Filosofema 3.

'Pulgatorio'

(así, como suena: con equivocación chusca de alumno de colegio en los últimos años ’70).

El filosofema o tesis soluble sería... una impiedad, creo. Que a algunos les hace Dios pagar en esta vida sus yerros en esta vida (sí: dos veces «en esta vida»). Es decir: para que a su [próxima] muerte vayan limpios y morondos, Él los somete a infortunio crecido, ¡pero un infortunio de rachas y rebencazos!, aunque ninguno tan grave que no pueda ser juzgado por cualquier cuerdo como «incidentes que trae la perra vida». ¡Sí-sí! ¡Cadenas de acaecimientos que hacen señas en direcciones precisas de lo que acontece en paralelo en la vida del pulgado! Y se llama Pulgatorio porque es casi imposible tomar en serio que semejantes ristras de infortunio mínimo puedan aquejar tan seguidito a una misma persona. ¡Ya casi es imposible tomar en serio el concepto católico de Purgatorio, conque !...

Si me pongo a «expulgar» la cadena de desaguisados que viene pasándome en los últimos meses, a cualquiera que se le diga le parecerá el argumento de una novela barata o el guión de una película muy despreciable. Pero, desde luego, nada computable como realidad cotidiana. Veamos: un fulanito que siempre fue suspicaz de suyo, empezó a observar que los coches... No, imposible, no puedo ponerme a hacerme tanto daño.