Batalla de Las Pirámides
Batalla de las Pirámides. Cerca de la meseta de Giza a orillas del Nilo. El 21 de julio de 1798
MOVIMIENTOS PREVIOS
Tras la toma de Alejandría por parte de las tropas francesas de Napoleón Bonaparte, los invasores se dirigieron hacia El Cairo, tras una terrible semana de marcha y agotados por el calor y las constantes escaramuzas, los franceses se encontraban a apenas 27 kilómetros de El Cairo el día 19 de julio de 1798. Una vez que las pirámides se atisbaban al fondo, señal de que llegaban a su objetivo, Napoleón concedió un día de descanso para júbilo de las exhaustas tropas. Las tropas de Bonaparte, se componían de 21000 hombres, encuadrados en cinco divisiones de 3000 hombres cada una, y comandadas por los generales Desaix, Dagua, Bon , Reyner y Vial respectivamente. La reserva que estaba bajo las ordenes de Murat estaba compuesta por 2600 hombres, 1500 de caballería sin sus monturas y unos mil artilleros con 42 piezas, más atrasada venía una flotilla que transportaba artillería, armas y municiones.
DISPOSICION INICIAL DE LA BATALLA DE LAS PIRAMIDES
El 21 de julio a las dos de la madrugada las tropas francesas reanudan su marcha y sobre la ocho de la mañana cuando ya alcanzaban a ver los minaretes de El Cairo, pudieron ver a su vez al ejercito de Murad Bey, que se extendía frente a ellos en semicírculo y apoyado por más tropas en le orilla contraria de Nilo. El ala derecha de Murad Bey estaba solidamente apoyada por 20000 hombres junto a 40 cañones, que se habían fortificado entorno a la población de Embabeh. En el centro estaba la caballería mameluco, formada por unos 12000 jinetes y sus 30000 criados aunque a estos últimos apenas se les puede considerar tropas combatientes. El ala izquierda estaba situado en la meseta de Giza, al lado de las pirámides, y compuesta por unos 8000 jinetes. El número de combatientes reales se podría estimar en unos 45000 desplegadas en unos 16 kilometros y apoyadas por artillería embarcada en multitud de pequeñas embarcaciones.
DESARROLLO DE LA BATALLA
Los franceses comenzaron avanzando con la división de Desaix, a una distancia prudencial de la fortificación de Embabeh, y a continuación seguida por la división de Reyner. Murad Bey entendió perfectamente el movimiento que intentaba separar a la caballería de su centro, que eran sus mejores tropas, de las tropas fortificadas, las cuales eran de muy baja calidad y mal adiestradas y que sirvieron de poco frente a la infantería francesa. La situación para las tropas mamelucos era desesperada, si las tropas de Bonaparte alcanzaban la orilla del Nilo podrían batir fácilmente a la artillería embarcada y separaría al guerso del ejercito de El Cairo y de las tropas de reserva allí estacionadas.
Ante tal situación Murad Bey ordenó un ataque de la caballería mameluco intentando aprovechar los huecos entre las divisiones francesas e intentar de este modo aislar a unas de otras. En ese momento los franceses pasaron unos momentos de aprieto, pero Desaix y Reiner cerraron sus cuadros y estos se convirtieron en muros impenetrables para la caballería mameluco que sufría innumerables bajas a causa del fuego de fusilería francés. Por otro lado la división de Dugua adelanto su posición por la izquierda y sobrepasasó a la de Desaix llegando hasta la orilla del Nilo y aislando a las tropas atrincheradas. Durante más de uan hora los mamelucos cargaron infructuosamente contra los cuadros franceses sin obtener resultados. Murad Bey empezaba a darse cuenta de la situación y se replegó con unos 3000 hombres hacia la meseta de Giza.
Los franceses pasaron el resto del día limpiando el campo de batalla de restos de caballería y unidades aisladas, muchos jinetes mamelucos saltaron al río intentando alcanzar la otra orilla y murieron ahogados en el intento; la zona atrincherada fue tomada con facilidad y los defensores huyeron al llegar la noche.
A las 9:00 de la noche Napoleón establecía su cuartel general en la meseta de Giza, Murad Bey huyo hacia el Alto Egipto consiguiendo reunir apenas 5000 hombre, y otros 1200 huyeron hacia siria con ibraim Bey el resto de las tropas se dispersaron. En total las bajas se estimasn en unos 300 franceses entre muertos y heridos y por parte mameluca unos 7000 muertos y 3000 prisioneros. Esta batalla puso fin a siete siglos de dominio mameluco en Egipto.