Ciega por personalidad

¿Son nuestros sentidos 100% fiables?  

¿Creemos que nos conocemos cómo somos realmente?  

¿Estamos seguros de quiénes somos? 

 Ciertas personas poseen una condición poco conocida, únicamente se tiene presente el concepto de esta.

¿QUÉ ES EL TID?

El trastorno de identidad disociativa es una afección mental que supone una pérdida de sus sentidos, tu memoria y tus pensamientos e incluso de tu entorno. Esto causa un problema en el control de la vida cotidiana. Normalmente, surge como respuesta de un suceso que deja gran impresión en la persona, ayudando a alejar los malos recuerdos.

Estos acontecimientos son impactantes, angustiosos o dolorosos y la reacción ayuda alejar los recuerdos difíciles. Los síntomas dependen en parte del tipo de trastorno disociativo y pueden ir desde la pérdida de memoria hasta la desconexión de identidades. Las épocas de estrés pueden empeorar los síntomas un tiempo, haciéndolos más fáciles de ver.

El tratamiento para los trastornos disociativos puede incluir terapia de conversación, también llamada psicoterapia; y medicamentos. Tratar los trastornos disociativos puede ser difícil, pero muchas personas aprenden nuevas formas de afrontarlos y sus vidas mejoran.

ZONAS CEREBRALES AFECTADAS

Los eventos traumáticos  que provocan este trastorno afectan a los regiones frontales del cerebro , sobre todo en la región prefrontal orbito-frontal de ambos hemisferios y en la región temporal lateral del hemisferio dominante.

Gracias a estudios PET (Tomografías por emisión de positrones), se han encontrado patrones en la actividad cortical, cada uno con el suyo propio.

Casos registrados

Un estudio realizado en Nueva York (2010) anuncia que la aparición de TID es de entre el 1,5% en la población general. Además, entre pacientes psiquiátricos hospitalizados hay una prevalencia en torno al 5% de TID.

En 2014un estudio ha destacado que hay una mayor presencia del trastorno en pacientes adolescentes y en la unidad de urgencias psiquiátricas.

LA CEGUERA SELECTIVA

Lo curioso de este caso es que la paciente presentaba una pérdida de visión que en un inicio, fue diagnosticada como ceguera cortical tras sufrir un accidente traumático del que no se conoce mucho más. Sin embargo, trece años después, tras ir a la clínica psiquiátrica de Bruno Waldvoguel, comenzó a recuperar su visión con una de sus personalidades, puesto que contaba con más de diez. Durante el inicio, solo veía palabras sueltas y al acabar, recuperó completamente su visión, percatándose que su déficit era una ceguera psicológica.

Para saber más:

Redactado por Yara Larios Collado y Ana Martín Valero, 2024