Hábitat 1420

A medida que nos alejamos del fondo de la cubeta y se reduce el tiempo durante el que está encharcado el suelo, pueden vivir una serie de caméfitos. En estos suelos y en función de la humedad, se asientan dos comunidades, almarjales y sapinares, ocupando los últimos los suelos más húmedos.

Ambas comunidades se integran en el Hábitat 1420. Matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos (Sarcocorneta fruticosi), formada por vegetación perenne propia de fangos marinos. En el territorio de nuestro herbario, las especies características son Suaeda vera (almarjales) y Arthrocnemum macrostachyum (sapinares).

Es un hábitat muy escaso en la Comunidad de Madrid. Lo encontramos en Aranjuez (La Flamenca y Carrizal de Villamejor) y en Colmenar de Oreja (Laguna de La Seca o de Esteras).

Sapinares (Puccinellio fasciculateae-Arthrocnemetum macrostachyi)

Los suelos húmedos con muchas sales disueltas, o solubles, retienen el agua con mucha fuerza y se comportan, para las plantas, como suelos secos. Para poder vivir en tan duras condiciones la sapina (Arthrocnemum machrostachyum) ha eliminado las hojas, transfiriendo la función clorofílica a los tallos, que varían de color a lo largo del año. Si la situación hídrica se pone muy fea, en períodos de larga sequía, es capaz de perder los artejos terminales para economizar agua.

La sapina crece en medios fuertemente salinos y si hay aporte de aguas fluviales o de lluvia que diluyan la concentración de sales, junto a los sapinares podemos encontrar el carrizo (Prhagmites australis) y Puccionellia fasciculata.

Sapinares propiamente dichos en la Comunidad de Madrid, solo tenemos los de Aranjuez, habiendo algunos individuos aislados en el municipio de Colmenar de Oreja.

Laguna la Seca o de Esteras. A la derecha al borde del agua tenemos unas matas de sapina. De frente en la costra salada, salicornias y el resto es un albardinal.

A medida que nos desplazamos a suelos más secos y aparecen eflorescencias salinas el sapinar da paso al Almarjal ( Suaedetum brevifoliae).

El almarjal se da en suelos encharcados durante una gran parte del año y secos durante los meses de verano. La alta salinidad junto a la sequedad estival, hacen de este medio unos de los más selectivos para la flora. Hay adaptaciones que saltan a la vista: las hojas están cubiertas de una capa cérea, son redondeadas con una relación volumen-superfiecie óptima y pueden almacenar una gran cantidad de líquido aumentando apenas la superficie de transpiración. A pesar de ser suelos húmedos, es muy difícil para la planta absorber agua. Es más, en la mayoría de las especies sería el suelo el que absorbiese el agua de la planta desecándola. Para evitar esto el almarjo acumula sales en sus tejidos y así disminuir el diferencial osmótico con el suelo. Es impresionante ver las matas de almarjo aisladas y equidistantes unas de otras.

Almarjal en Borox (izquierda). A la derecha sapinar en el Carrizal de Villamejor, con matas de almarjo. A los lados orzagas y a la derecha el carrizal.