Cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual: Una terapia que se basa en la relación entre pensamiento, emoción y conducta.

LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL

Desde hace más de tres décadas, la terapia que conocemos como “cognitivo-conductual”, se ha convertido en una de las intervenciones psicológicas más eficaces en determinados tipos de enfermedades o trastornos. Con el uso de dicha terapia obtenemos cambios importantes en poco tiempo y el amplio número de técnicas que engloba le da una gran flexibilidad para adaptarse al problema y a la persona.

Los psicólogos que practican este tipo de terapias afirman que existe una relación de dependencia entre pensamientos, emociones y conductas, es decir, si una cambia radicalmente, las otras se ven afectadas.

Este tipo de terapias emplean técnicas muy diversas con el propósito de modificar uno de los tres elementos, sabiendo que de esta forma cambiará el resto en su totalidad.

¿CÓMO SE INTERVIENE?

El terapeuta realiza preguntas al individuo y este trata de responderlas de forma consciente y reflexiva. A este proceso se le llama introspección.


En la primera parte, se trabaja enseñando a reconocer los estilos de pensamiento. Para llevar esto a cabo es necesario entrenar a la persona para que sea capaz de hacer sus propias reflexiones, plantearse qué puntos son conflictivos y cuáles no lo son (como por ejemplo, "éxito y fracaso") y detectar patrones típicos de pensamiento que le causan problemas. El terapeuta no guía al paciente en este proceso, sino que más bien le plantea preguntas y remarca aseveraciones que el propio paciente ha hecho para que este último vaya profundizando en el estudio de su propio pensamiento.

En la segunda parte de la terapia , el paciente debe fijar unos objetivos a cumplir y se le debe entrenar para saber de qué forma acercarse a esas metas. Como previamente esos objetivos han sido definidos, será fácil saber si estos se han cumplido. Es fácil medir los progresos y el ritmo con el que se avanza e incluso si hace falta algún cambio.

TRASTORNOS EN LOS QUE SE UTILIZA

La terapia cognitivo conductual se utiliza para muchos trastornos de ansiedad, como trastorno obsesivo compulsivo (TOC), ataques de pánico y trastorno de estrés post-traumático, y acompañado de medicación psiquiátrica, puede ayudar a personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, TDAH, depresión, desórdenes alimenticios.

Los patrones de pensamiento disfuncionales y negativos afectan el ánimo de la persona, el sentido de sí mismos, el comportamiento e incluso su estado físico.

EL T.O.C es un trastorno mental en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) y comportamientos repetitivos que los impulsan a hacer algo una y otra vez (compulsiones) sin un control consciente sobre sus acciones.

Los que padecen este trastorno se ven obligados a realizar estas obsesiones y compulsiones ya que no llevarlas a cabo les provocaría un episodio de ansiedad y sufrimiento.

  • Contaminación

  • Repetición

  • Verificación

  • Orden

El objetivo de la TCC se basaría en que la persona aprendiese, se concienciara e interiorizarse que los pensamientos intrusivos no indican una necesidad de acción y que estos pueden ignorarse. Para ello, sería necesario reestructurar la conducta y a partir de ahí reestructurar la cognición, con el fin de dotar al sujeto de técnicas de aprendizaje y técnicas conductuales.

LA FOBIA es un miedo irracional, ante una situación, objeto o actividad. Las fobias están dentro de los trastornos de ansiedad debido a que cuando nos encontramos con el estímulo fóbico nos provoca una ansiedad muy grande y cuanto más próximo está el estímulo más nos afecta.

  • Aerofobia.

  • Claustrofobia.

  • Agorafobia.

  • Zoofobia.

  • Talasofobia.

En esta terapia se evalúa la manera en la que te sientes enfrentándote a lo que te da miedo. Se toma consciencia de las sensaciones corporales, los pensamientos y los sentimientos que se presentan y se trabaja con base a ellos. También la manera en la que la fobia ha afectado o afecta actualmente tu vida, y se generan estrategias para poder trabajar en función de fortalecer la autoconfianza. Comprender que el temor puede disminuirse y ayudarte a entender que hay una vida más allá de la fobia, y que este miedo no tiene por qué dominarte.

LA ANOREXIA surge por una preocupación excesiva y obsesiva sobre la alimentación, miedo extremo a ganar peso y exceso de control del mismo. En mujeres provoca pérdida de la menstruación. En la mayoría de los casos, estas personas sienten el deseo de seguir bajando peso, aunque estén muy por debajo del considerado normal para su altura y talla, debido a la alteración en la percepción, autoevaluación y reconocimiento corporal de uno mismo y de la gravedad que conlleva.

  • Restrictivo: restricción alimentaria o a la práctica excesiva de ejercicio.

  • Compulsivo/purgativo: la persona afectada recurre a atracones o purgas (mediante vómitos, enemas o laxantes) para perder peso.

La terapia cognitivo-conductual se utiliza, entre otras cosas, para tratar los aspectos mentales y emocionales de los trastornos alimentarios (respecto a la comida, el comer y la imagen corporal), haciendo que la persona aprenda de su enfermedad. Este conocimiento reduce el poder que los síntomas tienen sobre la persona. Transforma los patrones de pensamientos contraproducentes en maneras de pensar que sean más útiles. Esto mejora su estado de ánimo, su sensación de control sobre su propia vida y le ayuda a evitar episodios futuros.

Vanesa Cañas, Rachel Festus, Carlos Romero : Curso académico 2022-2023