Por Antonio Corporan
11 de noviembre, 2021
A través de la UNESCO, los países han sido dirigidos a una única hoja de ruta por una educación de calidad. Ello así, porque es la única manera de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuya base primordial para ese logro es la educación de calidad.
Partiendo de esta propuesta de la UNESCO, los países deben agendar sus acciones orientadas a cumplir con los principios que sustentan una educación como la que demanda las necesidades de las sociedades. Dentro de estos principios podemos mencionar la inclusión de los actores del sistema educativo, muy necesario para poder armonizar las ideas dirigidas al cumplimento del ODS más importante y de cual dependen todos los demás, a saber, la educación.
De los actores de primer plano en la calidad educativa debemos mencionar a los maestros, ya que de estos depende la calidad del proceso, por lo que se espera que la inclusión de estos en las decisiones del ministerio a cargo debe ser de rigor para que los docentes se sientan comprometidos e identificados con los procesos.
En el caso de República Dominicana, es notorio el hecho que en este gobierno se ha formalizado un procedimiento que no permite a los docentes entrar al edificio del Ministerio de Educación. Si en una casa se le impidiera la entrada a uno de los miembros de la familia, ¿podríamos decir que se le está incluyendo en las actividades familiares. La respuesta es obvia, y el resultado de la acción también.
Es preocupante que la inclusión de los actores del sistema educativo sea uno de los principios que la UNESCO establece para lograr una educación de calidad y que las autoridades educativas estén tomando decisiones que dejan a los actores principales fuera de ´´su casa´´. Con amplio margen de certeza podríamos deducir el resultado de acciones como estas. Esperamos que esto no sea el camino para ´´sacarle los pies´´ a los docentes.
El equipo de EduDidáctica está convencido que la única forma de avanzar hacia una educación de calidad es con la participación de todos los actores del sistema, muy especialmente los docentes, quienes necesitan sentirse parte de una familia que los apoya y confía en ellos.