Hemisferios cerebrales

El cerebro humano, al ser observado desde arriba, presenta una peculiaridad singular. Está dividido en dos partes que no son una imagen simétrica invertida el uno del otro, esto es, existen sutiles diferencias entre ambos. No obstante, ambas partes o hemisferios están unidas por un haz de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro en ambas partes denominada Cuerpo Calloso. Gracias a estas fibras, los dos hemisferios están continuamente conectados.

Cada hemisferio está especializado en funciones diferentes, de ahí que uno de los aspectos fundamentales en la organización del cerebro lo constituyan las diferencias funcionales que existen entre los dos hemisferios, ya que se ha descubierto que cada uno de ellos está especializado en funciones diferenciadas.

Existe también una relación invertida entre los dos hemisferios y nuestro cuerpo. Esto es, el hemisferio derecho se encarga de coordinar el movimiento de la parte izquierda de nuestro cuerpo, y el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha.

Funciones de los hemisferios

Hemisferio derecho

El hemisferio derecho está íntimamente relacionado con la expresión no verbal. En esta parte del cerebro se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda de manera prioritaria en imágenes. También parece que gobierna nuestra capacidad de apreciar el arte y la música y toma parte activa en las capacidades creativas.

Hemisferio izquierdo

El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos. Todos los estudios parecen indicar que en él se encuentran en la mayoría de los individuos las zonas relacionadas con el procesamiento lingüístico. Las áreas implicadas en esta capacidad verbal, propia de los seres humanos, son el "Área de Broca" y "Área de Wernicke". La función especifica del "Área de Broca" es la expresión oral, es el área que produce el habla. Un daño en esta zona produce afasia, es decir, imposibilita al sujeto para hablar y escribir de forma total o parcial. El "Área de Wernicke" tiene como función específica la comprensión del lenguaje, ya que es el área receptiva del habla. Si esta zona se daña se produce una dificultad para expresar y comprender el lenguaje.

Además de la función verbal, el hemisferio izquierdo tiene otras funciones como capacidad de análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas numéricos, aprender información teórica, hacer deducciones...