Lastonares: Pastizales vivaces de Stipa iberica

No encontramos una asociación vegetal descrita que se ajuste con precisión a los pastos donde vemos crecer a la Stipa iberica, pero dado lo fácilmente reconocibles que son estas formaciones en su periodo vegetativo y lo llamativo y paisajisticamente valiosas que nos resultan, no podemos evitar hacer una referencia a las mismas, ilustrada, como no con algunas fotos de nuestra cosecha.

Es una formación relativamente densa que crece sobre suelos calizos relativamente profundos en mezcla con arcillas, con abundante piedra suelta y alterna con el tomillar, en la parte más alta y seca de las colinas. En los lastonares de Stipa iberica que conocemos son frecuentes retamas, aulagas y Ephedra nebrodensis salpicadas o formando rodales. Cuando evoluciona, lo hace para dar retamares-aulagares en los puntos mas húmedos o soleados y salviares en los más umbrosos, donde hiela con mayor frecuencia. Es una de las últimas etapas de degradación de encinares manchegos no siendo raro ver algunas encinas intentando recuperar estos terrenos, en forma arbustiva.

Lastonar en primavera. Junto a Stipa iberica, en primer plano, espigas de esparto común y arbustos de coscoja (verde claro) y aulaga

En estos lastonares, domina de manera clara Stipa iberica, que con las plumosas aristas de las espigas meciéndose al viento y reflejando pajizas y brillante el del sol al contraluz resulta un espectáculo natural notable a finales de mayo, y mes de junio. A Stipa pennata acompañan gramíneas vivaces como Stipa juncea (también conocida como Stipa celakovsky), Stipa offneri, Koeleria vallesiana o Dactylis glomerata y herbáceas perennes dicotiledoneas como Plantago albicans, Convolvulus lineatus, Astragalus incanus, Hedysarum boveanum y cualquiera de las especies de los tomillares y salviares calcícolas hacia los que evoluciona, destacando la candilera (Phlomis lychnitis) por su abundancia y también especies de los pastos terofíticos sobre suelos básicos, que sustituyen al lastonar cuando el suelo se degrada o perturba en mayor medida. Por la abundancia de restos y la facilidad con que humifican este lastonar genera las condiciones para que el matorral y el arbolado colonicen el terreno.

Al contraluz las aristas glumosas del lastón brillan en todo su esplendor