Fresnedas no aluviales

Hábitat 91B0 Fresnedas termófilas de Fraxinus angustifolia. Bosques no aluviales ni situados en gargantas dominados por Fraxinus angustifolia, frecuentemente mezclados con Quercus pubescens o Q. pyrenaica.

Subtipo: 41.862

Este es un hábitat que ocupa una superficie de escasas hectáreas y está muy desdibujado. Sin embargo, por la singularidad de su ubicación, litología y especies acompañantes hemos querido incluirlo en este compendio de hábitats de la Alcarria y Sagra madrileñas.

Habitualmente las fresnedas se ubican en los fondos de valle, sobre suelos arenosos o francos, nunca sobre los excesivamente pesados, por arcillosos. Compite con los olmos por el terreno, de forma que cuando los suelos son ricos en bases, es la olmeda el bosque que nos encontraríamos. Un buen ejemplo de fresneda sobre arenas es la que se encuentra, adehesada y pastada por ganado vacuno en el valle del Manzanares, en Perales del Rio, Getafe. Otra pequeña fresneda de viejos y añosos ejemplares antaño trasmochados se encuentra en la confluencia de los rios Jarama y Manzanares, rodeada de alamedas, en el Soto de las Juntas, en Rivas-Vaciamadrid.

En grietas abiertas en el cantil yessífero de forman bosquetes de fresnos acompañados de higueras y saúcos.

Sin embargo, las fresnedas tambien aparecen en otros lugares. En la sierra de Madrid forman bosques mixtos con el roble melojo, en los piedemontes serranos, sobre granitos, bosques muy manejados por el hombre, dando lugar a hermosísimas dehesas, de incalculable valor florístico y paisajístico. Los sustratos en que aparecen son suelos oligotrofos (pobres en nutrientes) sobre litologías ácidas. Sin embargo, el pastoreo y majadeo genera suelos eutróficos, ricos en nutrientes. En los encinares y alcornocales del Sudoeste ibérico y en torno al Sistema Central, aparecen fresnedas en torno a los regatos y vallejos que los recorren y fresnos salpicados en las vaguadas.

En suelos calizos, mas permeables y que retienen peor el agua, no veremos fresnedas. Sin embargo, encontramos bosquetes de fresnos, grandes y viejos ejemplares y abundante regeneración en dos lugares muy especiales: Las umbrías al pie de los cantiles yesíferos del Cerro Coberteras y en la base de los cortados yesíferos y de calizas dolomíticas de el Piul, en Rivas-Vaciamadrid. En estas dos localizaciones encontraremos los vestigios de antiguas "fresnedas en ladera".

Jóvenes bosquecillos de fresnos comienzan a cubrir las laderas umbrosas de El Piul. La umbelifera Opopanax chironium, formando las masas más cercanas al fotógrafo es la herbácea que denota la vocación de fresneda de los terrenos desarbolados.

En estas localizaciones el suelo está formado por los derrubios que la erosión de los cerros deposita en su base. Derrubios que dan lugar a suelos suelos, profundos, originados a partir de yesos, margas y calizas. La umbría y la humedad procedente de las partes superiores del cantil originan un estrato herbaceo pujante, de grandes plantas herbáceas dicotiledoneas, acompañadas de algunas gramíneas, muchas de ellas plantas bulbosas o tuberosas, de forma vital hemicriptófita, es decir, plantas vivaces, perennes, cuya parte aérea perece en la época desfavorable y rebrota año tras año. Algunas cabe esperarlas o son típicas de los bosques de ribera. Son los escaramujos (Rosa sp.). y majuelos (Crataegus monogyna). A ellos cabe añadir, muy abundante hasta el punto de formar matorrales cerrados, el Jazmín silvestre (Jasminum fruticans) en el Piul, en los puntos donde hay abundante dolomía suelta sobre el terreno.

Las hierbas dicotiledóneas pertenecen a varias familias. Umbelíferas de gran tamaño juegan un importante papel, en especial el pánace (Opopanax chironium), pero solo en el caso de El piul. La cañaheja (Ferula communis) y la cola de caballo (Prangos trifida), completan la terna de las umbelíferas presentes. En exposiciones menos umbrías, donde el fresno ya está ausente, Ferula communis forma masas prácticamente monoespecíficas y desaparece el pánace.

Dos endemismos de especial significación que encontraremos junto a estos fresnos del cantil son la ranunculacea Thalictrum minus ssp matritense y la labiada Nepeta beltranii. La primera es una especie propia de áreas montañosas, con precipitaciones más o menos abundantes, en donde aparece en canchales, pastizales y riberas de arroyos. En estos lugares puede ocupar los lugares mas pedregosos, secos y soleados. Sin embargo nuestra subespecie en nuestro territorio, está acantonada en los sitios más umbrosos.

Nepeta beltranii es una planta especialista de los yesos, de apetencia nitrófila. Igualmente solo la encontraremos en umbrías. Abunda sobremanera, pero está muy localizada, tiene una distribución muy restringida a escasos puntos de Madrid, la Meseta norte y el Valle del Ebro y catalogada como planta protegida en la Comunidad de Madrid, con poblaciones en Rivas, un punto de Getafe y otro en Alcalá de Henares. Otra especie emparentada Nepeta cataria se añada a su compañera de género. Además veremos especies raras como Ballota nigra, Telephium imperati, y otras no tan raras, todas ellas nitrófilas, como el opio (Papaver somniferum), Hyosciamus albus y Verbascum pulverulentum.