CUANDO LAS PERSONAS NO VALEN NADA (Costa de Marfil)

Esto no es cine. Es la cruda, y nunca mejor dicho, realidad. Ahora mismo, o hace pocos días -que más da- algunos se han dedicado a quemar a gente por el mero hecho de ser cristianos. Algunos dicen que es un conflicto étnico, y probablemente tengan razón, pero no es ninguna disculpa. ¿Por qué hay que quemar -asesinar- a otro por no ser de mi etnia o de mi religión o de mis ideas políticas? ¿Por qué? Es algo que no logro entender. ¿Dónde queda la persona?

Las imágenes hablan por sí solas. Son duras pero no te dejes llevar por la ira y respondas igual que ellos. Piensa, reflexiona serenamente, que tu razón habla y actúa según lo que te dice tu razón no el calentón del momento. Ahí está la grandeza del ser humano, que tu voluntad siga a tu razón y tu corazón responda con hondura a lo que la razón ve y la voluntad dispone. ¡Sé grande! ¡Vive como persona! Pero, sobre todo, recuerda que las personas, cada persona, tiene valor absoluto. No lo olvides nunca ni en tu razón, ni en tu voluntad pero sobre todo no lo olvides en tu corazón.