Batalla de Quatre Bras
Batalla de Quatre Bras el 16 de junio de 1815 en el actual Bélgica
ANTECEDENTES
La batalla de Quatre Bras pertenece a la campaña de los cien días, última campaña de Napoleón, tras su regreso del primer exilio en la isla de Elba. Mientras las potencias europeas reorganizaban el continente, intentando no dejar huella alguna de lo acontecido durante el tiempo en que Napoleón campaba a sus anchas por Europa. Mietras los más altos cargos de todas las naciones estaban reunidos en el congreso de Viena, la noticia les cayó como un gran jarro de agua fría. Cuenta la leyenda que cuando Wellington entró en la sala anunciando el regreso de Napoleón, los asistentes soltaron una sonora carcajada creyendo que el Duque de Hierro les estaba gastando una broma, una vez que se percataron de que aquella noticia no era ninguna broma, cundio el desanimo y el estupor entre los asistentes.
Parecía que más de veinte años de guerras europeas habían tocado a su fin y ahora se encontraban de nuevo, apenas unos meses después con una nueva amenaza bélica. En cuanto a Napoleón, por lo menos en un principio su intención era de paz y de aceptar las cosas tal y como estaban sin reclamar ninguno de los territorios del antiguo imperio francés y ciñendose a las fronteras Francesas pre-revolucionarias. Pero las potencias europeas, ya no estaban dispuestas a darle la más mínima oportunidad e hicieron valer el pacto que había previamente para no parar hasta despojar al emperador francés de poder alguno. Las peticiones de páz de napoleón fueron rechazadas o ignoradas, la carta enviada al rey Británico fue devuelta sin haber sido abierta. Una vez reconquistado el poder en Francia sólo le quedaba imponer la situación por el camino que mejores resultados le había dado hasta el momento, por las armas.
MOVIMIENTOS PREVIOS.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo pacífico con las naciones aliadas, Napoleón decide ponerse rápidamente en movimiento y atacar primero. En la que quizá sea su última jugada magistral, cruza la frontera entre Francia y Bélgica por Charleroi en vez de cruzarla mas al norte para alcanzar la carretera de Mons como Wellington esperaba, para cortarle el acceso al puerto de Ostend linea de suministros de los Británicos. Con este movimiento napoleón toma ventaja sobre los ejercitos aliados que ya estaban amenazando su situación, el anglo aliado de Wellington y el prusiano de Blücher, ya que otros ejercitos aliados como el ruso y el austriaco aún se encuentran a muchas jornadas de camino.
El ejercito de Napoleón, la Armeé du Nord, estaba compuesto por un núcleo central, al mando de Napoleón, el cuerpo de ejército de Grouchy formando el ala izquierda, el de Ney con unos 24000 hombres formando el ala derecha y el de DÉrlon en reserva. Tras la magistral jugada de Charleroi, ahora el objetivo de los aliados era poder unir sus ejércitos para presentar una misma batalla, y el de los franceses el contrario, poder batir a Wellington y Blücher por separado. Para cumplir este objetivo dirigió al cuerpo de Ney hacia el cruce de Quatre Bras para detener a los ingleses mientras el cuerpo central del ejército y el ala mandada por Grouchy se dirigían a Ligny, para enfrentarse a los prusianos.
El plan era mantener a los britanicos apartados de los prusianos con el cuerpo de Ney, tomar el cruce de Quatre Bras y si era posible tras tomar Quatre Bras atacar la retaguardia prusiana, que al tiempo estaría batiendose con el resto del ejercito francés en Ligny.
