Batalla de Dresde
Batalla de Dresde. 26 y 27 de agosto de 1813 En los alrededores de la ciudad de Dresde Alemania
MOVIMIENTOS PREVIOS
El 25 de agosto, la vanguardia de los Ejércitos de Bohemia y de Reserva, con 80.000 austriacos, prusianos y rusos, se presenta ante las puertas de la ciudad de Dresde, capital del reino de Sajonia y uno de los puntos clave para el despliegue francés. Además políticamente era importante mantener Dresde ya que era la capital del Reino de Sajonia uno de los pocos aliados que le quedaban a Napoleón.
La ciudad estaba defendida por dos brigadas, aunque al poco tiempo llega el 14º Cuerpo de Ejército al mando de St. Cyr, en total sumarán unos 20.000 soldados. La plaza estaba precariamente protegida por una línea defensiva de 8 km de extensión con baterías, reductos y barricadas y una linea de calles cerradas con parapetos y troneras en las casas, resultando imposible a sus defensores resistir durante mucho tiempo un asalto de semejante magnitud, en muchos partes del dispositivo apenas hay un sólo centinela por cada 10 pasos. Más allá del extra-radio se habían construido una serie de reductos para la artillería tan lejanos entre ellos que no podían prestarse apoyo. Tras la llegada de las primeras tropas aliadas de Wittgenstein St. Cyr consigue repeler el ataque ganando algo de tiempo ante la inminente llegada de los grandes contingentes aliados del Ejercito de Bohemia. St. Cyr tenía que resistir como fuera hasta la llegada de más contingentes franceses.
Los aliados se detienen a convocar un Consejo de Guerra, pues el Zar Alejandro I , el Emperador Francisco II de Austria, y y el Rey Guillermo III de Prusia tienen objetivos políticos distintos en su campaña común contra el Napoleón y el Imperio Francés, y deben ponerse de acuerdo sobre la acción a emprender, a pesar del criterio del comandante en jefe aliado, el Príncipe Karl Von Schwarzenberg.
Napoleón al ser informado, abandona de inmediato su plan previo de atacar a los austriacos en Kdnigstein. Dejando al 1º Cuerpo de Vandamme en las montañas de Bohemia, ordena retroceder a la Grande Armée en auxilio de la capital amenazada, forzando una de las marchas más espectaculares de su propia carrera y de la historia militar, al recorrer con los tres Cuerpos de Ejercito que le acompañan 190 kilometros en 72 horas, llegando a Dresde listo para presentar batalla, la madrugada del 26 de agosto, aunque los cuerpos de Marmont y Victor no llegaron hasta la noche.
LA BATALLA DE DRESDE
A las 05:00 horas del 26 de agosto, pocas horas después de que las primeras tropas francesas de refuerzo entren en la ciudad, los aliados comienzan su ataque al amanecer; por entonces habían llegado más unidades de sus ejércitos, hasta alcanzar unos 120.000 hombres; al igual que los franceses, aún faltan más unidades por llegar.
Los prusianos avanzan por los Jardines Reales abatiendo a los defensores que encuentran en su camino, hasta escuchar los lejanos gritos de júbilo de los defensores de: "Vive L'Empereur! " en el momento en que Napoleón entra en la ciudad con su Guardia. El Zar Alejandro y el Emperador Francisco pretenden desistir al saber que Bonaparte está dentro de la ciudad, ya que el plan establecido previamente entre las potencias aliadas establecía no enfrentarse directamente a Napoleón y en vez de ello ir atacando a los subordinados hasta cercarle en una gran inferioridad de tropas, pero el Rey Guillermo les incita a continuar con el asalto y no dar fin a la batalla de Dresde.
Tras su llegada Napoleón se dedicó a hacer una inspección relámpago y reorganizar la batalla en Dresde formando tres columnas al mando de Murat, Ney y Mortier y dejando a St Cyr continuar con la labor defensiva Durante la mañana se suceden múltiples ataques aliados, faltos de coordinación, repelidos tenazmente por los defensores, a los que se van sumando más Cuerpos de Ejército de la Grande Armée; aun así, después de cinco horas de lucha los franceses de St Cyr están agotados, han perdido terreno y los aliados se acercan a la capital.
Cuando Schwarzenberg se dispone a lanzar un asalto definitivo y entrar en Dresde, Napoleón ordena a los 70.000 soldados de momento a su disposición, del 2º Cuerpo de Víctor, el 6º de Marmont y el 14º de Saint Cyr que realicen un contraataque apoyados por el 1º y 5º Cuerpos de Caballería, enviando a su propia Guardia a luchar.
