El pasado martes 17 de diciembre de 2024 marcó el inicio de una experiencia transformadora para más de 100 estudiantes de Bachillerato de Artes del IES Príncipe Felipe, quienes participaron en el primer taller de metacognición, estudio y arte dentro del proyecto TECMAA (Transformación de Espacios para Fomentar la Creatividad, la Metacognición y el Aprendizaje Autorregulado)
Esta sesión fue liderada por Susana Bernad Ripoll, profesora y Doctora en Educación Especial, experta en trastornos del aprendizaje y estrategias de aprendizaje autorregulado.
El objetivo del taller fue proporcionar herramientas prácticas para potenciar el rendimiento académico y creativo de nuestros alumnos mediante la metacognición: la capacidad de reflexionar sobre nuestro propio proceso de aprendizaje. Durante dos intensas horas, nos sumergimos en conceptos clave como:
Aprendizaje autorregulado: cómo planificar, supervisar y evaluar nuestro progreso para ser estudiantes más autónomos.
Memoria: estrategias para retener y recuperar información de manera más eficiente.
Técnicas de estudio: desde mapas mentales y organizadores gráficos hasta la gestión del tiempo y técnicas de repaso activo.
Concentración y atención: cómo optimizar nuestro enfoque mental para lograr aprendizajes más significativos.
Uno de los momentos más reveladores del taller fue comprender cómo funciona nuestro cerebro al aprender. A través de ejercicios prácticos, pudimos comprobar que nuestra mente es capaz de adaptarse, organizarse y superar desafíos si aplicamos las estrategias adecuadas.
También discutimos la pirámide del aprendizaje, que nos ayudó a identificar qué métodos son más efectivos para consolidar conocimientos, y la escalera de la metacognición, que nos invita a planificar, actuar, evaluar y ajustar nuestras estrategias de forma continua.
Otro de los grandes aprendizajes del taller fue comprender que la clave para un rendimiento académico óptimo no reside solo en el esfuerzo, sino también en la planificación estratégica de nuestras actividades. Aprendimos a organizar nuestro tiempo de manera más efectiva, priorizando tareas y estableciendo metas alcanzables.
Las técnicas de estudio, como los organizadores gráficos, los mapas conceptuales y las fichas de repaso, no solo facilitan el aprendizaje, sino que también nos ayudan a procesar y estructurar la información de forma más clara. Esta combinación de planificación y métodos de estudio efectivos es esencial para manejar la carga académica del Bachillerato y para preparar proyectos artísticos con rigor y creatividad.
Otra de las grandes lecciones fue la importancia de la autoevaluación y el feedback constructivo, tanto de nuestros profesores como de nuestros compañeros.
Reflexionamos sobre cómo un buen comentario o una observación oportuna puede marcar la diferencia en nuestro desarrollo, no solo académico, sino también personal.
Uno de los conceptos más útiles que aprendimos fue la curva del olvido, un modelo que demuestra cómo olvidamos gran parte de lo aprendido si no lo repasamos de manera constante. Susana nos explicó que, al repasar en momentos estratégicos después de aprender algo nuevo, podemos fortalecer nuestras conexiones neuronales y retener la información a largo plazo.
Estas estrategias son fundamentales para el éxito académico, especialmente en Bachillerato, donde la acumulación de conocimientos y la preparación para exámenes finales requieren un aprendizaje continuo y significativo.
Para muchos de nosotros, el taller fue un descubrimiento de nuevas herramientas para organizar nuestro tiempo, mejorar la concentración y ser más productivos. Organizadores gráficos, técnicas de memorización activa y recursos para planificar nuestras tareas formaron parte de un amplio repertorio de estrategias que comenzaremos a aplicar en nuestras asignaturas y proyectos artísticos.
Además, debatimos sobre cómo estas técnicas no solo son útiles para estudiar, sino también para desarrollar ideas creativas, resolver problemas y llevar a cabo proyectos artísticos con mayor profundidad y claridad.
Aunque las dos horas fueron intensas, el taller estuvo lleno de energía y participación. Nos mantuvimos motivados, no solo por el contenido, sino también gracias a los pequeños gestos que hicieron del taller una experiencia amena y cercana (¡gracias por las chuches, Susana!).
Este primer encuentro nos dejó herramientas valiosas y el compromiso de aplicar lo aprendido en los próximos meses para mejorar nuestros hábitos y resultados.
La metacognición, como descubrimos, no es algo que se logra de la noche a la mañana, pero estamos seguros de que con práctica y perseverancia podremos transformar nuestra forma de aprender y crear.
Este taller es solo el comienzo de un camino que recorreremos juntos dentro del proyecto TECMAA. Seguiremos explorando cómo las técnicas de aprendizaje autorregulado, la organización metacognitiva y la reflexión constante pueden enriquecer tanto nuestra formación académica como nuestra experiencia artística.
Desde el IES Príncipe Felipe queremos agradecer a Susana por compartir su conocimiento con nosotros y a todos los alumnos por su entusiasmo y participación activa.
¡Estamos deseando continuar esta aventura de aprendizaje y crecimiento!