LA BATALLA DE QUATRE BRAS
Al comienzo del día Ney se dirige hacia el cruce de Quatre Bras y tras recibir información de sus exploradores de que un ejercito aliado se encuentra en las proximidades, comienza a avanzar con cautela, esto fue un error por parte del mariscal Ney, el cual había sido tan atrevido en otras ocasiones, pero aquí un ataque decidido desde el principio de habría dado el rápido control del cruce de caminos, ya que en aquel momento sólo 8000 hombres ocupaban la aldea y sus alrededores, pero Ney temeroso de que la espesura ocultase una fuerza mayor comenzó con un cañoneo sobre la zona y un avance muy contenido, hasta las 14:00 Ney no se decidió a asaltar definitivamente el cruce de caminos.
Cuando el asalto de los hombres de Ney comenzó, las tropas que allí se encontraban, principalmente holandesas y de la German legión, a pesar de su férrea resistencia rápidamente se vieron desbordadas por las presión de las superiores tropas francesas. Después de un rato, las divisiones francesas de Jérôme Bonaparte llegaron al lugar de la batalla, siendo enviados contra Grand-Pierrepoint. Los de Nassau se vieron obligados a abandonar la granja, y fueron conducidos hacia el bosque de Bossu. El combate en los bosques de Bossu fue practicante árbol a árbol ralentizando el avance francés a consta de muchas bajas.
En cuanto el sonido de la batalla llegó a los oídos de Wellington comprendió la importancia que para los franceses tenía aquel cruce de caminos y comenzó a enviar refuerzos a la zona, comenzando por la quinta división de infantería de Picton, formada por tropas inglesas y de Hannover y la segunda brigada de caballería holandesa conducida por Van Merlen.
Lo que había comenzado como una pequeña escaramuza, empezó a convertirse en una gran batalla por el continuo fluir de tropas de ambos bandos a la zona del conflicto. Dado que las tropas francesas iban progresivamente ganado terreno, Ney envió a los Lanceros de la Guardia al mando de Piré, por el camino de Bruselas hacia el cruce de Quatre Bras. Los aliados no pudieron ver a la caballería de Piré hasta que no la tuvieron encima a causa de la altura de los campos de trigo. Después de masacrar a un batallón holandés que había sido cogido por sorpresa, se dirigieron contra los guardias de Coldstream y los Black Watch que habían llegado a la zona de la batalla a través de los bosques de Bossu. Estos inmediatamente empezaron a formar en cuadro pero aun así sus flancos y su retaguardia sufrieron numerosas bajas, incluso los lanceros franceses consiguieron penetrar un cuadro que aún no había terminado de formarse. El 44º regimiento cuyo comandante había decidido formar en línea en vez de en cuadro recibió también un duro impacto de al caballería francesa.
La caballería francesa había provocado un gran desorden en las líneas anglo-aliadas, de modo que Ney tenía que explotar el éxito para lo cual llamó a las tropas de D´Erlon para acudir en su apoyo, pero estas habían sido llamadas a su vez por Napoleón para ayudar en la batalla de Ligny que se estaba disputando contra los prusianos simultáneamente y a poca distancia de allí. Las tropas de D`Erlon comenzaron a dirigirse hacia Quatre Bras, pero napoleón al ver esto desde su posición en Ligny las ordeno volver a la dirección anterior. Finalmente las tropas de D’Erlon no participaron en ninguna de las dos batallas y encima Ney perdió un tiempo precioso que Wellington aprovechó para hacer llegar más tropas a la zona de combate. Entre tanto Kellerman llegó a la altura de Ney con una Brigada de coraceros que Ney a falta de otra cosa ordenó cargar inmediatamente.
LA CARGA DE CABALLERÍA DE KELLERMANN
Cuando Kellermann contempló la masa de infantería de más de 20000 hombres que ya se había formado pidió a Ney que esperase a que llegaran el resto de las brigadas que aún estaban de camino, pero Ney desesperado por la falta de refuerzos ordenó que cargara con la única brigada que Kellermann tenía en ese momento a su alcance.