A continuación tiene lugar un combate obstinado que se prolonga durante el resto de la mañana y la tarde, en el que los franceses logran hacer retroceder a los aliados a pesar de su mayor número, pues estos adolecen de cohesión entre sus unidades a lo largo de los 8 km. de la línea del frente.
Por la noche comienza a caer una lluvia torrencial y se interrumpen las hostilidades; los aliados se encuentran muy desmoralizados ya que no han logrado ganar terreno. Algunos reductos fueron tomados pero los franceses al terminar la hostilidades volvían a ocupar prácticamente toda la la linea de ofensiva. . Antes del día siguiente reciben más refuerzos, hasta sumar unos 170.000 hombres, casi la mitad austriacos, y 488 cañones. Los franceses también reciben más Cuerpos de Ejército y Caballería, llegando a contar 158.000 hombres y unas 450 piezas de artillería.
Al alba del 27 de agosto, Bonaparte despliega a 90.000 de sus soldados en el centro para contener a los aliados, mientras ordena a los 35.000 restantes de cada ala que pasen al ataque, la izquierda al mando de Mortier, con dos divisiones de la Joven Guardia, y las de la derecha al mando de Murat, con Infantería de Línea veterana.
Sobre las 06:00 horas, los franceses inician su maniobra de flanqueo contra los aliados. Las grandes lluvias de la noche habían convertido el río Weisseitz en un obstáculo imponente y Napoleón sabía que la izquierda aliada quedaría aislada si se tomaba el puente de Blasewitz Los comandantes de éstos intentan reaccionar, pero durante las primeras descargas de fusilería y cañonazos muchos resultan heridos o muertos, cayendo sus hombres en una momentánea confusión; defienden bien sus posiciones, pero antes de las 12:00 los aliados comienzan a retroceder en toda la línea del frente, aunque en buen orden.
Hacia las 15:00 horas, el 2º Cuerpo prusiano de Von Kleist y las divisiones austriacas del mariscal Gyulai, en el flanco izquierdo aliado, separado del centro por el Barranco de Planen, son completamente arrolladas y posteriormente empujadas al este por las tropas del mariscal Murat, causando al menos unas 24.000 bajas. Mientras, las divisiones de los generales Wittgenstein y von Hessen Homburg, en el flanco derecho aliado, son flanqueadas por Mortier, capturando a muchos de sus infantes; por el centro a los franceses no les había ido tan bien ya que St Cyr y Marmont estaban en clara inferioridad numérica. Napoleón se predispone para seguir combatiendo al día siguiente, pero los comandantes aliados ya han tenido suficiente, incluso una bala de cañón pasó cerca del Zar Alejandro lo cual no hizo más que bajar los ánimos.
Los enfrentamientos concluyen hacia las 16:00 horas, cuando el Ejército Aliado , ya con los flancos desmoronados, comienza a retirarse a Bohemia, los últimos choques armados se producirán al anochecer.
EL día 28 cuando los franceses salieron a reconocer el terreno no se encontraron más que con algunas unidades de la retaguardia.
CONSECUENCIAS DE LA BATALLA DE DRESDE
Los aliados pierden 15.000 hombres apresados y 23.000 heridos o muertos, entre ellos el general Jean Moreau; además dejan atrás unos 40 cañones. Los franceses tienen 10.000 bajas entre heridos y muertos.
Napoleón se vuelve apático. Por la noche se le ve tiritando al calor de un fuego de campamento, absorto en sus pensamientos. Parece haber perdido el ímpetu de antaño; ni siquiera da instrucciones respecto a la persecución inmediata de la retirada aliada, como era su costumbre; esta victoria será el último gran triunfo de su carrera.
Inmediatamente se organiza la persecución de las vapuleadas tropas aliadas pero las noticias que llegan de otros frentes hacen que napoleón delegue esta persecución en sus subordinados y como consecuencia se produce una persecución descoordinada en la que Vandamme pierde 13000 hombres.
En Dresde se quedará como guarnición, el 14º Cuerpo de Saint Cyr, con unos 25.000 soldados, y ya no participará en el resto de la campaña, al igual que el mariscal Davout, que es destinado a defender la ciudad de Hamburgo con otros 30.000 soldados. En total, la Grande Armée dedicará hasta al menos 80.000 de sus soldados a guarnecer ciudades y fortalezas alemanas, que posteriormente fueron muy necesarios en el campo de batalla.
Esta batalla es la segunda de las Guerras Napoleónicas por número combatientes.