Fenalares de Brachypodium phoenicoides.

Hábitat prioritario 6220 (Mantisalco salmanticae-Brachypodietum phoenicoidis Rivas Goday & Borja 1961)

En la directiva de hábitats son definidos como "Prados secos seminaturales y facies de matorral sobre sustratos calcáreos (Festuco - Brometalia)"

Son pastizales de hierbas vivaces, presentes sobre suelos calizos o neutros, ricos en nutrientes (no oligotrofos), que no presentan encharcamiento, es decir, sin hidromorfía temporal clara y son relativamente profundos. Aunque son principalmente de la región eurosiberiana, aparecen en enclaves lluviosos de la región mediterránea y también, como es el caso del sureste madrileño, en vaguadas y vallejos donde exista compensación edáfica en el estío. Dado que sólo conocemos los fenales de Rivas-Vaciamadrid, esta reseña se realiza a partir de los datos y observaciones de este lugar, que suponemos representativo de los restantes de la zona.

Desde el punto de vista fotosociológico, pertenecen a la alianza Brachypodion phoenicoidis, que incluye a todos los fenalares y otros lastonares (herbazales altos de vivaces de hojas duras y bastas) que se desarrollan sobre suelos ricos en bases. Son formaciones temporhigrófilas, es decir, que se ubican en zonas temporalmente húmedas debido a la afloración de horizontes edáficos impermeables. Como deciamos esto sucede en vaguadas, depresiones y laderas y en ellas es frecuente que el suelo tenga una textura pesada, con una importante cantidad de limos y arcillas que hacen que estos suelos tengan una importante capacidad de retención de agua. En consecuencia, estos pastizales están húmedos casi todo el año, excepto en lo más duro del verano, en que acaban por agostarse.

Para superar el periodo sin agua las plantas presentan adaptaciones destinadas a reducir las perdidas de humedad por evapotranspiración, por ello son hierbas convolutas o lineares, tienen pelos y presentan cutículas gruesas. La especie dominante o de mayor cobertura es el fenal (Brachypodium phoenicoides). Son prados muy densos, de estructura compacta, de hierbas de gran altura y hojas duras, especialmente del género Elymus. Elymus pungens es la especie que se ve por estos lares acompañando al fenal, sobre suelos calizos o margosos. En suelos con arcosas sería Elymus repens el acompañante.

Aspecto estival de un fenaral de Brachypodium phoenicoides en contacto con una junquera, en las proximidades de un manantial.

El suelo mas húmedo de la junquera es señalado por el cardos Cyrsium pyrenaicum y el malvavisco (Althaea officinalis) que son las

matas blanquecinas de la parte central.

La asociación vegetal descrita dentro de esta alianza que mas se aproxima a nuestros fenalares es la Mantisalco salmanticae-Brachypodietum phoenicoidis Rivas Goday & Borja 1961, caracterizada por la presencia de la compuesta Mantisalca salmantica y especies como la correhuela (Convolvulus arvensis), Galium verum, alfalfa (Medicago sativa) y llantén (Plantago lanceolata).

De estas últimas solo hemos visto con relativa frecuencia en los fenales correhuela y ocasionalmente, alfalfa. Lo cual no es raro, dado que en su origen se suelen formar tras alteraciones fruto de la actividad humana, en nuestro caso, vallejos que de forma natural estarían ocupados por olmedas y que en algún momento han debido de ararse y pasar a estar cultivados. Estas especies arvenses tienden a desaparecer con la conformación de un denso pastizal en el que se acaban por establecer, venciendo la dura competencia del fenal, majuelos, zarzas, higueras, saúcos y que si no fuera por la grafiosis acabaría siendo una olmeda.

Otro fenaral, que como se puede apreciar, abraza una junquera con Thalictrum speciosissimum, por la que discurre un arroyuelo.

La vegetación leñosa potencial de este vallejo es evidenciada por la olmeda del fondo, por la que discurre otro arroyo de mayor entidad.

El piso de esta formación vegetal es el supramediterraneo y mesomediterraneo superior y aparece habitualmente sobre todo en márgenes de canales de riego de huertas de montaña. también ocupa márgenes de cultivos de regadío, el interior de choperas naturales y plantadas, formaciones riparias en general, así como las inmediaciones más secas de prados higrófilos y juncales. Como hemos dicho, en nuestro caso aparece en vallejos todos ellos en el entorno norte del Cristo de Rivas, y también hacia el sur hasta las inmediaciones del cerro del Telégrafo. Contacta con juncales asociados a suelos más húmedos, vinculados a arroyos de aguas permanentes o temporales y con la olmeda del bosque en galería del arroyo del mismo Cristo de Rivas.

En nuestros fenalares aparecen especies de gran interés como Nepeta tuberosa o la esparraguera comun (Asparagus officinalis). Multitud de especies bulbosas o tuberosas crecen en estos prados, como distintos ajos y puerros silvestres: Allium roseum, Allium sphaerocephalon, Allium pallens, Allium paniculatum y Allium ampeloprasum. Otras bellas liliaceas presentes son Ornithogallum narbonense, o Fritillaria lusitanica, que aparecen junto a la Iridacea Gladioulus reuterii.

Entre las altas hierbas sobresalen la compuesta Crepis pulchra, y umbeliferas como las abundantes zanahorias (Daucus carota), cañahejas (Ferula communis) y colas de caballo (Prangos trifida). Entre las ranunculáceas tenemos Delphinum gracile y Consolida Mauritanica.