30 de diciembre, 2021
Por Antonio Corporán
A lo largo de la historia, los políticos han conformado una sociedad para procurarse bienestar para sí mismos. Esta forma de gobernar ha provocado que las sociedades se hayan sumido en una secuencia de acciones que no les ha dado oportunidad de progreso al ciudadano común, lo cual es muy notorio en materia educativa.
La República Dominicana es un vivo ejemplo de esta situación de deterioro educativo a lo largo de las décadas, lo que nos ha afectado de tal manera que somos la nación con peor calificación en las evaluaciones internacionales, como se puede ver en análisis de UNICEF refiriéndose al tema del deterioro educativo.
El hacer alusión al protocolo político obedece a la cultura que existe de bloquear todo aquello que, aunque favorezca al pueblo en general, si no pasa por las manos corruptas de funcionarios sedientos de dinero, ni siquiera se le presta atención a quien lo presenta; lo más que puede ocurrir, si es una buena oportunidad de negocio, es que le tomen la idea para desarrollar el proyecto a espaldas del dueño de la idea.
Hoy estamos pagando un alto costo educativo, no porque no haya alternativas, sino porque no las han preferido para seguir negociando con la educación y poder someter a un pueblo ignorante, porque no se educa.
Las diferentes propuestas que se han hecho al Ministerio de Educación son muy variadas e interesantes, pero sin recepción favorable para quienes las han presentado. Tal es el caso de la propuesta para un Plan Nacional de Educación hecho por EduDudidácticard, cuyo equipo invirtió más de un millón de dólares y 20 años llevando a cabo un programa educativo que dio como resultado una población estudiantil que cumplió con todos los requerimientos pautados por UNESCO, jóvenes que hoy son emprendedores de sustento económico para la sociedad dominicana.
El dañino protocolo político no permite la cooperación de todos los actores que pueden y deben participar para hacer del sistema educativo el centro de convergencia para que todos podamos lograr el éxito que necesitamos, como lo expresó Sharlyn Rodríguez en El Día en junio 18, 2021.
Como equipo, estamos convencidos que para lograr una calidad educativa de estándares globales, necesariamente debemos independizar la educación de la política, ya que los actores políticos solo ven las conveniencias partidistas en los proyectos que desarrollan. Esperamos que algún día esto sea una realidad de la que todo el pueblo dominicano se beneficie.