Panticosa-Camino Las Palizas-El Pueyo de Jaca

Este camino transcurre por una ladera orientada hacia el norte, entre arbolado y bojes de gran tamaño en cuyos troncos ha crecido el musgo, siendo adecuado incluso en días calurosos. El nombre de Palizas puede que tengas relación con el bosque de troncos desnudos de los bojes, rodeados de musgo.

Partiendo del aparcamiento próximo a las instalaciones de la estación de esquí de Panticosa, se han de cruzar los ríos Caldarés y Bolática, tomando una pista de servicio que nace tras cruzar el último puente. La pista gira en ascenso hacia la derecha, yendo, o en paralelo al río. Tras avanzar unos 260 m por la pista después del puente, aquella gira 90º hacia el sur. En el mismo punto de giro hay que tomar el sendero que sigue paralelo al río. El track tiene una derivación para ver el puente de Las Palizas, bajo el que circula el río Caldarés a gran profundidad, encajonado entre rocas y entre tilos que crecen en las mismas, impidiendo casi ver el agua.

Volviendo al camino, se cruza una zona en donde aparecen bloques graníticos con nerviaciones. Son los restos de una morrena de la última glaciación procedentes del circo de Balneario de Panticosa o del barranco Piniecho. El camino cruza en barranco de Yanel y poco después atraviesa un bosque de bojes con ramas cubiertas de musgo.

Dos ventanas abiertas en este bosque permiten ver en primer lugar los montes de la Cochata y El Pacino y, después, el mallo Cuchiblanga y los dientes de los Batanes sobre el Balneario de Panticosa.

El camino llega al puente que cruza el río Caldarés en las cercanías del Pueyo. La vuelta a Panticosa se realiza por el camino cementado que une las dos poblaciones.

Al final de un pequeño tramo de un desvío del camino hacia Hoz de Jaca está el Puente de Las Palizas, asentado entre dos paredones rocosos y por cuyo fondo circula el río Caldarés. En las rocas calizas a ambos lados del puente crecen tilos y robles que impiden ver casi el río.