La falta de sueño en adolescentes

Estudios remarcan la importancia del sueño en la fase adolescente.Los profesionales recomiendan de ocho a diez horas de sueño diarias; la interrupción de estos ciclos puede derivar en problemas de crecimiento y desarrollo. La falta de sueño afecta directamente a la conectividad neuronal, esto está relacionado de primera mano con el mantenimiento cerebral encargado por las células gliales. Estas células están en constante trabajo, sin embargo, en la fase REM optimiza su producción y acelera el proceso regenerativo neurológico. 

CÉLULAS GLIALES

Se conoce sobre el tejido glial o neuroglia a partir del año 1859, de la mano del investigador Rudolf Virchow, aunque no es hasta la aparición de Ramón y Cajal que las diferencia de las neuronas y las identifica como parte del tejido nervioso. 

Las células gliales forman una parte fundamental en el desarrollo del cerebro. Entre sus funciones podemos destacar el mantenimiento y nutrición de las neuronas.

Cuando se presentan variaciones en el sueño, estas células comienzan a perder facultades y su proceso de metabolización se ralentiza. Esto podría derivar a una disminución del tamaño cerebral debido a que la fase de mayor productividad de las células gliales (Fase REM) se vería afectada. La fase REM (rapid eye movement) es la última fase del ciclo de sueño que se divide en 90 minutos en las ocho horas recomendadas por los profesionales.


EL CICLO DEL SUEÑO 

Las distintas fases cumplen un destino primordial para un descanso óptimo, por ello, cualquier alteración en el ritmo de este desconfigura el normal desarrollo del cerebro durante las horas de sueño.

Estas fases son: 

En el sueño de ondas lentas No REM (NREM) (durante las cuatro primeras etapas del ciclo del sueño) ocurre cuando las neuronas de hipocretinas son inhibidas por las descargas gabaérgicas (GABA) y de galanina que se originan en el tronco encefálico.


    5. Fase V: Fase Rem o de sueño paradójico.

Aunque durante todas las etapas, el cerebro trabaja en funciones muy básicas, la mayor parte de todo el proceso se cumple durante los dos últimos periodos. Se cree que el sueño REM es fundamental para el desarrollo cerebral y la consolidación de recuerdos nuevos, así como su integración con los que ya existían. Un argumento a favor de estas hipótesis es el hecho de que la fase REM es proporcionalmente mayor en niños y adolescentes.

PARTES DEL CEREBRO RELACIONADAS CON EL SUEÑO

El cerebro se divide en varias partes, cada una relacionada con una función diferente,  entre ellos se encuentra el hipocampo que juega un papel importante en relación a la memoria, mientras dormimos este libera los recuerdos a corto plazos que almacena en el neocórtex dejando espacio para recibir nuevos. El hipocampo está comunicado al tronco encefálico para controlar las transiciones entre el despertar y el sueño. Las células que promueven el sueño dentro del hipocampo y del tronco encefálico producen un químico cerebral llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA), el cual actúa para reducir la actividad de los centros del despertar en el hipocampo y el tronco encefálico. 

En la fase REM el encéfalo está muy activo, en el electroencefalograma (EEG) se muestra un patrón de ondas cerebrales similar al que se produce durante la vigilia.Este tipo de sueño se denomina también paradójico, debido a que resulta una paradoja que la persona siga dormida a pesar de la presencia de una acusada actividad cerebral.

Por otra parte encontramos el tálamo que se activa durante la fase REM enviando a la corteza imágenes, sonidos y otras sensaciones que llenan nuestros sueños. Otra región que destacamos en los estados del ciclo dormir-vigilia es el hipotálamo. Lesiones específicas en el hipotálamo posterior produce estados de sueño prolongados mientras que lesiones en el hipotálamo anterior, en la región preóptica, provocan supresión del sueño. Se ha podido precisar que el área preóptica centrolateral del hipotálamo tiene neuronas, aparentemente gabaérgicas que estarían relacionadas con la aparición del sueño no-REM.

Teniendo en cuenta toda esta información como antecedente, concluimos que el sueño y el descanso son totalmente necesarios para el desarrollo durante la adolescencia. Con el correcto desarrollo del cerebro durante sus horas de “apagado”, todo el individuo consigue una mejor memoria, mejor desarrollo neuronal y crea una rutina psicológica en la que un adolescente puede mantener una buena organización en su vida. Además, un buen descanso afecta al estado de ánimo; dormir bien nos da energía y estabiliza los niveles de serotonina, ocasionando un estado de ánimo más favorable para la persona.

Alba Gómez y Nerea Martínez. 2023.