentemente con espartales.
Otra bonita imagen primaveral en la que domina el blanco del lino en los tomillares calcícolas
Matillas de pequeño tamaño de los salviares son el tomillo (Thymus zygis), Salvia verbenaca, la candilera (Phlomis lychnitis),la correhuela (Convolvulus lineatus), la clavelina Dianthus pungens ssp hispanicus, la ruda (Ruta angustifolia y Ruta montana), Helianthemum asperum, Teucrium gnaphalodes, Teucrium pseudochamaepytis, el periquillo (Coris monspelliensis) y las leguminosas hemicriptófitas, Hippocrepis commutata, la hierba de plata (Argyrolobium zanonii), los gallicos (Astragalus incanus), la zulla silvestre (Hedysarum boveanum) y las endémicas Astragalus alopecuroides y Astragalus matritensis.
Estas dos últimas parecen asociarse particularmente con los suelos calizos o dolomíticos mezclados con arcillas grises. Junto a estos aparecen en algunos puntos otros hemicriptófitos de porte herbaceo de gran interés como el cardo yesquero (Echinops ritro), de floración veraniega, el aguavientos (Phlomis herba-venti), la salvia blanca (Salvia argentea) y la oropesa (Salvia aethiopis).
Sobre inclusiones de arcillas grises o verdes, de características químicas especiales, tanto en entornos calizos como yesíferos encontraremos la escasísima compuesta hemicriptófita, en peligro de extinción, Klasea flavescens. Esta se puede encontrar en Rivas, Perales de Tajuña, Arganda, Orusco, Villaconejos, etc, siempre muy escasa y localizada. Sin duda las mejores poblaciones, muy amenazadas por el urbanismo, se encuentran en los cerros de las riberas del manzanares ya dentro del municipio de Madrid y en el humedal de Coslada, rodeados de terrenos urbanizados.
Otras dos bellísimas compuestas perennes, la árnica falsa (Inula montana) y la serratula (Klasea pinnatifida) caracterizan nuestros salviares asentados sobre calizas, salpicando de amarillo y violeta amplias zonas con sus flores durante la segunda quincena de mayo y la primera de Junio.
En Otoño, en común con los coscojares, aparece abundantísimo Crocus serotinus. Y en algunos puntos, la Sternbergia colchiciflora, una especie que recuerda al azafrán pero amarilla y cuyas hojas espirales y frutos esperan a la primavera para emerger del suelo. Merendera montana se presentará en los lugares compactados por el pastoreo de ovejas, tendiendo a desaparecer cuando desaparece este. Es un fenómeno afecta a algunas especies, vinculadas al pastoreo, abocadas a la extinción local con la pérdida de usos tradicionales.
De floración invernal son Crocus nevadense y Colchicum triphyllum, que para finales de enero y hasta finales de marzo aparecen en puntos dispersos del Sureste de Madrid.
La amplitud edáfica del Lino-Salvietum es acusada. Por ello, la asociación vive también en los suelos subyesíferos. Tal ocurre en los suelos calizos de escasa profundidad asentados sobre yesos, circunstancia frecuente en los contactos entre los estratos pontiense (calizas) y vindoboniense (yesos) de la meseta sur.
En esta foto se aprecia un matorral casi puro de Salvia lavandulifolia sobre margas yesíferas, en suelos profundos y húmedos, como denotan las zarzas (Rubus ulmifolius) en una umbría orientada al NE, que permite que desplace a la flora espefícica del yesar.