De modo que Kellermann comenzó el ataque con su única brigada y sin ningún apoyo, contra aquella ingente masa de hombres y armas avanzando al trote desde el principio para evitar que sus hombres se echaran atrás en el momento de ver la desproporción de sus efectivos respecto a las tropas enemigas. A pesar de esto los hombres de Kellermann consiguieron desmantelar al 69º regimiento y posteriormente al 33º golpeando a continuación a la línea central británica e irrumpiendo en pleno cruce caminos que era el objetivo de la batalla, pero el problema era ahora mantener esa posición con una brigada de caballería rodeada de ingentes fuerzas de infantería. Ante la falta de otros recursos de los que echar mano Ney decidió avanzar a su artillería e infantería ya tocada por los combates anteriores para así explotar el magnifico éxito de la carga de Kellermann.
EL avance de las tropas de infantería era demasiado lento y mientras los hombres de Kellermann sufrían el constante hostigamiento de las descargas de fusilería y de artillería que hacían que el ritmo de bajas de los bravos coraceros franceses subiese a un ritmo alarmante, incluso el propio Kellermann había perdido ya su montura. Ante la amenaza de ser rodeados por todas partes los coraceros emprendieron la retirada con apenas la mitad de las fuerzas y el propio Kellerman tuvo que asirse a las bridas de dos de sus coraceros para escapar de aquel entuerto tan peligroso.
En cuanto Ney vio acercarse a los coraceros corrió al galope hacia ellos para reorganizar los escuadrones restantes. Mientras la artillería martilleaba a los regimientos 42º y 44º para romper la línea británica.
De nuevo Ney ordeno cargar a los coraceros ayudados por los lanceros de Piré que aún se estaban recuperando de los ataques de los primeros encuentros de la batalla. La caballería francesa intentó sin éxito romper los cuadros británicos, de modo que Ney ordenó avanzar a la artillería hasta tenerlos a tiro al tiempo que los tiradores franceses les hostigaban desde los campos de trigo.
Sobre las 17:00 horas de la tarde llegó la 3ª división de Alten lo cual ponía la ventaja numérica a favor de los británicos, ya que Ney seguía sin recibir refuerzos.
De nuevo Ney ordenó una nueva carga de caballería al flanco izquierdo y uniendo a los agotados hombres de Kellermann y Piré un regimiento de lanceros de la guardia que aún estaba fresco, pero a pesar de algún pequeño éxito inicial, la caballería fue de nuevo rechazada.
Durante todo este tiempo Wellington había conseguido reforzar ampliamente a su ejercito y ahora ya contaba con unos 36000 hombres superando ampliamente a la s tropas de Ney que al comienzo estaban formadas por 2000 hombres y apenas habían recibido refuerzos, por su parte, Jérôme Bonaparte, había conseguido expulsar a los aliados fuera del bosque de Bossu A las 18:30 Wellington ordenó avanzar y los franceses comenzaron a perder el terreno que con tanto esfuerzo habían ganado.
Pero Ney consiguió reorganizar a sus tropas restantes y consiguió parar el avance de Wellington para las 21:30 horas los combates habían terminado y ambos contendientes se encontraban de nuevo en sus posiciones iniciales.
CONSECUENCIAS
Las bajas fueron muy semejantes 4000 hombres de Ney sucumbieron en el campo de batalla por 4800 de Wellington. En cuanto a los objetivos Ney no había conseguido tomar el cruce de Quatre Bras pero había evitado la unión entre británicos y prusianos, de modo que Wellington no había podido reforzar a Blücher en Ligny, pero por otra parte tampoco Ney pudo atacar la retaguardia prusiana como era el plan inicial de Napoleón. Probablemente las tropas de D’Erlon podrían haber dado la victoria a Ney de llegar cuando este las solicitó y en vez de eso fueron desaprovechadas y no participaron ni en Ligny ni en Quatre Bras. Cuando al día siguiente los franceses retomaron su avance hacia el cruce de caminos Wellington consciente de la derrota prusiana en Ligny se había retirado hacia Waterloo.