Batalla de Somosierra
Batalla de Somosierra en la sierra madrileña de Guadarrama España el 30 de noviembre de 1808
ANTECEDENTES
El 29 de Noviembre 1808, el Ejército francés de Napoleón se dirigía hacia Madrid en varias columnas.
1. - La columna principal, de unos 40.000 soldados se encontró con que el camino que se dirigía a la capital española estaba bloqueado por una fuerza de unos 9.000 hombres, con 16 cañones ocultos en posiciones fortificadas sobre el camino que serpenteaba en el puerto de montaña a su paso por el pueblo de Somosierra.
2. - La división de infantería del general Ruffin intentó despejar a los españoles de las cimas que vigilaban el puerto, pero fracasó.
3. - Al día siguiente, Napoleón ordenó que se reforzará a Ruffin y se reanudaron los ataques, pero el avance era lento.
4. - Mientras Napoleón se enfurecía por el retraso, una de las baterías avanzadas españolas disparó contra su Cuartel general.
5. - Siguiendo sus órdenes, su escuadrón escolta polaco de 125 soldados cargó e invadió la primera batería de cañones; después de presionar más, tomaron dos posiciones de cañones más y despejaron el camino hacia la cumbre antes que el gran número de bajas les hicieran detenerse.
La infantería y caballería francesas se precipitaron entonces y se apoderaron de la última posición española en Somosierra, abriendo así el camino hacia Madrid, que Napoleón tomaría poco tiempo después.
DESARROLLO DE LA BATALLA DE SOMOSIERRA
1- Entrada de los polacos
Napoleón, que hervía muy enfadado tras las malas noticias del general Hippolyte Piré (1778-1850) y de Ruffin, se dirigió al coronel Jan Kozietulski (1781-1821), comandante de su escuadrón escolta polaco y señalándole el puerto de Somosierra le ordenó:
"¡Tome esa posición, al galope!
2. - Comienza la carga
Aunque no estaba claro el significado exacto de la orden pues había tres emplazamientos de cañones españoles, el coronel Kozietulski no pidió más explicaciones. En vez de ello cabalgó hacia sus hombres, se colocó a la cabeza de sus polacos y otros franceses que se habían unido espontáneamente al escuadrón y les gritó:
"¡Adelante hijos de perra, el Emperador está observando!"
Un gran grito de
"Vive l'Empereur!"
barrió las filas y los jinetes polacos y franceses desenfundaron los sables, después clavaron sus espuelas en los caballos subieron en tropel hacia el puerto.
3. - La respuesta española
Una granizada de metralla y balas de cañón españolas saludaron a la caballería que se acercaba. Caballos y jinetes caían por el camino, pero no huyeron. La metralla de las tres baterías españolas de dos cañones silbaba en el aire sobre el camino... pero los polacos siguieron adelante hasta que llegaron a la primera posición española que barrieron a sablazos sin contemplación.
4. - Más allá de la llamada del deber
Aunque ellos ya habían cumplido la misión encomendada por Napoleón, la caballería no se detuvo, sino que continuó ascendiendo hacia el puerto. La mosquetería de la infantería de apoyo española disparaba desde ambos lados del camino y cayeron más jinetes.
Ahora tenían a la vista la segunda batería española, y los polacos bramaron y se lanzaron al galope sobre los españoles, dispersando a los artilleros y soldados de infantería que tenían ante ellos a medida que penetraban cada vez más en las posiciones españolas.
Los sorprendidos artilleros cayeron donde estaban, pero el escuadrón polaco, con los caballos agotados y habiendo sido reducido a la mitad de sus componentes iniciales, fue finalmente derrotado a pocos metros de su objetivo final.
5. - Conclusión de la batalla de Somosierra
La carga polaca trastocó los planes españoles, que pusieron sus ojos en ellos mientras los franceses de Ruffin pudieron por fin avanzar y cargar con sus bayonetas tomando Somosierra.
6. - Napoleón corona Somosierra
Un oficial polaco agonizante que yacía en el suelo se incorporó sobre el codo y, señalando a las baterías capturadas, jadeó:
"Ahí están los cañones, dígaselo al Emperador."
Finalmente, el propio Napoleón llegó al puerto. Entre los restos de la 3ª batería española, Napoleón encontró al teniente Andrzej Niegolewski (1787-1857), al que habían herido ¡11 veces! durante la carga.
El Emperador llamó a un cirujano y después se quitó su propia medalla de la Légion d'Honneur y se la puso a Niegolewski. El Emperador se puso en pie y proclamó en voz alta que los polacos eran los soldados de caballería más valientes de todo su ejército.
7. - Vuelta con honores
Cuando los supervivientes volvieron a formar y se trasladaban hacia la retaguardia, pasaron ante la imponente Guardia Imperial. Siguiendo órdenes de Napoleón y formando con su habitual precisión, presentaron armas al pasar lo que quedaba del regimiento polaco.
En su informe oficial, Napoleón reconoció que la victoria había sido mérito de los jinetes polacos.
Como reconocimiento a su valor, posteriormente condecoró con la Légion d'Honneur a 17 polacos que habían tomado parte en la carga. Napoleón ordenó que los polacos pasaran a formar parte de su Guardia Imperial.
8. - Hasta el final
Incluso después de su derrota en Leipzig y exilio en 1814, los polacos siguieron siendo fieles a Napoleón y una vez más, se reunieron por su causa durante el gobierno de los 100 Días de 1815.
No obstante, ninguna de las batallas posteriores a la batalla de Somosierra permanece en la memoria polaca con tanta gloria como la Batalla de Somosierra (30 de Noviembre 1808).